Carta Magna, su emblema.

Palabras de José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S

"La noticia de que José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S., se disponía a acudir a cierto congreso internacional fascista que está celebrándose en Montreaux es totalmente falsa. El jefe de Falange fue requerido para asistir; pero rehusó terminantemente la invitación, por entender que el genuino carácter nacional del Movimiento que acaudilla repugna incluso la apariencia de una dirección internacional. Por otra parte Falange Española de las J.O.N.S. no es un movimiento fascista; tiene con el fascismo algunas coincidencias en puntos esenciales de valor universal; pero va perfilándose cada día con caracteres peculiares y está segura de encontrar precisamente por ese camino sus posibilidades más fecundas".

viernes, 20 de noviembre de 2009

Muerte de Jose Antonio Primo de Rivera.(Prologo ,continuacion, bis.)


El entones presidente del Ateneo, el doctor García Partida, me mostró una fotografía, tomada en el propio Ateneo, en la que aparece Paul Preston entre dos cuadros, los de José Antonio Primo de Rivera y Manuel Azaña, descolgados de la galería de retratos de ateneístas históricos.


“Te va a interesar, te va a sorprender”, me había anunciado con un guiño, para intrigarme. Algo me intrigan la iniciativa y la intención del juego fotográfico: el autor de “Franco, Caudillo de España”, en actitud irónica, sosteniendo a uno y otro lado, como medallones de pintura antigua, las efigies del fundador de la Falange y del segundo presidente de la II República Española.

Me interesó, por supuesto. Y me sorprendió la telepatía, porque me lo dijo teniendo yo en la cartera una conferencia que, pocos minutos después, en el salón de actos del Ateneo, recordaría un discurso de Cánovas del Castillo en el mismo Ateneo: el discurso “Concepto de nación” (1882) con el que Cánovas contestaba a Ernesto Renan y prefiguraba la idea de España como unidad de destino en lo universal.

No me sorprendió el buscado contraste de los dos retratos, porque en la composición fotográfica flota una concordancia que sí puede sorprender a quienes, sometidos a la simplificación de la inmediata Historia de España, no se hayan parado a conocer la relación política de José Antonio y Azaña.

Les unía, por lo pronto, una razón de estilo, que José Antonio explica al analizar el lenguaje de Azaña en el discurso del campo de Comillas (1935) y que él mismo practica cuando escribe al estudiante que se queja de que “FE” (primer semanario de la Falange) no es duro:

“No te tuvo Dios de su mano, camarada, cuando escribiste: “Si “FE” sigue en ese tono literario e intelectual no valdrá la pena de arriesgar la vida por venderlo”. Entonces tú, que ahora formas tu espíritu en la Universidad bajo el sueño de una España mejor, ¿por qué arriesgarías con gusto la vida? ¿Por un libelo en que se llamara a Azaña invertido y ladrones a los ex ministros socialistas?”

Sendos capítulos, en el libro de Muñoz Alonso (1969) y en la tesis doctoral de González Navarro (1994) documentan la relación de José Antonio y Azaña, a la vista de los reiterados escritos en que José Antonio, por vía de homenaje, hace la propuesta para que Azaña se pusiera al frente de la revolución española, “la inaplazable y necesaria revolución española”.

Lo que José Antonio reprocha a Azaña es la frustración de aquella esperanza, la dilapidación de las dos coyunturas en que Azaña, “el hombre de la República”, tuvo en sus manos “ la ocasión cesárea de realizar el destino revolucionario”, para acabar convirtiéndose en un trasunto de Kerensky.

“Si las condiciones de Azaña, que tantas veces antes de ahora hemos calificado de excepcionales, saben dibujar así las características de su Gobierno (ofrecido al destino total de España, no al rencor de ninguna bandería), quizá le aguarde un puesto envidiable en la historia de nuestros días... España ya no puede eludir el cumplimiento de su revolución nacional. ¿La hará Azaña? ¡Ah, si la hiciera!”.

Los párrafos anteriores son de José Antonio y están publicados en febrero de 1936. Ximénez de Sandoval, al comentar el escrito, refiere el revuelo que armó en “el cotarro derechista, que lo calificó de adulación, de traición, de ofrecimiento de la Falange a Azaña”. Emiliano Aguado lo explica en su libro “Don Manuel Azaña Díaz” (1972) : “Muchas esperanzas puso en él José Antonio Primo de Rivera, desengañado de las derechas y convencido de que era Azaña el único hombre capaz de llevar a cabo una revolución con sentido nacional”.

Juan Velarde tiene el testimonio de Manuel Aznar, que fue director de “El Sol” y que le reveló como, tras las elecciones de 1936, se publicaron en aquel diario unos editoriales debidos a José Antonio, editoriales que eran un mensaje a Azaña, el último mensaje que le pudo enviar con las esperanzas que, en seguida, quedarían frustradas para siempre.

“Emociona leer el crédito de confianza que José Antonio abre de nuevo a Azaña en febrero y marzo de 1936, después de la torturante experiencia azañista del bienio 1931-1933”, escribe Adolfo Muñoz Alonso en “Un pensador para un pueblo”.

Alejandro Salazar, Jefe Nacional del SEU y miembro de la Junta Política de la Falange, anota en su Diario la reunión del 20 de febrero de 1936: “José Antonio está desconocido. Nos ha expuesto su fe ciega en Azaña. Cree que ha de conseguir realizar una labor de revolución nacional. Prefiero desde luego el Gabinete de Azaña al anterior, pues al menos en éste hay vena grande y viva, no apocamiento y tibieza...”

Pronto llega la catástrofe, “gloriosa y terrible”, en la calificación del profesor Suárez . José Antonio es encarcelado y condenado a muerte, antes de la ceremonia del juicio. Azaña recuerda en Cuaderno de la Pobleta (17 de junio de 1937) cómo le había contado a Angel Ossorio su “intervención personal para librar a José Antonio Primo de Rivera del asesinato que iban a perpetrar algunos fanáticos de Alicante”.

Del infructuoso desvelo de Azaña por salvar a José Antonio hay un indicio confirmado por el doctor Francisco Vega Díaz (Sevilla, 1907-Madrid, 1995) , que , según sus propias palabras, no quiso “llevarse al otro mundo” el secreto guardado escrupulosamente durante cincuenta y cinco años: el mensaje que, en noviembre de 1936, entregó personalmente a José Antonio en la cárcel de Alicante.

Con precisiones minuciosas, el doctor Vega relata en “Ultimidades” como, envuelto en extremadas precauciones y complicadas instrucciones, Amós Salvador, “antiguo y gran amigo de Azaña”, le encomendó “un sobre privadísimo”, sin señas, que habría de entregar en mano a una persona hasta la que llegaría siguiendo una misteriosa cadena de enlaces prevenidos.

Finalmente, a solas con él, en una dependencia de la cárcel de Alicante, el doctor Vega reconoció al destinatario del mensaje: José Antonio Primo de Rivera. Como saludo, en un diálogo escueto, uno y otro recordaron sus encuentros distantes del Café Lión, en las tertulias de “La Ballena Alegre”. En seguida le entregó el sobre.

José Antonio abrió el sobre y extrajo un papel manuscrito. Lo leyó y releyó. Sólo hizo un comentario: “No podía esperar menos de él. Lo agradezco con toda el alma”. Luego añadió: “Cumplo con el compromiso, aunque me gustaría conservar este papel”. El propio José Antonio sacó de su bolsillo una caja de cerillas, encendió una y quemó papel y sobre en un cenicero. El doctor Vega deshizo la ceniza con los dedos. Antes de ser reintegrado a su celda, José Antonio se despidió del mensajero con un apretón de manos y con estas palabras: “¿Volveremos a vernos en “La Ballena Alegre”? Pienso que no...”

Después, con la misma acumulación de precisiones, Vega relata como dio cuenta del cumplimiento de su misión , como quedó comprometido a no comentarla y como, años después, asistiendo de un gran infarto de miocardio a Amós Salvador, que falleció en 1963, este le reveló que el mensaje entregado a José Antonio provenía de Azaña.

Al cabo de sesenta y seis años, sobre el estilo científico del relato de Vega, sobre las muchas preguntas que en él se hace, sobre las posteriores indagaciones que añade, sigue latiendo la huella patética de su encuentro con un condenado a muerte, al que le hizo llegar, desde la impotencia, quizá, la contestación a su mensaje de “El Sol” y, en cualquier caso, la palabra confortadora de otro prisionero: el Presidente de la República.

NOTA: La princesa Bibesco - hija del ex Primer Ministro inglés Asquith y esposa del antiguo Ministro de Rumanía en Madrid-, gran amiga y admiradora de José Antonio, interesada por el Jefe de la Falange, habló personalmente por teléfono desde Londres con Manuel Azaña, con quién también tenía amistad, según relata éste en sus Memorias famosas. Azaña, desde Barcelona, respondió a la Princesa que sentía mucho la situación de José Antonio Primo de Rivera, por quién no podía interceder, “pues el era también un prisionero”

Felipe Ximenez de Sandoval, “José Antonio. Biografía”, II edición. Graficas Lazareno-Echaniz, Madrid, 1949, p. 827-828

Enrique de Aguinaga

Cierra España.

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Miguel de Unamuno - Diario de Sesiones, Junio de 1932

Estas autoridades de la República han de tener la obligación de conocer el catalán. Y eso, no... Si en un tiempo hubo aquello, que indudablemente era algo más que grosero, de «hable usted en cristiano», ahora puede ser a la inversa: «¿No sabe usted catalán? Apréndalo, y si no, no intente gobernarnos aquí.»... La disciplina de partido termina siempre donde empieza la conciencia de las propias convicciones.

Luis Araquistáin,socialista publica en abril de 1934

"En España no puede producirse un fascismo del tipo italiano o alemán. No existe un ejército desmovilizado como en Italia; no existen cientos de miles de jóvenes universitarios sin futuro, ni millones de desempleados como en Alemania. No existe un Mussolini, ni tan siquiera un Hitler; no existen ambiciones imperialistas, ni sentimientos de revancha, ni problemas de expansión, ni tan siquiera la cuestión judía. ¿A partir de qué ingredientes podría obtenerse el fascismo español? No puedo imaginar la receta".

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

“La verdad es, lo he publicado antes de ahora, que el país no recibió mal a la dictadura, ni la dictadura hizo daño material al país. Es decir, no gobernó peor que sus antecesores. Les llevó la ventaja de que impuso orden, corto la anarquía reinante, suprimió los atentados personales, metió el resuello en el cuerpo de los organizadores de huelgas y así se estuvo seis años. Nunca la simpatía personal ha colaborado tan eficazmente en formar de un gobernante como el caso de Primo de Rivera, [...]”

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

Frente Popular (Febrero 1936 - Marzo 1939)



Calvo Sotelo, sesion del 16 de junio de 1936.

"España vive sobrecogida con esa espantosa úlcera que el señor Gil Robles describía en palabras elocuentes, con estadísticas tan compendiosas como expresivas; España, en esa atmósfera letal, revolcándose todos en las angustias de la incertidumbre, se siente caminar a la deriva, bajo las manos, o en las manos —como queráis decirlo— de unos ministros que son reos de su propia culpa, esclavos, más exactamente dicho, de su propia culpa...
Vosotros, vuestros partidos o vuestras propagandas insensatas, han provocado el 60 por 100 del problema de desorden público, y de ahí que carezcáis de autoridad. Ese problema está ahí en pie, como el 19 de febrero, es decir, agravado a través de los cuatro meses transcurridos, por las múltiples claudicaciones, fracasos y perversión del sentido de autoridad desde entonces producidos en España entera.
España no es esto. Ni esto es España. Aquí hay diputados republicanos elegidos con votos marxistas; diputados marxistas partidarios de la dictadura del proletariado, y apóstoles del comunismo libertario; y ahí y allí hay diputados con votos de gentes pertenecientes a la pequeña burguesía y a las profesiones liberales que a estas horas están arrepentidas de haberse equivocado el 16 de febrero al dar sus votos al camino de perdición por donde os lleva a todos el Frente Popular".

La memoria analfabeta es muy peligrosa

Pérez-Reverte se embala. No es que le duela España, es que le indigna su incultura, su falta de espíritu crítico. Se revuelve porque, dice, un país inculto no tiene mecanismos de defensa, y “España es un país gozosamente inculto”. Tiene el escritor en la punta de los dedos las batallas, los hombres, las tragedias que han hecho la historia para apuntalar sus argumentos.

- Mi memoria histórica tiene tres mil años, ¿sabes?, y el problema es que la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa. Porque contemplar el conflicto del año 36 al 39 y la represión posterior como un elemento aislado, como un periodo concreto y estanco respecto al resto de nuestra historia, es un error, porque el cainismo del español sólo se entiende en un contexto muy amplio. Del año 36 al 39 y la represión posterior sólo se explican con el Cid, con los Reyes Católicos, con la conquista de América, con Cádiz... Separar eso, atribuir los males de un periodo a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible. Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo, no me vale para nada. Yo quiero a alguien culto que me diga que el 36 se explica en Asturias, y se explica en la I República, y se explica en el liberalismo y en el conservadurismo del XIX... Porque el español es históricamente un hijo de puta, ¿comprendes?.

Arturo Pérez-Reverte