Carta Magna, su emblema.

Palabras de José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S

"La noticia de que José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S., se disponía a acudir a cierto congreso internacional fascista que está celebrándose en Montreaux es totalmente falsa. El jefe de Falange fue requerido para asistir; pero rehusó terminantemente la invitación, por entender que el genuino carácter nacional del Movimiento que acaudilla repugna incluso la apariencia de una dirección internacional. Por otra parte Falange Española de las J.O.N.S. no es un movimiento fascista; tiene con el fascismo algunas coincidencias en puntos esenciales de valor universal; pero va perfilándose cada día con caracteres peculiares y está segura de encontrar precisamente por ese camino sus posibilidades más fecundas".

jueves, 29 de octubre de 2009

Liquidar el 20-N



Hace mucho tiempo que siento que algunas fechas del calendario, de puro trasegadas, manidas y utilizadas, han perdido su razón de ser...si es que alguna vez la tuvieron.

Hace bastantes años, cuando, en compañía de algunos compañeros de viaje, fundé y dirigí el MSE (Movimiento Social Español), y después el AUN (Alianza por la Unidad Nacional), nos planteamoss modificar abruptamente la estrategia folclórico-fachista de los "movimientos patrióticos" y para ello romper de forma ostensible con la algarada derechista del 20-N.

Estudiados todos los razonamientos se impuso uno que, dado lo escaso de nuestros recursos, nos hizo replantearnos la cuestión, a saber: la fecha del 20-N poseía, por sí misma, una capacidad de convocatoria tal que teníamos que aprovecharla de la manera más beneficiosa.

Confieso que terminé por aceptar la celebración del acto en las fechas del 20-N, pero no sin darle nuestro particular matiz a la fecha: en primer lugar, no mencionaría, en mi discurso, ningún nombre de los supuestos homenajeados sino que aprovecharíamos la inercia de la propia convocatoria para, impulsándola con todas nuestras fuerzas, difundir un mensaje renovador, revolucionario y netamente político, sin nostalgias ni lloriqueos banales y caducos.

Eliminaríamos, en lo posible, la presentación folclórica y transformaríamos esa fecha, de pura conmemoración religioso-nostálgica, en otra de reivindicación política y social.

De hecho, lo asumo, contribuímos a resucitar una fecha que, en lo político, estaba prácticamente muerta. Pensamos que podíamos invertir la inercia de los acontecimientos y modificarlos estratégicamente. Nos equivocamos.

Hoy, pasados los años, reconozco que nos equivocamos. Aún así, distanciamos de tal manera nuestras posturas que, por primera vez en la Historia, se celebraron, simultáneamente, en Madrid, dos actos públicos con ocasión del 20 de Noviembre: uno, de contenido meapilón y derechista, con la Confederación de EX combatientes y todo ese gentío esperpéntico que cada 20-N se disfraza, materialmente, de soldadito de plomo pastelero y se harta de levantar el brazo y el cubata y cantar, cual borrachera asturiana, cientos de Caralsoles en un par de horas.

Los mismos que cada año votan y apoyan al Partido Popular más impopular del mundo, con toda la parafernalia de cruces, banderas, misas y desfiles improvisados de "facha 20-N", gafas Ray-ban y guantes de cuero incorporados.

Y otro, con un carácter todo lo ascético y sobrio posible, con discurso político y reivindicación revolucionaria, que celebramos varios años seguidos en la plaza de San Juan de la Cruz.

Ya he dicho antes que, con todo y con eso, erramos. Pensamos que podríamos romper esa dinámica de folclore inane, vacuo, y fetichismo trasnochado, y convertirlo en una jornada revolucionaria. Pero la fuerza de la inercia, y la poca consistencia de nuestras organizaciones, personas y mensajes no ha podido resquebrajar, ni un poquito, todo lo que de arcaico e hipócrita tiene esa fecha, celebrada, en su mayor parte, por los votantes más reaccionarios y retrógrados de España.

Se viene insistiendo, en los últimos años, en la necesidad de convocatorias hiper-mega-extraordinarias que "planten cara" a la inconmensurable afrenta que implica la Ley de Memoria Histórica. Pero el resultado sigue siendo más facherío hipócrita, mas nostalgia, más reaccionarismo y más folclore vacío de contenido y que provoca la vergüenza ajena en quienes hemos mantenido, y mantenemos, razones muy distintas para conmemorar el fusilamiento injusto de nuestro fundador.

Es por ello -discúlpenme todos cuantos bien intencionados, que los hay, pocos pero los hay, acuden a recordar la figura siempre entrañable de José Antonio- que estoy en el convencimiento de que hay que liquidar el 20-N. Esta fecha solo arroja vacuidad, ridiculez, manipulación y el folclore más retrogrado, bochornoso y carca a la memoria de Primo de Rivera, con el acompañamiento -mientras la Guardia Civil no las solicite- coreográfico de nuestras camisas azules. Esta prenda de uniforme, hoy día, en función de quienes mayoritariamente la lucen, sólo representa derecha y manipulación de festejo verbenero.

Disfraz de cantamañanas sin sentido. Trinchas y correajes en quienes serían incapaces de empuñar nada que exija un mínimo de compromiso o riesgo. Arroja confusión en quienes quisieran profundizar en los verdaderos entresijos del nacionalsindicalismo.

Y arroja, por qué no decirlo, una oportunidad de oro para que todos los facha-pijos de 20-N, los "líderes" frustrados españoles y extranjeros, los escindidores, los cobardes, los separadores de toda la vida, den rienda suelta a sus más bajos, ridículos y aberrantes instintos.

El mejor homenaje al mensaje de José Antonio Primo de Rivera sería ahorrarle, cada 20 de noviembre, nuevas náuseas bajo su propia lápida.

RICARDO SAENZ DE YNESTRILLAS



Articulo extraido de Cruzada Hispanica

Cierra España.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Miguel de Unamuno - Diario de Sesiones, Junio de 1932

Estas autoridades de la República han de tener la obligación de conocer el catalán. Y eso, no... Si en un tiempo hubo aquello, que indudablemente era algo más que grosero, de «hable usted en cristiano», ahora puede ser a la inversa: «¿No sabe usted catalán? Apréndalo, y si no, no intente gobernarnos aquí.»... La disciplina de partido termina siempre donde empieza la conciencia de las propias convicciones.

Luis Araquistáin,socialista publica en abril de 1934

"En España no puede producirse un fascismo del tipo italiano o alemán. No existe un ejército desmovilizado como en Italia; no existen cientos de miles de jóvenes universitarios sin futuro, ni millones de desempleados como en Alemania. No existe un Mussolini, ni tan siquiera un Hitler; no existen ambiciones imperialistas, ni sentimientos de revancha, ni problemas de expansión, ni tan siquiera la cuestión judía. ¿A partir de qué ingredientes podría obtenerse el fascismo español? No puedo imaginar la receta".

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

“La verdad es, lo he publicado antes de ahora, que el país no recibió mal a la dictadura, ni la dictadura hizo daño material al país. Es decir, no gobernó peor que sus antecesores. Les llevó la ventaja de que impuso orden, corto la anarquía reinante, suprimió los atentados personales, metió el resuello en el cuerpo de los organizadores de huelgas y así se estuvo seis años. Nunca la simpatía personal ha colaborado tan eficazmente en formar de un gobernante como el caso de Primo de Rivera, [...]”

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

Frente Popular (Febrero 1936 - Marzo 1939)



Calvo Sotelo, sesion del 16 de junio de 1936.

"España vive sobrecogida con esa espantosa úlcera que el señor Gil Robles describía en palabras elocuentes, con estadísticas tan compendiosas como expresivas; España, en esa atmósfera letal, revolcándose todos en las angustias de la incertidumbre, se siente caminar a la deriva, bajo las manos, o en las manos —como queráis decirlo— de unos ministros que son reos de su propia culpa, esclavos, más exactamente dicho, de su propia culpa...
Vosotros, vuestros partidos o vuestras propagandas insensatas, han provocado el 60 por 100 del problema de desorden público, y de ahí que carezcáis de autoridad. Ese problema está ahí en pie, como el 19 de febrero, es decir, agravado a través de los cuatro meses transcurridos, por las múltiples claudicaciones, fracasos y perversión del sentido de autoridad desde entonces producidos en España entera.
España no es esto. Ni esto es España. Aquí hay diputados republicanos elegidos con votos marxistas; diputados marxistas partidarios de la dictadura del proletariado, y apóstoles del comunismo libertario; y ahí y allí hay diputados con votos de gentes pertenecientes a la pequeña burguesía y a las profesiones liberales que a estas horas están arrepentidas de haberse equivocado el 16 de febrero al dar sus votos al camino de perdición por donde os lleva a todos el Frente Popular".

La memoria analfabeta es muy peligrosa

Pérez-Reverte se embala. No es que le duela España, es que le indigna su incultura, su falta de espíritu crítico. Se revuelve porque, dice, un país inculto no tiene mecanismos de defensa, y “España es un país gozosamente inculto”. Tiene el escritor en la punta de los dedos las batallas, los hombres, las tragedias que han hecho la historia para apuntalar sus argumentos.

- Mi memoria histórica tiene tres mil años, ¿sabes?, y el problema es que la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa. Porque contemplar el conflicto del año 36 al 39 y la represión posterior como un elemento aislado, como un periodo concreto y estanco respecto al resto de nuestra historia, es un error, porque el cainismo del español sólo se entiende en un contexto muy amplio. Del año 36 al 39 y la represión posterior sólo se explican con el Cid, con los Reyes Católicos, con la conquista de América, con Cádiz... Separar eso, atribuir los males de un periodo a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible. Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo, no me vale para nada. Yo quiero a alguien culto que me diga que el 36 se explica en Asturias, y se explica en la I República, y se explica en el liberalismo y en el conservadurismo del XIX... Porque el español es históricamente un hijo de puta, ¿comprendes?.

Arturo Pérez-Reverte