Carta Magna, su emblema.

Palabras de José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S

"La noticia de que José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S., se disponía a acudir a cierto congreso internacional fascista que está celebrándose en Montreaux es totalmente falsa. El jefe de Falange fue requerido para asistir; pero rehusó terminantemente la invitación, por entender que el genuino carácter nacional del Movimiento que acaudilla repugna incluso la apariencia de una dirección internacional. Por otra parte Falange Española de las J.O.N.S. no es un movimiento fascista; tiene con el fascismo algunas coincidencias en puntos esenciales de valor universal; pero va perfilándose cada día con caracteres peculiares y está segura de encontrar precisamente por ese camino sus posibilidades más fecundas".

domingo, 11 de octubre de 2009

Hacia la ilegalización de Falange Española


Hacia la ilegalización de Falange Española


Norberto Pico [secretario general de FE de las JONS]



[12.octubre.2009] (WWW.PATRIASINDICALISTA.ES)



Cuando PSOE y PP sacaron adelante la Ley de Partidos de 2002, siendo Aznar el inquilino de La Moncloa, todos aplaudimos la iniciativa. La lucha contra el terrorismo separatista contaba desde entonces con el instrumento legal necesario para desarticular al entramado político etarra y dejarlo así sin el oxígeno que, en forma de dinero y publicidad, le proporcionan sus plataformas políticas. Y eso era sin duda positivo.

Sin embargo, contrastando con nuestra propia satisfacción, los falangistas advertimos entonces de que la ley ponía en manos de los gobiernos de turno la posibilidad de ilegalizar a todo grupo político que pudiese resultar incómodo al Ejecutivo.

Incluso reparamos en la posibilidad de que, iniciados los trámites para la ilegalización de Batasuna, el Gobierno quisiera probar ante los medios su equidistancia ilegalizando algún grupo de los descalificamos como de «extrema derecha».

La escalada de medidas represivas llevadas a cabo contra los falangistas en la última legislatura ha hecho saltar todas las alarmas azules, pues bien podría tener su meta esta escalada en la ilegalización de alguno o de todos los grupos falangistas. Da igual que no existan razones jurídicas que avalen una medida de ese cariz. Con la voluntad política del Gobierno bastaría para poner en marcha un proceso que, una vez en sede judicial y teniendo en cuenta cómo funciona el sistema jurídico español, podría acabar con la ilegalización de Falange Española. No es descartable, en este sentido, que la aparición en los últimos meses de un supuesto grupo falangista con trazas de banda armada esté relacionada con ello.

Y es que no son pocas las voces que desde que se aprobó la Ley de Partidos han pedido la ilegalización de FE de las JONS. En 2006, el periodista y traductor Oriol Vidal ponía negro sobre blanco esta solicitud en su obra «500 preguntas la nacionalismo español». Más recientemente, a raíz de la campaña de FE de las JONS contra el referéndum secesionista de Arenys de Munt, el ex vocal del Consejo General del Poder Judicial, Alfons López Tena, demandaba la «aplicación de la Ley de Partidos» contra FE de las JONS. Del mismo modo, diputados de CIU, ERC e ICEV en el Parlamento Europeo instaban el mes pasado a la Comisión Europea a que impulsase la prohibición de la «simbología fascista», entre la que incluían los símbolos legales de nuestro partido.

Por el momento, sólo José Antonio Primo de Rivera, fundador de nuestra organización, permanece en prisión incomunicada en el Valle de los Caídos, sin que sus seguidores podamos ni siquiera rendirle homenaje allí donde reposan sus restos mortales, por mor de la Ley de Memoria Histórica. Pero son muchos más los ejemplos de la restricción de libertades que el sistema vigente aplica a los falangistas. Buena parte de ellos en el ámbito cultural.

Recientemente el Ayuntamiento de Sevilla prohibía el homenaje que las asociaciones «Ademán» y «Fernando III» iban a celebrar en un centro cívico de titularidad municipal al escritor y miembro de la Real Academia Española Agustín de Foxá. El motivo: la filiación falangista del homenajeado. Los oradores, Aquilino Duque y Antonio Rivero, se vieron obligados a pronunciar sus discursos en plena calle.

Esa misma semana, la Audiencia Provincial de Barcelona dictaba sentencia condenatoria, entre otros, contra el editor Juan Antonio Llopart, propietario de Ediciones Nueva República, por un delito de difusión de ideas genocidas. La noticia, en principio, no guarda relación alguna con Falange Española, pues los falangistas no nos sentimos en absoluto solidarios con quienes defienden ideas racistas, niegan o disculpan la eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad.

Sin embargo, no deja de sorprendernos (y de preocuparnos), el hecho de que entre los textos esgrimidos en la sentencia para condenar al propietario de Ediciones Nueva República figuren, además de pasajes de Francisco de Quevedo (sic.), textos más o menos belicosos de algunos de los fundadores del nacionalsindicalismo.

Es evidente que el lenguaje político de hoy no es el mismo que el de los años 30 del siglo pasado. Tampoco lo son las circunstancias. Por ello, valorar las declaraciones de los líderes políticos de los años 30 como si las hubiesen pronunciado hoy es un anacronismo. Es la incongruencia de presentar algo como propio de la época que no le corresponde. Si de esta incongruencia se sigue una condena a prisión, estamos, además, ante una tremenda injusticia.

No es necesario insistir en la repugnancia que a Falange Española le producen las ideas racistas, pues está en la base de nuestro pensamiento político la defensa de la dignidad de las personas. Desconocemos además si Juan Antonio Llopart comparte las tesis de los libros por los que ha sido condenado puesto que, junto a los mismos, ha editado otros muchos de distinto signo político. Pero no deja de parecernos alarmante la parcialidad de jueces y políticos, capaces de enviar a la cárcel a un modesto editor y de mantener en libertad a terroristas o pederastas reincidentes.

Así las cosas, nadie en las filas de FE de las JONS habrá de extrañarse si finalmente se promueve contra nuestra organización un proceso de ilegalización. En espera de que esto se produzca nos limitaremos a colaborar con la policía y los jueces señalando posibles conductas delictivas:

Si desean perseguir actitudes racistas, acérquense a la sede central del PNV. Seguro que en la biblioteca encuentran las soflamas etnicistas de su fundador, Sabino Arana.

Si lo que buscan son partidos políticos relacionados con la violencia, pregunten en el PSOE o la Esquerra. Los de Ferraz vieron como dos de sus máximos dirigentes —Vera y Barrionuevo— eran condenados por organizar una banda terrorista (los GAL), mientras que sus socios en Cataluña acogían con los brazos abiertos a los restos de otra banda, Terra Lliure.

Finalmente, si quieren perseguir a los grupos que hayan colaborado con regímenes dictatoriales, diríjanse a la calle Génova, en Madrid, y pregunten por el fundador del Partido Popular, Manuel Fraga, ministro de la Dictadura.




Administracion cruzada hispanica

Cierra España.

2 comentarios:

  1. Seria una verguenza que se ilegalizara a la Falange, y si quieren genocidas, ¿por que no van contra Carrillo?.

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  2. Porque?, pregunta incorrecta supongo, la corresta seria y porque no se le da nombre a una plaza o calle de españa con su nombre?, o a una de las salas del congreso que se le negaron ponerla nombres de religiosas creo recordar?, esta claro que lo que prima es la dictadura progresista y democrata, esto si es libertad amigo mio.

    cierra españa.

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Miguel de Unamuno - Diario de Sesiones, Junio de 1932

Estas autoridades de la República han de tener la obligación de conocer el catalán. Y eso, no... Si en un tiempo hubo aquello, que indudablemente era algo más que grosero, de «hable usted en cristiano», ahora puede ser a la inversa: «¿No sabe usted catalán? Apréndalo, y si no, no intente gobernarnos aquí.»... La disciplina de partido termina siempre donde empieza la conciencia de las propias convicciones.

Luis Araquistáin,socialista publica en abril de 1934

"En España no puede producirse un fascismo del tipo italiano o alemán. No existe un ejército desmovilizado como en Italia; no existen cientos de miles de jóvenes universitarios sin futuro, ni millones de desempleados como en Alemania. No existe un Mussolini, ni tan siquiera un Hitler; no existen ambiciones imperialistas, ni sentimientos de revancha, ni problemas de expansión, ni tan siquiera la cuestión judía. ¿A partir de qué ingredientes podría obtenerse el fascismo español? No puedo imaginar la receta".

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

“La verdad es, lo he publicado antes de ahora, que el país no recibió mal a la dictadura, ni la dictadura hizo daño material al país. Es decir, no gobernó peor que sus antecesores. Les llevó la ventaja de que impuso orden, corto la anarquía reinante, suprimió los atentados personales, metió el resuello en el cuerpo de los organizadores de huelgas y así se estuvo seis años. Nunca la simpatía personal ha colaborado tan eficazmente en formar de un gobernante como el caso de Primo de Rivera, [...]”

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

Frente Popular (Febrero 1936 - Marzo 1939)



Calvo Sotelo, sesion del 16 de junio de 1936.

"España vive sobrecogida con esa espantosa úlcera que el señor Gil Robles describía en palabras elocuentes, con estadísticas tan compendiosas como expresivas; España, en esa atmósfera letal, revolcándose todos en las angustias de la incertidumbre, se siente caminar a la deriva, bajo las manos, o en las manos —como queráis decirlo— de unos ministros que son reos de su propia culpa, esclavos, más exactamente dicho, de su propia culpa...
Vosotros, vuestros partidos o vuestras propagandas insensatas, han provocado el 60 por 100 del problema de desorden público, y de ahí que carezcáis de autoridad. Ese problema está ahí en pie, como el 19 de febrero, es decir, agravado a través de los cuatro meses transcurridos, por las múltiples claudicaciones, fracasos y perversión del sentido de autoridad desde entonces producidos en España entera.
España no es esto. Ni esto es España. Aquí hay diputados republicanos elegidos con votos marxistas; diputados marxistas partidarios de la dictadura del proletariado, y apóstoles del comunismo libertario; y ahí y allí hay diputados con votos de gentes pertenecientes a la pequeña burguesía y a las profesiones liberales que a estas horas están arrepentidas de haberse equivocado el 16 de febrero al dar sus votos al camino de perdición por donde os lleva a todos el Frente Popular".

La memoria analfabeta es muy peligrosa

Pérez-Reverte se embala. No es que le duela España, es que le indigna su incultura, su falta de espíritu crítico. Se revuelve porque, dice, un país inculto no tiene mecanismos de defensa, y “España es un país gozosamente inculto”. Tiene el escritor en la punta de los dedos las batallas, los hombres, las tragedias que han hecho la historia para apuntalar sus argumentos.

- Mi memoria histórica tiene tres mil años, ¿sabes?, y el problema es que la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa. Porque contemplar el conflicto del año 36 al 39 y la represión posterior como un elemento aislado, como un periodo concreto y estanco respecto al resto de nuestra historia, es un error, porque el cainismo del español sólo se entiende en un contexto muy amplio. Del año 36 al 39 y la represión posterior sólo se explican con el Cid, con los Reyes Católicos, con la conquista de América, con Cádiz... Separar eso, atribuir los males de un periodo a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible. Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo, no me vale para nada. Yo quiero a alguien culto que me diga que el 36 se explica en Asturias, y se explica en la I República, y se explica en el liberalismo y en el conservadurismo del XIX... Porque el español es históricamente un hijo de puta, ¿comprendes?.

Arturo Pérez-Reverte