Carta Magna, su emblema.

Palabras de José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S

"La noticia de que José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S., se disponía a acudir a cierto congreso internacional fascista que está celebrándose en Montreaux es totalmente falsa. El jefe de Falange fue requerido para asistir; pero rehusó terminantemente la invitación, por entender que el genuino carácter nacional del Movimiento que acaudilla repugna incluso la apariencia de una dirección internacional. Por otra parte Falange Española de las J.O.N.S. no es un movimiento fascista; tiene con el fascismo algunas coincidencias en puntos esenciales de valor universal; pero va perfilándose cada día con caracteres peculiares y está segura de encontrar precisamente por ese camino sus posibilidades más fecundas".

viernes, 11 de septiembre de 2009

Tesis dirigida por un ex diputado socialista, "Las piezas perdidas de la Falange: El Sur de España"

   La Falange, sobre todo durante la República, contó en sus filas con muchos obreros y jornaleros, como ha confirmado en los archivos el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla José Antonio Parejo, autor del libro "Las piezas perdidas de la Falange: El Sur de España". La obra revela entre otros temas como en Sevilla, el cardenal Segura “llevó en el bolsillo la excomunión de los falangistas durante varias semanas"


   "La propaganda contra el franquismo mantuvo que Falange era un partido burgués y de gente bien, lo que no se corresponde ni con la realidad de los archivos ni con la del resto de los partidos fascistas europeos, que tanto en Alemania como Italia o en Bélgica fueron todos partidos interclasistas",Aunque no tuvieran un discurso obrero, la mayor parte de los militantes de estos partidos eran de clase trabajadora, que era también la más numerosa", ha señalado Parejo, quien en su libro destaca que Falange fue el partido más numeroso de los que se levantaron contra la República y que su implantación en Andalucía fue como la que tuvo en el resto de España. El historiador ha explicado que, aunque los fundadores de Falange proceden "de la buena sociedad e incluso de orígenes aristocráticos, desde el principio hicieron captación en todos los extractos sociales, a diferencia de los otros partidos de derecha de entonces..
 
   Parejo ha puesto como ejemplo las fotografías que se conservan de Sancho Dávila, jefe de Falange en Andalucía, en compañía de obreros y jornaleros, "algo impensable en otros líderes de la derecha". Ese sectarismo de los partidos de derecha fue el que, según dice Parejo en las conclusiones de su libro, contribuyó "al ascenso imparable del fascismo hispano", cuando los trabajadores acudieron a afiliarse a Falange "en unos momentos en los que afiliarse a un partido como éste no fue desde luego ninguna canonjía".


   "A los trabajadores, Falange les ofreció ciertas conquistas sociales, en las que muchos creyeron, pero cuando comprobaron que el partido prestó el discurso al franquismo y que además no tenía la sartén por el mango, se abstuvieron de participar en nada y si no lo abandonaron es porque no se podía" porque ese gesto hubiera sido subversivo, ha añadido Parejo. Esto hizo que se convirtiera "de la noche a la mañana en un partido derrotado, mucho antes incluso de que Franco diera la orden definitiva de 'desfascistizar' España."


   Al inicio de la Guerra Civil se produjo hacia Falange, según escribe Parejo, "la avalancha, la preponderancia trabajadora entre la militancia (...), la pobreza generalizada de sus afiliados, la carencia de una experiencia política previa, el ansia de poner sus vidas al servicio de la Falange y la Patria." Y añade en las conclusiones de su estudio: "todo esto hizo del partido joseantoniano una organización tan poderosa que muy pronto se hizo insoportable para muchos".


   El libro de Parejo, fruto de una tesis doctoral dirigida por el profesor y ex diputado socialista Alfonso Lazo, también incide en otro aspecto desconocido, como fueron las problemáticas relaciones de la Iglesia con Falange, cuyos militantes llegaron a apalear a curas cuando la jerarquía eclesiástica mostró rechazo a la instalación de las Cruces de los Caídos.


  Uno de los apéndices fotográficos del libro de Parejo reúne 90 fotografías de carnés de Falange de otros tantos andaluces en el que la presencia de médicos, abogados o industriales es meramente testimonial -no suman más de media docena- y la inmensa mayoría son jornaleros, obreros, labradores, albañiles, hortelanos, chóferes, empleados, panaderos, toneleros o taberneros.(Foto de militantes falangistas desfilando ante la Torre del Oro de Sevilla)


 
Cierra España.

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Miguel de Unamuno - Diario de Sesiones, Junio de 1932

Estas autoridades de la República han de tener la obligación de conocer el catalán. Y eso, no... Si en un tiempo hubo aquello, que indudablemente era algo más que grosero, de «hable usted en cristiano», ahora puede ser a la inversa: «¿No sabe usted catalán? Apréndalo, y si no, no intente gobernarnos aquí.»... La disciplina de partido termina siempre donde empieza la conciencia de las propias convicciones.

Luis Araquistáin,socialista publica en abril de 1934

"En España no puede producirse un fascismo del tipo italiano o alemán. No existe un ejército desmovilizado como en Italia; no existen cientos de miles de jóvenes universitarios sin futuro, ni millones de desempleados como en Alemania. No existe un Mussolini, ni tan siquiera un Hitler; no existen ambiciones imperialistas, ni sentimientos de revancha, ni problemas de expansión, ni tan siquiera la cuestión judía. ¿A partir de qué ingredientes podría obtenerse el fascismo español? No puedo imaginar la receta".

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

“La verdad es, lo he publicado antes de ahora, que el país no recibió mal a la dictadura, ni la dictadura hizo daño material al país. Es decir, no gobernó peor que sus antecesores. Les llevó la ventaja de que impuso orden, corto la anarquía reinante, suprimió los atentados personales, metió el resuello en el cuerpo de los organizadores de huelgas y así se estuvo seis años. Nunca la simpatía personal ha colaborado tan eficazmente en formar de un gobernante como el caso de Primo de Rivera, [...]”

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

Frente Popular (Febrero 1936 - Marzo 1939)



Calvo Sotelo, sesion del 16 de junio de 1936.

"España vive sobrecogida con esa espantosa úlcera que el señor Gil Robles describía en palabras elocuentes, con estadísticas tan compendiosas como expresivas; España, en esa atmósfera letal, revolcándose todos en las angustias de la incertidumbre, se siente caminar a la deriva, bajo las manos, o en las manos —como queráis decirlo— de unos ministros que son reos de su propia culpa, esclavos, más exactamente dicho, de su propia culpa...
Vosotros, vuestros partidos o vuestras propagandas insensatas, han provocado el 60 por 100 del problema de desorden público, y de ahí que carezcáis de autoridad. Ese problema está ahí en pie, como el 19 de febrero, es decir, agravado a través de los cuatro meses transcurridos, por las múltiples claudicaciones, fracasos y perversión del sentido de autoridad desde entonces producidos en España entera.
España no es esto. Ni esto es España. Aquí hay diputados republicanos elegidos con votos marxistas; diputados marxistas partidarios de la dictadura del proletariado, y apóstoles del comunismo libertario; y ahí y allí hay diputados con votos de gentes pertenecientes a la pequeña burguesía y a las profesiones liberales que a estas horas están arrepentidas de haberse equivocado el 16 de febrero al dar sus votos al camino de perdición por donde os lleva a todos el Frente Popular".

La memoria analfabeta es muy peligrosa

Pérez-Reverte se embala. No es que le duela España, es que le indigna su incultura, su falta de espíritu crítico. Se revuelve porque, dice, un país inculto no tiene mecanismos de defensa, y “España es un país gozosamente inculto”. Tiene el escritor en la punta de los dedos las batallas, los hombres, las tragedias que han hecho la historia para apuntalar sus argumentos.

- Mi memoria histórica tiene tres mil años, ¿sabes?, y el problema es que la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa. Porque contemplar el conflicto del año 36 al 39 y la represión posterior como un elemento aislado, como un periodo concreto y estanco respecto al resto de nuestra historia, es un error, porque el cainismo del español sólo se entiende en un contexto muy amplio. Del año 36 al 39 y la represión posterior sólo se explican con el Cid, con los Reyes Católicos, con la conquista de América, con Cádiz... Separar eso, atribuir los males de un periodo a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible. Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo, no me vale para nada. Yo quiero a alguien culto que me diga que el 36 se explica en Asturias, y se explica en la I República, y se explica en el liberalismo y en el conservadurismo del XIX... Porque el español es históricamente un hijo de puta, ¿comprendes?.

Arturo Pérez-Reverte