LAS IZQUIERDAS, INCAPACITADAS
POR QUÉ SOMOS DE LAS LLAMADAS DERECHASNO nos recatamos en declarar que la posición de LIBERTAD se funde en muchos puntos con la de las llamadas derechas, ni nos repugna el calificativo de ultraderechista que a nuestro semanario se aplica. Somos de derechas en cuanto odiamos y acusamos la complicidad y, más aún, la servidumbre de las llamadas izquierdas a las organizaciones y planes extranacionales y antinacionales como son la francmasonería - llamada con frecuencia "democracia internacional"- y toda clase de empresas internacionales dedicadas a explotar el negocio político del hambre obrera.
Somos de derecha porque proclamamos la grandeza de la espiritualidad católica para conservar las naciones en perpetua juventud, ordenar el bienestar y el amor más cumplido en el seno de las familias y salvar a la Humanidad del miserable materialismo de invertidos y canallas que quieren socializar las conciencias y hundir al occidente en una anacrónica barbarie amarilla al dictado del judaísmo.
También somos de derechas porque afirmamos el honor histórico de España y su capacidad imperial para darse rutas propias de resurgimiento sin contar con los mermadillos afrancesados de todos los siglos que llevan su ignorancia hasta gruñir, como Albornoz, que nada hay en España que conservar, o como Azaña, que "España ha dejado de ser católica".
Por todo eso, la izquierda española - desprovista en sus múltiples grados y bajo cualquier caudillaje de sustancia nacional, con todos sus capitostes enrolados en las logias, a cuyo dictado pasean su inmoralidad- nos es francamente repulsiva. La juventud no parasitaria ni borreguil ha de estar por fuerza frente a los compromisos secretos de subastar a España entre los internacionales y contra la ignorancia de los que aborrecen nuestra historia porque no han sabido leerla. Pero, por si fueran poco estas consideraciones de gran fuste, esa grosería de principios que deja deshonradas a las izquierdas, añádase, y nos basta, la experiencia que la nación va sacando de esta etapa de franco desenfreno izquierdista.LA TRAICIÓN DE LAS IZQUIERDAS
La connivencia de todas las izquierdas, en grado proporcional a su extremismo, con los criminales de la calle es patente. Y la informalidad política, tan parecida a la traición, que supone ese sangriento degüello de la libertad a manos de los que se visten el manto de sacerdotes de la misma es de las más impresionantes lecciones históricas que tendrán en cuenta las venideras etapas políticas para sancionar férreamente la separación de las izquierdas - su abolición quizá - como pena defensiva y vindicatoria, por el desastre tanto económico como moral que en pocos meses han ocasionado.
Si Laval o Hoover, como ejemplo de demócratas, al gusto de nuestros liberales de boquilla, consagraran un buen día al Papa una Inquisición en favor de la fe católica, obligando esas democracias a imposibilitar la vida política de toda idea u organización hostil al dogma de la Iglesia romana, nadie negaría que habían perecido definitivamente los partidos o jefes incursos en tan peregrina defección de sus principios.
Lo mismo sucedería si Mussolini convocase elecciones parlamentarias o viéramos en Polonia a Pildsuski de jefe de una minoría liberal. La defección más que gastar a los hombres o partidos, los inhabilita; la traición los proscribe. Pues lo que no es verosímil en esas naciones, ni puede cometerse en el mundo civilizado sin que los prestigios de una lógica política elemental veden para siempre el camino del mando a hombres y partidos, lo experimentamos en España con nuestras izquierdas, entregadas, sin el menor recato, a una dictadura zafia y brutal, inmediatamente después de hacer una revolución en nombre de la pureza constitucional y de los derechos del hombre.EL PODER CONTRA LA NACIÓN
Es poco probable - aunque posible - que los liberales se resuelvan a asesinar las libertades por sí mismos, sin conocimiento de los riesgos que eso trae aparejado en su contra. El procedimiento indica bien a las claras que cada día viven con la obsesión de quien juega la última carta de su disfrute en el Poder, que es para ellos mucho más importante que sus promesas, sus "principios" aparentes y aun la vida de la Nación. "Ya que estamos arriba, aprovechemos el Poder para no ser derribados. Lo primero es sostenerse." Esa es la cantinela oculta, la única norma de vivir frente al pueblo, que pertenece a todos los poderes personales y a todas las oligarquías antipopulares.
El sistema tiene el inconveniente de ser una jugada con dos soluciones, una aventura del Poder contra la Nación, que la experiencia demuestra resolverse de ordinario a favor de ésta. El estrago que a una situación tan violenta ha de seguir, puede calcularse por la irritación que el cuerpo nacional va almacenando, viéndose burlado y, además, oprimido.
Y cuando sobre la delincuencia impune, brota una era de justicia cierta, ésta, necesariamente, ha de ser rigurosa. Cuando a la extralegalidad o a la legalidad unilateral o falsificada sucede una época de normas objetivas, es preciso por eso mismo barrer con urgencia los obstáculos anteriores. Mal camino llevan las izquierdas imponiendo a mayorías o minorías, que no sean de su agrado, la ley del hierro, con el exclusivo objeto de mantenerse arriba.
Es de mal cariz esa prisa por conservarse apelando a la fuerza, y señal de que hay mucho que ocultar, cuando tanto se teme a la libertad. Ni ésta, ni la República, resultan servidas y garantizadas atacando a la ciudadanía en sus fueros, tantas veces pregonados por los agresores de hoy. Si una dictadura en medio de la abundancia no consigue hacerse permanente, ¿cómo va a prevalecer en medio del hambre?(Libertad, núm. 23, 16 de noviembre de 1931).
¿CORTES FACCIOSAS?
NINGÚN régimen como el llamado "de libertad" para violentar la libre voluntad del pueblo y gobernar alegremente contra la corriente popular. El mecanismo dictatorial de un régimen de libertad como el que ha conquistado España - gracias a las abnegadas luchas de tantos mártires de izquierda - es muy sencillo: Consiste en ESTAFAR PARA ADQUIRIR Y RETENER LUEGO POR LA VIOLENCIA LO QUE SE ADQUIRIO CON EL ENGAÑO: el arte de dominar tiránicamente llamándose liberales radica, pues, en saber estafar a tiempo y gritar luego a grandes voces que lo defraudado es propiedad legítima.
Para el fraude están las elecciones; para gritar, la prensa; para retener violentamente, la Policía y la chusma adiestrada en el vandalismo.
* * *
Ahora se quiere obligar al país a soportar la prolongación de la Dictadura "hasta que todas las leyes complementarias estén aprobadas, porque mientras tanto no hay Constitución". Y COMO NO ESTA REGULADO EL EJERCICIO DE LAS LIBERTADES, ESTA CLARO QUE SOLO DEBE DISFRUTARLAS EL GOBIERNO, SUS AMIGOS... y los bandoleros del comunismo, con los que el Gobierno no se atreve.
Así se desprende de lo que vamos viendo y de lo que propone un sector bien colocado junto al Presupuesto, de periodistas y políticos madrileños. La inmoralidad no puede ser más descarada ni la estafa de la voluntad nacional más flagrante, si el propósito dictatorial se cumple. LAS PRIMERAS CORTES REPUBLICANAS SE CONVERTIRAN EN FACCIOSAS y podrían legítimamente ser disueltas por un golpe de fuerza que restituyese al cuerpo electoral el derecho primario a pronunciarse libremente. Una disolución violenta en tal caso no iría contra el Régimen, ni contra la misma Constitución que acaba de ser hecha.
No puede admitirse que las cortes se coloquen fuera de la Constitución al día siguiente de votarla.
Es un sofisma grosero, propio sólo de las tragaderas socialistas en materia de lógica y formalidad, afirmar, como Largo Caballero, que el decreto de convocatoria la sea la autoridad suprema vara discernir lo que deben hacer las "cortes Constituyentes" .HAN DE DURAR O DISOLVERSE SEGÚN LO QUE EL PUEBLO QUISO Y SIGUE QUERIENDO DE ELLAS; no lo que a uno o varios personajes con autoridad, siempre delegada, siempre inferior a la voluntad general, se les antojase marcar en una página de la "Gaceta".
Y el compromiso contraído, la consigna de funcionamiento y la razón de existencia de las Constituyentes es HACER LA CONSTITUCION Y NADA MAS. Son inútiles los sofismas y habilidades de la casta de enchufistas y dominadores: ellos están donde se ven porque prometieron al pueblo pronta y fácil instauración de un régimen de libertad. Para ello basta la Constitución y una ley electoral, en el caso más extremo, con la cual la Nación vuelva a hablar de modo que la Constitución votada viva -o muera- según a España convenga. Esta es la única conclusión decente que los dominadores de hoy pueden sacar de su misma significación, de lo que dijeron al país en todo momento antes de escalar la tiranía y de lo que la misma Constitución manda por LA VOZ SOBERANA DE LAS CORTES ELEGIDAS.
Lo contrario es matar a la Constitución con argucias de partido: es ir contra la República, que es régimen de libertad y de decencia; es restaurar con agravantes el despotismo achacado a sistemas anteriores, y apresar a la opinión toda en las mallas de un caciquismo de cuño republicano. Una contradicción de ese género es una burla sangrienta hecha a la nación, demostrando que el régimen masónico juega con España como con un pueblo de esclavos.
El movimiento de independencia nacional no debe hacerse esperar en tal caso.
(Anónimo. Libertad. núm. 26. 7 de diciembre de 1931.)
Es falso que este régimen socialista sea un término medio entre dos extremismos. Sus obras, al paso que lleva, serán únicamente el hambre y la persecución de todo el que produce.
Detrás de ello, es inevitable una dictadura soviética, cuya preparación el Gobierno conoce y no cuida de evitar.
¡Alerta con los traidores!...
Cierra España.
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