Carta Magna, su emblema.

Palabras de José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S

"La noticia de que José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S., se disponía a acudir a cierto congreso internacional fascista que está celebrándose en Montreaux es totalmente falsa. El jefe de Falange fue requerido para asistir; pero rehusó terminantemente la invitación, por entender que el genuino carácter nacional del Movimiento que acaudilla repugna incluso la apariencia de una dirección internacional. Por otra parte Falange Española de las J.O.N.S. no es un movimiento fascista; tiene con el fascismo algunas coincidencias en puntos esenciales de valor universal; pero va perfilándose cada día con caracteres peculiares y está segura de encontrar precisamente por ese camino sus posibilidades más fecundas".
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sábado, 10 de julio de 2010

74 aniversario del enfrentamiento de un pueblo. (IVª parte)

17 de julio: 1er. Pronunciamiento en el norte de África
El 17/18 de julio de 1936, estalla la rebelión militar-fascista en forma de Golpe, pero con un plan B, que era la guerra.

LA RESISTENCIA POPULAR CONSIGUE DERROTAR EL GOLPE. Y ello a pesar de la total pasividad del gobierno republicano presidido por Casares Quiroga: Esto es un hecho de una gran transcendencia histórica que es fundamental recuperar y fijar en nuestra memoria.

"LOS PUEBLOS DEL ESTADO ESPAÑOL" son los primeros que consiguen derrotar política y militarmente al fascismo. El golpe militar del 18 de julio, es derrotado militarmente por la resistencia popular y con bastante rapidez.
Los fascistas no esperaban este resultado y pasan por una situación de autentico pánico, por que el plan B, el inicio de una guerra contra el Pueblo, no podía hacerse sin la presencia del ejército de África y sin la presencia de los ejércitos fascistas europeos.
El ejercito peninsular en su mayoría había quedado fuera de juego por la rápida derrota del golpe militar-fascista.

Ellos sabían que había sitios en que era imposible que triunfara el golpe militar, como Madrid, Barcelona y Bilbao, pero contaban que en Santander, Valencia, Andalucia y el resto de Castilla, triunfara. Y no fue así, sólo en Galicia, Castilla la Vieja, menos Santander y las cuencas mineras de León y Palencia , Alava, Navarra, además de una franja en Andalucía occidental entre Sevilla y Córdoba, triunfó el golpe. Y como decíamos no tenían en la península otro ejercito disponible para llevar adelante el plan B, es decir la guerra, porque éste había sido derrotado.

Es por ello que la primera gran operación militar ya con la plena implicación del ejercito nazi-alemán y del fascista italiano, a través de su aviación y de su flota, la llamada operación estrecho, tiene como finalidad trasladar el ejército de África a la península.
La llamada operación estrecho, es una operación rápida de transporte militar por vía aérea que se comienza a finales de Julio, en ella participan veinte aviones de transporte "JU52" de la aviación nazi con sus tripulaciones respectivas y once aviones "saboya 81" de la aviación fascista italiana, también con sus tripulaciones respectivas, que llegan a África el 28 de julio.

La flotas de ambos países (Alemania e Italia) apoyaron la operación, así como algún navío inglés que estaba en la zona y que también colaboró activamente.
En este primer puente aéreo de la historia militar, la operación estrecho, son trasladadas de Tetuán a Sevilla y Jerez en muy pocas horas, catorce mil efectivos del ejército de África.

El ejército de África, "era el típico ejercito colonial, compuesto por las unidades indígenas, las mehallas y el tercio de extranjeros. Las filas de estas unidades se nutrían de marroquíes reclutados en las cabilas más atrasadas, de aventureros de distintos países huidos de la justicia o simplemente de individuos desclasados, que se convertían en desalmados mercenarios capaces de todos los crímenes. Estas fuerzas heterogéneas y apátridas estaban dirigidas y encuadradas por la oficialidad más reaccionaria del ejercito español".(Guerra y revolución en España 1936-1939).

Esa fue una de las puntas de lanza de las fuerzas franquistas en su guerra contra los Pueblos del Estado Español.
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La sublevación militar

Empieza un pronunciamiento militar para restablecer el orden y evitar una presunta revolución comunista, querían poner fin a las reformas económicas y sociales del Frente Popular. El celebro y organizador del golpe es el general Mola(gobernador militar en Navarra) y el general Sanjurgo(exiliado en Lisboa) tomaría el mando de la tropa(muere en un accidente de aviación cuando se traslada a España), la guerra comienza en Melilla el 17 de julio tb en Ceuta y Marruecos. El 18 de julio se subleva el general Franco en Islas Canarias y se traslada a Marruecos para mandar las tropas del norte de África en el avión llamado Dragón Rápido(es un avión británico alquilado x un periodista de la ABC). El golpe fracasa en algunos sitios xq el ejercito no adopto una postura unánime x ello se transforma en una guerra entre 2 bandos q duró casi 3 años. La rebelión fracasa en Cataluña, Levante, Asturias, Cantabria, Vascongadas, Castilla la Nueva, en gran parte de Extremadura, en Andalucía, Aragón y sobre todo en Madrid y Barcelona, son zonas de mayoría urbana y con un nº elevado de trabajadores industriales con la principales ciudades y con la agricultura de exportación(cítricos, vinos y aceites). Y triunfa en Castilla la Vieja, León, Navarra, la parte occidental de Aragón, Galicia, Baleares, Islas Canarias, parte de Extremadura y Andalucía, son regiones agrícolas, rurales y menos pobladas, sin grandes ciudades ni regiones industriales q alimentar y cuenta con cereales y materias primas mineras
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1936:

El Frente Popular, la coalición de izquierdas, gana las elecciones. Las nuevas Cortes deponen a Alcalá Zamora y nombran a Manuel Azaña Presidente de la República.
El primer gobierno de Azaña declaró la amnistía y reanudó la Reforma Agraria y los Estatutos por Cataluña, las provincias vascas, y finalmente, por Galicia. Azaña fue elegido Presidente de la República en mayo, y César Quiroga fue encargado de formar Gobierno. Los conflictos continuaron y después del asesinato del teniente Castillo de la Guardia de Asalto por fascistas armados, sus camaradas de armas asesinan en venganza al jefe de la oposición, Calvo Sotelo, el 12 de julio. Cinco días más tarde, el 17 de julio, la guarnición militar de Melilla se alza. La Guerra Civil había comenzado.
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Guerra Civil española

3. De los tres días de julio a la guerra larga

Desde el primer momento, el territorio nacional quedó dividido en dos zonas en función del éxito que obtuvieron los militares sublevados. Prácticamente se reproducía el mapa resultante de las elecciones de febrero de 1936; salvo casos aislados, los militares triunfaron en aquellas provincias donde fueron más votadas las candidaturas de derechas, mientras que fracasaron en aquellas donde la victoria electoral correspondió al Frente Popular. El “Alzamiento” (nombre dado por los rebeldes a su levantamiento contra el gobierno constitucional republicano) comenzó el 17 de julio en la ciudad norteafricana de Melilla. Las unidades militares destacadas en Marruecos que no controlaba el gobierno republicano se hicieron pocas horas después con Tetuán y Ceuta. El general Francisco Franco partió el día 18 desde las islas Islas Canarias hacia Tetuán, en una avioneta privada (Dragon Rapide). Ese mismo día se sublevaron los mandos militares de otras divisiones peninsulares; sin embargo, el levantamiento fracasó en las principales ciudades del país. Por otro lado, el 20 de julio de ese mismo año, recién comenzada la sublevación, falleció en un accidente de aviación el que había sido designado por los conspiradores jefe de la rebelión, el general José Sanjurjo.

Desde el día 18, ni el gobierno ni los rebeldes controlaban la totalidad del país. En un principio, la sublevación dejó en manos de los rebeldes Galicia, Navarra, Álava, el oeste de Aragón, las islas Baleares (excepto Menorca) y las Islas Canarias, así como la zona del protectorado español sobre Marruecos, buena parte del territorio de lo que hoy es la comunidad autónoma de Castilla y León, casi toda la provincia de Cáceres y algunas poblaciones de Andalucía. El gobierno republicano conservaba casi toda Andalucía, el Vascongadas (salvo Álava), Asturias (excepto la ciudad de Oviedo) y Cataluña, así como la isla balear de Menorca y los territorios de las actuales comunidades autónomas de Cantabria, Castilla-La Mancha, Región de Murcia y la Comunidad Valenciana. Conforme avanzó la contienda, el poder republicano perdió zonas que, desde finales de marzo de 1939, pasaron íntegras a disposición del Ejército franquista.

De cualquier forma, el comienzo de la guerra estuvo vinculado al plan establecido previamente por los conspiradores en la primavera de 1936 y en el que participaron mandos militares —la antirrepublicana Unión Militar Española (UME) y la Junta de generales (de la que Emilio Mola era el coordinador)— monárquicos, tradicionalistas (carlistas) y otros sectores de extrema derecha. El asesinato de José Calvo Sotelo, líder del derechista Bloque Nacional y participante activo en la conspiración contra el gobierno, que tuvo lugar la noche del 12 al 13 de julio, fue el episodio previo al pronunciamiento militar.

Pronto pudo comprobarse que el plan conspirador había fracasado y que el pretendido pronunciamiento decimonónico se convertiría en una guerra larga y cruel de tres años. Durante este trienio las operaciones militares permitieron establecer un desarrollo cronológico, a partir del paso del estrecho de Gibraltar por las tropas del Ejército de África mandadas por el general Franco (julio-agosto de 1936), con tres fases principales. La primera muestra la importancia que ambos bandos otorgaron a la ocupación de Madrid, ciudad que, en consecuencia, pronto fue motivo de asedio por las tropas insurrectas (dando lugar a la conocida como batalla de Madrid). La estrategia de los sublevados, que pretendía acceder a la capital desde el norte y desde el sur, fracasó. Una acción importante en esta primera fase, que en seguida quedaría en el elenco de “mitos” de la contienda, fue la liberación de los rebeldes asediados en el Alcázar de Toledo (28 de septiembre de 1936), defendido desde el 22 de julio por el coronel José Moscardó ante el acoso de las tropas republicanas. Contando con las fuerzas de África, así como con la ayuda alemana e italiana, Franco había avanzado previamente sobre Andalucía y conseguido ocupar en agosto las plazas extremeñas de Mérida y Badajoz, enlazando de esta manera con los sublevados del norte a lo largo de la frontera portuguesa. Mola, a su vez, había logrado cortar la frontera francesa al ocupar la ciudad guipuzcoana de Irún a principios de septiembre.

La segunda fase no abandonó la marcha sobre Madrid. Pero la batalla de Guadalajara (finales de marzo de 1937) se saldó con el éxito republicano, que tuvo presente el plan de ofensiva previsto por el general José Miaja contra las tropas enviadas por Italia. Los alzados decidieron entonces centrar sus principales operaciones en el norte. Con el apoyo decisivo de la aviación integrada en la Legión Cóndor alemana, que realizó una salvaje agresión a la localidad vizcaína de Guernica (26 de abril de 1937), las tropas rebeldes rompieron las defensas de Bilbao (el llamado “cinturón de hierro”) el 19 de junio de 1937, pocos días más tarde del fallecimiento del general Mola en accidente de aviación. En agosto (un mes después de obtener la victoria en la batalla de Brunete), esas mismas tropas entraron en Santander y, en octubre, tomaron las ciudades asturianas de Gijón y Avilés, con lo que los rebeldes completaban la última etapa de la ocupación de la zona norte.

A partir de finales de 1937 comenzó la tercera fase. Los republicanos, siguiendo los planes del general Vicente Rojo, conquistaron en enero de 1938 Teruel, ciudad que no obstante perdieron al mes siguiente. En julio de ese año comenzó la dura y decisiva batalla del Ebro, en la que la derrota del Ejército republicano (noviembre de 1938) dejó despejada la ruta para el avance de los sublevados hacia Cataluña. En los últimos días de enero de 1939, las tropas franquistas se instalaron en Barcelona, para avanzar en fechas sucesivas hacia la frontera francesa y ocupar los pasos desde Puigcerdá hasta Portbou (Girona). La ofensiva final (febrero-marzo de 1939) tuvo por objeto quebrantar las posiciones republicanas todavía pendientes, situadas en la zona centro y en el sur peninsular. A principios de marzo de ese año fracasó el criterio de mantener la resistencia defendido por el presidente del gobierno republicano, Juan Negrín, debido a la creación en Madrid del Consejo Nacional de Defensa. Este organismo, que encabezó el jefe del Ejército del Centro, el coronel Segismundo Casado, destituyó a Negrín y procuró alcanzar una paz honrosa con el gobierno franquista de Burgos después de hacerse con el control de Madrid mediante un cruento enfrentamiento entre las propias tropas republicanas. Sin embargo, no prosperaron sus gestiones encaminadas a lograr una paz acordada. Las tropas franquistas entraron en Madrid el 28 de marzo. Tres días más tarde, el gobierno republicano perdió las últimas plazas todavía fieles. El 1 de abril la guerra había terminado, no así las represalias.
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Fue en Melilla donde se produjeron los primeros acontecimientos del pronunciamiento militar de 1936 que desencadenaron la posterior Guerra Civil Española. En el contexto de los procesos de descolonización emprendidos tras la Segunda Guerra Mundial, los acuerdos de constitución de Marruecos como estado independiente en 1956 no contemplaron alteración alguna de la soberanía española de la ciudad que sin embargo, es reclamada por parte de sectores del nacionalismo marroquí.

Cierra España.

sábado, 26 de junio de 2010

74 aniversario del enfrentamiento de un pueblo. (IIIª parte)

Extracto del Diario de Sesiones de C.E 16 de junio de 1936

El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Calvo Sotelo tiene la palabra.

El Sr. CALVO SOTELO: Señores diputados, es ésta la cuarta vez que en el transcurso de tres meses me levanto a hablar sobre el problema del orden público.

"Lo hago sin fe y sin ilusión pero en aras de un deber espinoso, para cuyo cumplimiento me siento con autoridad reforzada al percibir de día en día como al propio tiempo que se agrava y extiende esa llaga viva que constituye el desorden público, arraigada en la entraña española, se extiende también el sector de la opinión nacional de que yo puedo considerarme aquí como vocero, a juzgar por las reiteradas expresiones de conformidad con que me honra una y otra vez.

"España vive sobrecogida con esa espantosa úlcera que el señor Gil Robles describía en palabras elocuentes, con estadísticas tan compendiosas como expresivas; España, en esa atmósfera letal, revolcándose todos en las angustias de la incertidumbre, se siente caminar a la deriva, bajo las manos, o en las manos —como queráis decirlo— de unos ministros que son reos de su propia culpa, esclavos, más exactamente dicho, de su propia culpa...

"Vosotros, vuestros partidos o vuestras propagandas insensatas, han provocado el 60 por 100 del problema de desorden público, y de ahí que carezcáis de autoridad. Ese problema está ahí en pie, como el 19 de febrero, es decir, agravado a través de los cuatro meses transcurridos, por las múltiples claudicaciones, fracasos y perversión del sentido de autoridad desde entonces producidos en España entera.

"... España no es esto. Ni esto es España. Aquí hay diputados republicanos elegidos con votos marxistas; diputados marxistas partidarios de la dictadura del proletariado, y apóstoles del comunismo libertario; y ahí y allí hay diputados con votos de gentes pertenecientes a la pequeña burguesía y a las profesiones liberales que a estas horas están arrepentidas de haberse equivocado el 16 de febrero al dar sus votos al camino de perdición por donde os lleva a todos el Frente Popular. (Rumores.)

"La vida de España no está aquí, en esta mixtificación. (Un señor diputado: ¿Dónde está?) Está en la calle, está en el taller, está en todos los sitios donde se insulta, donde se veja, donde se mata, donde se escarnece; y el Parlamento únicamente interesa cuando nosotros traemos la voz auténtica de la opinión...

"... La República, el Estado español, dispone hoy de agentes de la autoridad en número que equivale casi a la mitad de las fuerzas que constituyen el Ejército en tiempo de paz. Porcentaje abrumador, escandaloso casi, no conocido en país alguno normal, si queréis en ningún país democrático europeo. Por consiguiente, no se puede decir que la República, frente a estos problemas del desorden público, haya carecido de los medios precisos para contenerlo.

"¿Cuál es, pues, la causa? La causa es de más hondura, es una causa de fondo, no una causa de forma. La causa es que el problema del desorden público es superior, no ya al Gobierno y al Frente Popular, sino al sistema democrático-parlamentario y a la Constitución del 31...

"... España padece el fetichismo de la turbamulta, que no es el pueblo, sino que es la contrafigura caricaturesca del pueblo. Son muchos los que con énfasis salen por ahí gritando: '¡Somos los más!' Grito de tribu —pienso yo—; porque el de la civilización sólo daría derecho al énfasis cuando se pudiera gritar: '¡Somos los mejores!", y los mejores, casi siempre, son los menos.

"La turbamulta impera en la vida española de una manera sarcástica, en pugna con nuestras supuestas 'soi disant' condiciones democráticas y, desde luego, con los intereses nacionales.

"¿Qué es la turbamulta? La minoría vestida de mayoría. La ley de la democracia es la ley del número absoluto, de la mayoría absoluta, sea equivalente a la ley de la razón o de la justicia, porque, como decía Anatole France, 'una tontería, no por repetida por miles de voces deja de ser tontería'.

"Pero tu ley de la turbamulta es la ley de la minoría disfrazada con el ademán soez, y vociferante y eso es lo que está imperando ahora en España; toda la vida española en estas últimas semanas es un pugilato constante entre la horda y el individuo, entre la cantidad y la calidad, entre la apetencia material y los resortes espirituales, entre la avalancha hostil del número y el impulso selecto de la personificación jerárquica, sea cual fuere la virtud, la herencia, la propiedad, el trabajo, el mando; lo que fuere; la horda contra el individuo.

"Y la horda triunfa porque el Gobierno no puede rebelarse contra ella o no quiere rebelarse contra ella, y la horda no hace nunca la Historia, Sr. Casares Quiroga; la Historia es obra del individuo. La horda destruye o interrumpe la Historia y SS. SS. son víctimas de la horda; por eso SS. SS. no pueden imprimir en España un sello autoritario. (Rumores.)

"Y el más lamentable de los choques (sin aludir ahora al habido entre la turba y el principio espiritual religioso) se ha producido entre la turba y el principio de autoridad, cuya más augusta encarnación es el Ejército. Vaya por delante un concepto en mí arraigado: el de la convicción de que España necesita un Ejército fuerte, por muchos motivos que no voy a desmenuzar... (Un Sr. Diputado: Para destrozar al pueblo, como hacíais.)

"... Sobre el caso me agradaría hacer un levísimo comentario. Cuando se habla por ahí del peligro de militares monarquizantes, yo sonrío un poco, porque no creo —y no me negaréis una cierta autoridad moral para formular este aserto— que exista actualmente en el Ejército español, cualesquiera que sean las ideas políticas individuales, que la Constitución respeta, un solo militar dispuesto a sublevarse en favor de la Monarquía y en contra de la República. Si lo hubiera, sería un loco, lo digo con toda claridad (Rumores), aunque considero que también sería loco el militar que al frente de su destino no estuviera dispuesto a sublevarse en favor de España y en contra de la anarquía..." (Grandes protestas y contraprotestas.)

El Sr. PRESIDENTE: No haga su señoría invitaciones que fuera de aquí pueden ser mal traducidas.

El Sr. CALVO SOTELO: La traducción es libre, Sr. Presidente; la intención es sana y patriótica, y de eso es de lo único que yo respondo...

"... Y puesto que el debate se ha producido sobre desórdenes públicos o sobre el orden público, ¿cómo podría yo omitir un repaso rapidísimo de algunos episodios tristes acaecidos en esta materia y que constituyen un desorden público atentatorio a las esencias del prestigio militar?

"... Un cadete de Toledo tiene un incidente con los vendedores de un semanario rojo: se produce un alboroto: no sé si incluso hay algún disparo; ignoro si parte de algún cadete, de algún oficial, de un elemento militar o civil, no lo sé; pero lo cierto es que se produce un incidente de escasísima importancia. Los elementos de la Casa del Pueblo de Toledo exigen que en término perentorio... (Un Sr. diputado: Falso. —Rumores.) se imponga una sanción colectiva (siguen los rumores) y, en efecto, a las veinticuatro horas siguientes, el curso de la escuela de Gimnasia es suspendido 'ab irato' y se ordena el pasaporte y la salida de Toledo en término de pocas horas a todos los sargentos y oficiales que asisten al mismo, y la Academia de Toledo es trasladada fulminantemente al campamento, donde no había intención de llevarla, puesto que hubo que improvisar menaje, utensilios, colchonetas, etc., y allí siguen. Se ha dado satisfacción así a una exigencia incompatible con el prestigio del uniforme militar, porque si se cometió alguna falta, castíguese a quien la cometió, pero nunca es tolerable que por ello se impongan sanciones a toda una colectividad, a toda una Corporación. (Rumores)

"En Medina del Campo estalla una huelga general; ignoro por qué causa, y para que los soldados del regimiento de Artillería allí de guarnición puedan salir a la compra, consiente, no sé qué jefe —si conociera su nombre lo diría aquí, y no para aplaudirle—, que vayan acompañados, en protección, por guardias rojos (Rumores. Un señor Diputado: No es verdad. Lo sé positivamente. Siguen los rumores.) Es verdad. (Protestas.)

"En Alcalá de Henares (los datos irán, si es preciso, al Diario de Sesiones para ahorrar las molestias de la lectura). (Risas.) Tomadlo a broma; para mí esto en muy serio. (Rumores.) Un día un capitán, al llegar aquí, es objeto de insultos, intentan asaltar su coche, se ve obligado a disparar un tiro para defenderse, y es declarado disponible. (Rumores.)

"Otro día, un capitán, en la plaza municipal de Alcalá, es requerido por unas mujeres para que defienda a un muchacho que está siendo apaleado por una turba de mozalbetes; interviene, se promueve un incidente y el coronel ordena que pase al cuartel, queda allí arrestado y se le declara disponible.

"Otro día (este hecho ocurrió hace poco más de un mes) llega a Alcalá un capitán en bicicleta, el capitán señor Rubio: la turba le sigue, se mete él en su casa: la turba intenta asaltarla y tiene que defenderse: pide auxilio al coronel o al general: se lo niegan, sigue sosteniendo la defensa durante dos o tres horas; tiene que evacuar a la familia por la puerta trasera de la casa donde vive. (Rumores. El señor presidente agita la campanilla reclamando orden.)

"Al día siguiente el general de esa brigada ordena que los oficiales salgan sin uniformes ni armas a la calle, y al otro día, gracias a las gestiones que realizan los elementos de la Casa del Pueblo en los centros ministeriales, se da la urden de que en el término de ocho horas sean desplazados los dos regimientos de guarnición en Alcalá, el uno a Palencia y el otro a Salamanca... (Rumores y protestas. El señor presidente reclama orden.)

"...Yo podría alargar esta lista, pero la cierro. Voy a hacer un solo comentario, ahorrándome otros que quedan aquí en el fuero de mi conciencia y que todos podéis adivinar. Quiero decir al Sr. presidente del Consejo de Ministros que, puesto que existe la censura, que puesto que S.S. defiende y utiliza los plenos poderes que supone el estado de alarma, es menester que S.S. transmita a la censura instrucciones inspiradas en el respeto debido a los prestigios militares.

"Hay casos bochornosos de desigualdad que probablemente desconoce S.S., y por si los desconoce, y para que los corrija y evite en lo futuro, alguno quiero citar a S.S. Porque, ¿es lícito insultar a la Guardia Civil (y aquí tengo un artículo de Euzkadi Rojo, en que dice que la Guardia Civil asesina a las masas y que es homicida) y, sin embargo, no consentir la censura que se divulgue algún episodio, como el ocurrido en Palenciana, pueblo de la provincia de Córdoba, donde un guardia civil, separado de la pareja que acompañaba, es encerrado en la Casa del Pueblo y decapitado con una navaja cabritera? (Grandes protestas. Varios señores diputados: Es falso, es falso.) ¿Qué no es cierto que el guardia civil fue internado en la Casa del Pueblo y decapitado? El que niegue eso es... (El orador pronuncia palabras que no constan por orden del Sr. presidente y que dan motivo a grandes protestas e increpaciones.)

El Sr. PRESIDENTE: Señor Calvo Sotelo, retire S.S. inmediatamente esas palabras.

El Sr. CALVO SOTELO: Señor presidente, a mí me gusta mucho la sinceridad, jamas me presto a ningún género de convencionalismos, y voy a decir quién es el diputado que ha calificado de canallada la exposición, que yo hacía: es el señor Carrillo. Si no explica estas palabras, han de mantenerse las mías. (Se reproducen fuertemente las protestas.)

El Sr. PRESIDENTE: Se dan por retiradas las palabras del señor Calvo Sotelo. Puede seguir su señoría.

El Sr. SUÁREZ DE TANGIL: ¿Y las del Sr. Carrillo? (El señor Carrillo replica con palabras que levantan grandes protestas y que no se consignan por orden de la Presidencia.)

El Sr. PRESIDENTE: Señor Carrillo, si cada uno de los señores diputados ha de tener para con los demás el respeto que pide para sí mismo, es preciso que no pronuncie palabras de ese jaez, que, vuelvo a repetir, más perjudican a quien las pronuncia que a aquél contra quien se dirigen. Doy también por no pronunciadas las palabras de su señoría.

El Sr. CALVO SOTELO: Voy a concluir ya... Para que el Consejo de Ministros elabore esos propósitos de mantenimiento del orden han sido precisos 250 ó 300 cadáveres, 1.000 ó 2.000 heridos y centenares de huelgas. Por todas partes, desorden, pillaje, saqueo, destrucción. Pues bien, a mí me toca decir, Sr. presidente del Consejo, que España no os cree. Esos propósitos podrán ser sinceros, pero os falta fuerza moral para convertirlos en hechos.

"¿Qué habéis realizado en cumplimiento de esos propósitos? Un telegrama circular y una combinación fantasmagórica de gobernadores, reducida a la destitución de uno, ciertamente digno de tal medida, pero no digno ahora, sino hace tres meses. Y quedan otros muchos que están presidiendo el caos, que parecen nacidos para esa triste misión, y entre ellos y al frente de ellos un anarquista con fajín, y he nombrado al gobernador civil de Asturias, que no parece una provincia española, sino una provincia rusa... (Fuertes protestas.—Un Sr. diputado: Y eso, ¿qué es? Nos está provocando. El señor presidente agita la campanilla reclamando orden.)

"... Yo digo. Sr. presidente del Consejo de Ministros, compadeciendo a S.S. por la carga ímproba que el azar ha echado sobre sus espaldas...

(El Sr. presidente del Consejo de Ministros: Todo menos que me compadezca S.S. Pido la palabra. —Aplausos.)

"El estilo de improperio característico del antiguo señorito de la ciudad de La Coruña... (Grandes protestas.)

(El Sr. presidente del Consejo de Ministros: Nunca fui señorito. —Varios señores diputados increpan al señor Calvo Sotelo airadamente)

El Sr. PRESIDENTE: ¡Orden! Los señores diputados tomen asiento.

"Señor Calvo Sotelo, voy pensando en que es propósito deliberado de S.S. producir en la Cámara una situación de verdadera pasión y angustia. Las palabras que S.S. ha dirigido al Sr. Casares Quiroga, olvidando que es el presidente del Consejo de Ministros, son palabras que no están toleradas, no en la relación de una Cámara legislativa, sino en la relación sencilla entre caballeros. (Aplausos.)

El Sr. CALVO SOTELO: Yo confieso que la electricidad que carga la atmósfera presta a veces sentido erróneo a palabras pronunciadas sin la más leve maligna intención. (Protestas.)

"... Lamento que se haya alargado mi intervención por este último incidente y concluyo volviendo con toda serenidad y con toda reflexión a lo que quisiera que fuese capítulo final de mis palabras, y es que anteayer ha pronunciado el Sr. Largo Caballero un nuevo discurso y en él ha dicho que esta política, la política del Gobierno del Frente Popular, sólo es admisible para ellos en tanto en cuanto sirva el programa de la revolución de octubre, en tanto en cuanto se inspire en la revolución de octubre. Pues basta, Sr. presidente del Consejo; si es cierto eso, si es cierto que S.S., atado umbilicalmente a esos grupos, según dijo aquí en ocasión reciente, ha de inspirar su política en la revolución de octubre, sobran notas, sobran discursos, sobran planes, sobran propósitos, sobra todo; en España no puede haber más que una cosa: la anarquía. (Aplausos)

El Sr. PRESIDENTE: El Sr. presidente del Consejo de Ministros tiene la palabra.

El Sr. presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Casares Quiroga): Señores diputados, yo tenía la decidida intención de esperar a que tomaran parte en este debate todos los oradores que habían pedido la palabra, e intervenir entonces, en nombre de! Gobierno; pero el Sr. Calvo Sotelo ha pronunciado esta tarde, aquí, palabras tan graves, que antes que el presidente del Consejo de Ministros, quien ha pedido la palabra, diré que, impulsivamente, ha sido el ministro de la Guerra...

"... El Sr. Calvo Sotelo, con una intención que ya no voy a analizar, aunque pudiera hacerlo, ha venido esta tarde a locar puntos tan delicados y a poner los dedos, cruelmente, en llagas que, como español simplemente, debiera cuidad muy mucho de no presentar, que es obligado al ministro de la Guerra el intervenir inmediatamente para desmentir en su fundamento todas las afirmuaciones que ha hecho el Sr. Calvo Sotelo...

"... Yo no quiero incidir en la falta que cometería S.S, pero sí me es lícito decir que después de lo que ha hecho S.S. hoy ante el Parlamento, de cualquier caso que pudiera ocurrir, que no ocurrirá, haré responsable ante el país a su señoría. (Fuertes aplausos.)

"No basta, por lo visto, que determinadas personas, que yo no sé si son amigas de su señoría, pero tengo ya derecho a empezar a suponerlo, vayan a procurar levantar el espíritu de aquellos que puede creerse que serían fáciles a la subversión, recibiendo a veces por contestación el empellón que los arroja por la escalera; no basta que algunas persona amigas de su señoría vayan haciendo folletos, formulando indicaciones, realizando una propaganda para conseguir que el Ejército, que está al servicio de España y de la República, pese a todos vosotros y a todos vuestros manejos, se subleve (aplausos); no basta que, después de habernos hecho probar las 'dulzuras' de la Dictadura de los siete años, S.S, pretenda ahora apoyarse de nuevo en un Ejército, cuyo espíritu ya no es el mismo, para volvernos a hacer pasar por las mismas amarguras; es preciso que aquí, ante todos nosotros, en el Parlamento de la República, S.S., representación estricta de la antigua Dictadura venga otra vez a poner las manos en la llaga, a hacer amargas las horas de aquellos que han sido sancionados, no por mí, sino por los Tribunales; es decir, a procurar que se provoque un espíritu subversivo. Gravísimo. Sr. Calvo Sotelo. Insisto; si algo pudiera ocurrir, su señoría sería el responsable con toda responsabilidad. (Muy bien; aplausos.)

"... ¿Que España no nos va a creer? ¿Cuál España? ¿La vuestra, ya que, por lo visto estamos dividiendo a España en dos? ¿Qué España no nos va a creer? Sr. Gil Robles y Sr. Calvo Sotelo, no quiero incurrir en palabras excesivas; a los hechos me remito. Ya veremos si España nos cree o no. (Prolongados aplausos de la mayoría.)

El Sr. PRESIDENTE: Distintos señores diputados han pedido la palabra. He de considerar el acuerdo adoptado por la Cámara hace unos minutos en el sentido de que, haciendo un poco expansiva la interpretación del Reglamento en lo que se refiere a las proposiciones no de ley, puedan intervenir en el debate los señores diputados que lo han solicitado. La Sra Ibárruri tiene la palabra.

La Sra. IBÁRRURI: Sr. Casares Quiroga. Sres, ministros: Ni los ataques de la reacción ni las maniobras, más o menos encubiertas, de los enemigos de la democracia, bastarán a quebrantar ni a debilitar la fe que los trabajadores tienen en el Frente Popular y en el Gobierno que lo representa. (Muy bien.) Pero es necesario que el Gobierno no olvide la necesidad de hacer sentir la ley a aquellos que se niegan a vivir dentro de la ley. Y si hay generalitos reaccionarios que en un momento determinado, azuzados por elementos como el Sr. Calvo Sotelo, pueden levantarse contra el Poder del Estado, hay también soldados del pueblo, cabos heroicos, como el de Alcalá, que saben meterlos en cintura. (Muy bien.) Y cuando el Gobierno se decida a cumplir con ritmo acelerado el pacto del Frente Popular y, como decía no hace muchos días el Sr. Albornoz, inicie la ofensiva republicana, tendrá a su lado a todos los trabajadores dispuestos, como el 16 de febrero, a aplastar a esas fuerzas y a hacer triunfar, una vez más, al Bloque Popular.

"Conclusiones a que yo llego: Para evitar las perturbaciones, para evitar el estado de desasosiego que existe en España, no solamente hay que hacer responsable de la que pueda ocurrir a un Sr. Calvo Sotelo cualquiera, sino que hay que comenzar por encarcelar a los patronos que se niegan a aceptar los laudos del Gobierno.

"Hay que comenzar por encarcelar a los terratenientes; hay que encarcelar a los que con cinismo sin igual, llenos de sangre de la represión de octubre, vienen aquí a exigir responsabilidades por lo que no se ha hecho. Y cuando se comience por hacer esta obra de justicia, Sr. Casaros Quíroga. Sres. ministros, no habrá Gobierno que cuente con un apoyo más firme, más fuerte que el vuestro, porque las masas populares de España se levantarán, repito, como en el 16 de febrero, y aún, quizá, para ir más allá, contra todas esas fuerzas que, por decoro, nosotros no deberíamos tolerar que se sentaran allí (Grandes aplausos.)

El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Calvo Sotelo tiene la palabra para rectificar.

El Sr. CALVO SOTELO: Voy a contestar ahora, rapidísimamente, unas palabras y conceptos concretos del Sr. Casares Quiroga. Su señoría ha querido darme una lección de prudencia política... Ahora bien, Sr. Casares Quiroga; para que S.S. dé lecciones de prudencia, es preciso que comience por practicarla, y el discurso de S.S. de hoy es la máxima imprudencia que en mucho tiempo haya podido culminarse desde el banco azul...

"Para mí, el Ejército (lo he dicho fuera de aquí y en estas palabras no hay nada que signifique adulación), para mí, el Ejército —y discrepo en esto de amigos como el Sr. Gil Robles—, no es en momentos culminantes para la vida de la patria un mero brazo, es la columna vertebral. Y yo agrego que en estos instantes en España se desata una furia antimilitarista que tiene sus arranques y orígenes en Rusia y que tiende a minar el prestigio y la eficiencia del Ejército español.

"¿Que S.S. ama al Ejército? No lo he negado. ¿Que se trata de servir al Ejército? No lo he puesto en duda; lo que sí he advertido a S.S. es la necesidad absoluta de que se evite que el Ejercito pueda descomponerse, pueda disgregarse, pueda desmedularse a virtud de la acción envenenadora que en tomo suyo se produce... Por las calles de Oviedo, a las veinticuatro o a las cuarenta y ocho horas de la circular de S.S., que prohíbe ciertos desfiles y ciertas exhibiciones, han pasado tranquilamente uniformados y militarizados, cinco, seis, ocho o diez mil jóvenes milicianos rojos, que al pasar ante los cuarteles no hacían el saludo fascista, que a S.S. le parece tan vitando, pero sí hacían el saludo comunista, con el puño en alto y gritaban: "¡Viva el ejército rojo!'; palabras que no tenían el valor... (un señor diputado: No es cierto), lo dice Claridad. (El mismo señor diputado: No han desfilado por delante de ningún cuartel.)

"Esos vivas al ejército rojo quieren ser, quizá, una añagaza para disimular ciertas perspectivas bien sombrías sobre lo que quedaría de las instituciones militares actuales en el supuesto de que triunfase vuestra doctrina comunista. Pero no caben despistes. De los jefes, oficiales y clases del Ejército zarista, ¿cuántos militan y figuran en las filas del ejército rojo? Muchos murieron pasados a cuchillo, otros murieron de hambre; otros pasean su melancolía conduciendo taxis en París o cantando canciones del Volga. (Risas.) No ha quedado ninguno en el ejército rojo.

"Yo tengo, Sr. Casares Quiroga, anchas espaldas. Su señoría es hombre fácil y pronto para el gesto de reto y para las palabras de amenaza. Le he oído tres o cuatro discursos en mi vida, los tres o cuatro desde ese banco azul, y en todos ha habido siempre la nota amenazadora. Bien, Sr. Casares Quiroga. Me doy por notificado de la amenaza de S.S. Me ha convertido su señoría en sujeto, y por tanto no sólo activo, sino pasivo de las responsabilidades que puedan nacer de no sé qué hechos. Bien, Sr. Casares Quiroga.

"Lo repito, mis espaldas son anchas; yo acepto con gusto y no desdeño ninguna de las responsabilidades que se puedan derivar de actos que yo realice, y las responsabilidades ajenas, si son para bien de mi patria (exclamaciones) y para gloria de mi España, las acepto también. ¡Pues no faltaba más! Yo digo lo que Santo Domingo de Silos contestó a un rey castellano: 'Señor, la vida podéis quitarme pero más no podéis". Y es preferible morir con gloria a vivir con vilipendio. (Rumores.)

"Pero a mi vez invito al Sr. Casares Quiroga a que mida sus responsabilidades estrechamente, si no ante Dios, puesto que es laico, ante su conciencia, puesto que es hombre de honor; estrechamente, día a día. hora a hora, por lo que hace, por lo que dice, por lo que calla. Piense que en sus manos están los destinos de España, y yo pido a Dios que no sean trágicos. Mida S.S. sus responsabilidades, repase la historia de los veinticinco últimos años y verá el resplandor doloroso y sangriento que acompaña a dos figuras que han tenido participación primerísima en la tragedia de dos pueblos: Rusia y Hungría, que fueron Kerensky y Karoly; Kerensky fue la inconsciencia; Karoly, la traición a toda una civilización milenaria.

"Su Señoría no será Kerensky, porque no es ningún inconsciente, tiene plena conciencia de lo que dice, de lo que calla y de lo que piensa. Quiera Dios que S.S. no pueda equipararse jamás a Karoly." (Aplausos.)

Cierra España.

domingo, 20 de junio de 2010

74 aniversario del enfrentamiento de un pueblo. (IIª parte)

El triunfo del Frente popular (enero-julio 1936)

El gobierno de derechas no es estable, y convoca nuevas elecciones, en 1936, para consolidarse. Pero las elecciones son ganadas por una coalición de izquierda: el Frente Popular.

El nuevo gobierno pone en marcha, rápidamente, las reformas que habían quedado en suspenso y las que eran demandadas por la sociedad. Una de las primera medidas que toma es la liberación de los presos políticos. Pero sus formas no son tan rápidas como el pueblo quiere, al menos los anarquistas. El pueblo se lanza a realizar las reformas por su cuenta, ocupando tierras, y el gobierno se limita a legalizar situaciones de hecho. La oligarquía tradicionalista se siente más amenazada que nunca. Además, desde hace tiempo viene conspirando, en secreto, contra la república.

- Disolución de las Cortes, se convocan elecciones generales 7 de enero de 1936.

- Triunfo de la agrupación de izquierdas en las elecciones celebradas el 16 de febrero de 1936.

- Manuel Azaña es nombrado, el 19 de febrero de 1936, presidente del Gobierno frentepopulista, del que no forman parte los socialistas.

- Destitución de Niceto Alcala-Zamora como presidente de la república el 7 de abril de 1936.

- Crisis de gobierno, Manuel Azaña dimite y es nombrado Presidente de la República 10 de mayo de 1936

- Forma Gobierno Santiago Casares Quiroga (12 de mayo de 1936).

- Aumento de la confrontación entre elementos radicales de derecha e izquierda. El 12 de julio de 1936 es asesinado delante de su casa por unos pistoleros vinculados a elementos radicales de derecha el Teniente José Castillo (recién casado). Era miembro de la UMRA, organización militar antifascista, y también trabajaba con las Juventudes Socialistas. Unas pocas horas después del asesinato del teniente José Castillo, uno de sus mejores amigos, el Capitán Fernando Condes, y otros oficiales de policía arrestaron por propia iniciativa a Calvo Sotelo en su casa sobre las 3 de la mañana, lo introdujeron en un coche de la Guardia de Asalto, y el oficial Luis Cuenca le disparó un tiro en la nuca. Su cuerpo fue llevado a la funeraria municipal. Calvo Sotelo era dirigente del partido monárquico Renovación Española y antiguo ministro de Hacienda durante la monarquía de Alfonso XIII.

Alcalá Zamora convoca de nuevo elecciones para el 16 de Febrero de 1936 y disuelve las cortes. El 15 de Enero se firma un pacto de Frente Popular, con un programa limitado a la amnistía de presos, reintegración de obreros a sus puestos de trabajo y la aplicación de la legislación suspendida.

Por su parte la derecha presento un bloque compacto.

El triunfo electoral del Frente popular cambio el estado de animo de todo el mundo. Franco, Gil robles, Calvo Sotelo presionaron para conseguir la declaración de Estado de Guerra, pero no lo consiguieron. El presidente de la Republica llamo a los republicanos y unos pocas horas después se formo un gobierno, presidido por Azaña. La amnistía fue concedida 48 horas después, así como la readmisión de los obreros, el gobierno de Cataluña saldría del penal, se abría el parlamento catalán.

Una vez reunidas las cortes, eligieron presidente a Martínez Barrio, se puso en marcha la elaboración del Estatuto de Autonomía del Vascongadas. El frente popular al triunfar, creaba una nueva situación en el campo, en el que los trabajadores y sus organizaciones, se convertían en la fuerza local dominante.

Las muchedumbres se adelantaban a liberar a los presos políticos, con la impaciencia de los hombres del campo. En la primera semana de Marzo de 1936, numerosos generales como Mola, Valera, Vallegas, Rodrigues del Barrio, Franco se reunieron para acordar el principio del alzamiento.

Azaña y sus hombres tenían ante si la vasta tarea de modernizar el país. Desde marzo a Julio, todos los lemas de la derecha consistían en salvar el orden social, la contrapartida era denunciar el desorden publico existente, el caos que se avecinaba.

En junio de 1935, José Antonio Primo de Rivera, ya había dicho que la única solución era una guerra civil. En el mes de Marzo de 1936 los falangistas tiran sobre Jiménez de Asúa y matan al policía Gisbert, unos días después la Falange es declara ilegal, y detiene a su jefe nacional, el 4 de mayo de 1936, José Antonio escribe una carta desde la cárcel “carta a los militares”, decía: “el que España siga depende de vosotros. El sector mas derechista de la CEDA entraba en el engranaje de la conspiración. El Gobierno Azaña constituye un intento de practicar la normalidad constitucional. Pero según avanzaban los días los estados de conciencia colectivos en cuanto a pensamiento ideológico iban en aumento. Los anarcosindicalistas se desentendían del gobierno y avivaron conflictivas huelgas, como la petición de 36 horas laborales. El ala izquierda del Partido Socialista, considero que no era hora de volver a aliarse con “partidos burgueses”. El otro sector socialista era mucho mas cauto que el ala izquierda (en la que destaca Largo Caballero) porque ellos sí temían el golpe de estado.

Cuando las cortes abrieron sus sesiones el 3 de abril de 1936, los yunteros ya habían ocupado las tierras, que todavía no se les habían dado. No era un misterio que se trataban conjuras entre algunos mandos militares. Entre Alcalá Zamora y Azaña existía una tensión, por la cual Azaña y otros temían que disolviese las cortes, por lo que consiguieron destituir a Alcalá Zamora. La destitución de Alcalá Zamora hace que Azaña llegue a la Presidencia de la Republica, con lo que los acontecimientos hacia una sublevación militar iban cada vez mas deprisa. En la segunda quincena de mayo las huelgas acrecentaron la tensión social: la CNT desata un guerrilla de huelgas. En Barcelona son los patronos los que no cumplen la ley de 44 horas para los metalúrgicos. En Asturias, Zaragoza y otras ciudades las huelgas se sucedían. En el campo la situación era mas difícil, había muertes de campesinos y guardia civiles, en Carrión colgaron al presidente de la Casa del Pueblo, hubo intentos de quemar iglesias que desesperaron a la derecha. El gobierno recibía constantemente noticias que confirmaban una conspiración.

El 16 de febrero hay elecciones. Se forman dos grandes bloques o coaliciones. ¿Cuáles?

El frente popular que es una coalición de todos los partidos de izquierda. Y el frente nacional con todos los partidos de derecha. Ganó el frente.

La coalición frentepopulista hubo de enfrentarse al levantamiento militar del 18 de julio de 1936 que originó la Guerra Civil (1936-1939). Para ello, Azaña nombró presidente del gobierno a Martínez Barrio el día 19, pero éste no llegó a formar gabinete y, en esa misma jornada, ocupó la jefatura gubernamental José Giral y Pereyra. Los avatares bélicos del conflicto y, sobre todo, las cuestiones estrictamente políticas llevaron a la formación de dos nuevos gobiernos frentepopulistas encabezados ya por miembros del PSOE, en los cuales tuvieron entrada asimismo comunistas e, incluso, militantes de la anarcosindicalista Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Así, los dos últimos gobiernos del Frente Popular, anteriores a la victoria definitiva de las fuerzas lideradas por el general Francisco Franco en abril de 1939, estuvieron presididos por los socialistas Francisco Largo Caballero (septiembre de 1936-mayo de 1937) y Juan Negrín. Con el final de la experiencia frentepopulista concluyó asimismo la propia II República española.

Textos Históricos:
“La verdad es, lo he publicado antes de ahora, que el país no recibió mal a la dictadura, ni la dictadura hizo daño material al país. Es decir, no gobernó peor que sus antecesores. Les llevó la ventaja de que impuso orden, corto la anarquía reinante, suprimió los atentados personales, metió el resuello en el cuerpo de los organizadores de huelgas y así se estuvo seis años. Nunca la simpatía personal ha colaborado tan eficazmente en formar de un gobernante como el caso de Primo de Rivera, [...]”

Alejandro Lerroux, Mis memorias.
Frente Popular (Febrero 1936 - Marzo 1939)

Manifestación jubilosa en Madrid tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones generales celebradas en España el 16 de febrero de 1936

Disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones generales 7 de enero de 1936.

Triunfo de la agrupación de izquierdas en las elecciones celebradas el 16 de febrero de 1936 con los siguientes resultados:

Frente Popular (en Cataluña y Valencia, Frente de Izquierdas o Front d'Esquerres): 4.654.116 votos y 278 escaños.

PSOE: 99 escaños.

Izquierda Republicana: 87 escaños.

ERC: 36 escaños.

Unión Republicana: 34 escaños.

PCE: 14 escaños.

Acció Catalana: 5 escaños.

ORGA: 3 escaños.

Otros partidos del FP (POUM, Partido Sindicalista...): 20 escaños.

Frente Nacional (en Cataluña, Frente de Orden o Front d'Ordre): 4.503.505 votos y 136 escaños.

CEDA: 88 escaños.

Comunión Tradicionalista: 13 escaños.

Renovación Española: 12 escaños.

Lliga Regionalista de Cataluña: 12 escaños.

Partido Agrario: 11 escaños.

Centro, PNV y otros: 562.651 votos y 59 escaños

Partido del Centro: 20 escaños.

PNV: 10 escaños.

Partido Republicano Radical: 9 escaños.

Otros partidos: 20 escaños.

Azaña es nombrado, el 19 de febrero de 1936, Presidente del Gobierno, del que no forman parte los socialistas.

Destitución de Niceto Alcalá-Zamora como Presidente de la República el 7 de abril de 1936.

Crisis de gobierno, Azaña dimite y es nombrado Presidente de la República 10 de mayo de 1936.

Forma gobierno Santiago Casares Quiroga (12 de mayo de 1936).

Cenit del enfrentamiento violento entre las izquierdas y derechas. El 12 de julio de 1936 es asesinado el teniente Castillo, de la Guardia de Asalto e instructor de las milicias de las juventudes socialistas, por elementos de la derecha. Al día siguiente guardias de asalto compañeros de Castillo, asesinan a José Calvo Sotelo, antiguo ministro de Hacienda de la monarquía y jefe del Bloque Nacional, agrupación de monárquicos de Renovación Española y de carlistas tradicionalistas.

Golpe de estado en la tarde del 17 de julio de 1936 del ejército del norte de Marruecos y diversas guarniciones peninsulares, al fracasar comienza la guerra civil.

EL FRENTE POPULAR Y EL CAMINO HACIA LA GUERRA (FEBRERO-JULIO DE 1936)

Al revisionismo anterior, los dirigentes frentepopulistas contrapusieron la agilización de la reforma agraria mediante la legalización de las ocupaciones de fincas y un intento de arbitraje entre las reivindicaciones extremas populares y la oposición derechista. En una dinámica de ascendente crispación, el asesinato del dirigente de extrema derecha José Calvo Sotelo, ocurrido el 13 de julio, motivó una alteración en los planes estratégicos del general Emilio Mola Vidal y de los demás conspiradores antirrepublicanos, así como el adelanto del golpe militar al 18 de julio. Éste será el inicio de la Guerra Civil, que culminó con la victoria franquista en abril de 1939, punto final de la azarosa experiencia republicana.

Cierra España.

domingo, 13 de junio de 2010

74 aniversario del enfrentamiento de un pueblo. (Iª parte)

Estamos a las vísperas de la conmemoración del 74 aniversario, de una contienda que destruyo España, de una contienda que hizo que hermanos a consecuencia de las políticas y políticos de izquierda, combatieran y derramaran su sangre, esta situación no llega por entrar en el 36 un gobierno de coalición de izquierda o frente populista, sino por el mal funcionamiento de un gobierno y una Republica durante años, donde se perdió la decencia, la honradez y se llevo al pueblo a la mas profunda de las miserias, siendo la gota que colmo el vaso y el colofón del mismo, el gobierno de coalición frente populista de las izquierdas de España.

El acercamiento alcanzado entre los partidos republicanos a partir de abril de 1935 sirvió a Azaña para proponer a los socialistas la formación de una coalición electoral para recuperar la República del primer bienio. La aceptación del PSOE (dividido entre prietistas y largocaballeristas), tuvo que superar reticencias de éstos último que condicionaban el pacto a la presencia en él de otras organizaciones obreras. En enero de 1936 la practica totalidad de toda la izquierda (la CNT mantenía una actitud de cierta neutralidad), firmo el Manifiesto Electoral del Frente Popular, que con un contenido moderado, estaba concebido para ser desarrollado por un gobierno compuesto por miembros de partidos republicanos con ayuda exterior de las fuerzas obreras. A este bloque de izquierdas se le opondría otro de derechas encabezados por la CEDA.

La victoria del Frente Popular fue acompañada de la practica desaparición del Partido Radical y la configuración de un sistema de partidos pluralista polarizado. Los comunistas entraban con 16 diputados. El sistema de partidos seguía presentando una alta fragmentación, reflejando los diferentes conflictos (regionales, confesionales, sociales y sobre la forma de gobierno) que se manifestaban en la realidad española del momento.

Los republicanos formaron el primer Gobierno frentepopulista presidido por Azaña hasta que en mayo pasó a ocupar la presidencia de la República tras la destitución de Alcalá-Zamora pro las Cortes. El Gobierno concede una amnistía para los represaliados de la revolución de 1934, restablece la Autonomía de Cataluña y reanuda una serie de reformas (entre ellas la agraria), en un situación de graves tensiones sociales y gran violencia. Se hace necesario que el PSOE entre en el Gobierno para contrarrestar la debilidad manifiesta de los republicanos, pero los largocaballeristas bloquean esta salida. Esta situación deja un vasto espacio para la actuación muy radicalizada de los sindicatos UGT y CNT que se han convertido en auténticos poderes sociales.

Mientras tanto, la CEDA está atenta a los movimientos y pierde relevancia política en la medida que ganan peso otras formaciones derechistas de nítido antiparlamentarismo (la trama militar de inspiración monárquica), en la conspiración contra la republica. El ejército tendrá el protagonismo en el golpe de Estado que se inicia en Melilla el 17 de julio de 1936, y la división en sus filas abrirá las puertas a la Guerra Civil.

En España, a partir de abril de 1935, Manuel Azaña y otros republicanos de izquierda propugnaron la cooperación y la unión de las fuerzas políticas liberales y obreristas; en julio-agosto de este mismo año la III internacional, en su séptimo congreso, revisó su política de oposición sistemática a la socialdemocracia y propuso la agrupación de todas las fuerzas izquierdistas en un Frente popular, con objeto de oponerse al ascenso del movimiento nazifascista. Entretanto, y después de los escándalos del estraperlo y de Nombela, Niceto Alcalá Zamora, Presidente de la República, encargó a Portela Valladares la formación de un nuevo gobierno (14 diciembre 1935), con la misión de disolver las cortes y realizar elecciones (Alcalá Zamora deseaba la victoria del centro, que afianzase la democracia y la república moderada, pusiese un freno al avance de las izquierdas y del marxismo, y eludiese el peligro de que la república fuese gobernada por elementos no declaradamente republicanos).

El 7 de enero de 1936, Portela Valladares anunció la convocatoria de elecciones. Días más tarde (15 enero) se firmaba el pacto electoral del Frente Popular, entre Izquierda Republicana, Unión Republicana, el PSOE, el PCE, el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), la UGT, la Federación Nacional de Juventudes Socialistas, el Partido Sindicalista y el Partido Republicano Federal; al mismo tiempo, en Cataluña se acordaba el Front d'esquerres de Cataluña. Estas alianzas electorales tenían un programa mínimo en el que se prometía una amnistía para los 30 000 presos politicosociales (en gran parte consecuencia de la fallida revolución de octubre de 1934) y el retorno a una política claramente republicana y evolucionista.

Por parte de los partidos firmantes del pacto se establecieron listas conjuntas de candidatos, y se convino en que, en caso de victoria, se formaría un gobierno exclusivamente de republicanos, mientras que los partidos obreros lo apoyarían sin formar parte de él. Incluso la dirección anarquista de la CNT, atemorizada por la represión sufrida y deseosa de que sus presos recobrasen la libertad -como exigían sus masas-, se abstuvo de hacer campaña antielectoral, y alguno de sus miembros, privadamente, recomendó se votase a las izquierdas. Éstas prometieron que el gobierno de la Generalidad -entonces encarcelado- sería reintegrado en el poder, y que se aceleraría la transferencia de funciones a la Generalidad; se propugnó, asimismo, la concesión de la autonomía al Vascongadas.

Las elecciones se celebraron el 16 de febrero, presididas por Portela Valladares, jefe del gobierno y ministro de Gobernación (la mayoría de los gobernadores civiles habían sido nombrados después de la victoria centroderechista de 1933 o fueron designados para sustituir a los gobernadores civiles izquierdistas separados después de la revolución de octubre de 1934). En 52 de los 70 distritos electorales los votantes pudieron elegir entre dos listas: la del centro-derecha y la del Frente popular. El 20 de febrero las juntas electorales dieron a conocer los resultados: el Frente popular había obtenido 257 diputados y unos 4.800.000 votos, la derecha 139 y 3.997.000, y el centro 57 y 449.000; 20 escaños quedaron sin decidir y hubo que recurrir a una segunda vuelta. El Frente popular se había impuesto en Cataluña, Madrid, País Valenciano, Aragón, Murcia, Andalucía, Extremadura, Galicia, Asturias y Vizcaya.

Emisarios de las fuerzas derechistas urgieron a diversas personalidades militares (entre ellas a Franco) a que se diese un golpe de estado, lo que fue rehusado por considerar que las circunstancias no eran oportunas. El 19 de febrero Azaña se hizo cargo del poder, sin esperar a la apertura de las cortes, prevista para el 16 de marzo. El gobierno Azaña, formado por nueve ministros de Izquierda republicana y tres de Unión republicana, amnistió a los presos politicosociales (22 febrero), suspendió el pago de las rentas agrícolas en Andalucía y Extremadura, primer paso para la revitalización de la reforma agraria (23 febrero), restableció en sus funciones a los ayuntamientos vascos suspendidos en el verano de 1934, al gobierno de la Generalidad, a los ayuntamientos catalanes y a los socialistas suspendidos después de la revolución de octubre de 1934. Azaña envió a Franco a la capitanía de las islas Islas Canarias y a Goded a la de las Baleares, con objeto de alejarlos de Madrid.

Al constituirse las cortes (17 marzo), los partidos del Frente popular contaban en ellas los siguientes diputados: socialistas 99, comunistas 17, Izquierda republicana 87, Unión republicana 39, Esquerra y sus aliados 36, federales 2, independientes de izquierda 17. El 7 de abril Alcalá Zamora fue depuesto de su cargo de presidente de la república (por 238 votos contra 5), acusado de haber disuelto por dos veces las cortes. El cargo lo ostentó Diego Martínez Barrio, presidente de las cortes, hasta que Azaña fue elegido presidente el 8 de mayo. Éste confió el gobierno a Casares Quiroga (10 mayo), quien lo formó con siete ministros de Izquierda republicana, tres de Unión republicana, uno de Esquerra y un independiente de izquierda.

Cierra España.

sábado, 12 de junio de 2010

Un criminal de guerra con calle propia en Mérida

Ordenar la ejecución de nada menos que 46 soldados republicanos es motivo suficiente para que los sujetos de la «Memoria Histórica» reclamasen retirar el nombre de una calle de Mérida dedicada al mando militar que ordenó tal salvajada sin proceso previo. Éste es un caso más de republicanos asesinados por el Gobierno de la República. El problema estriba que el sujeto en cuestión pertenecía al Partido Socialista Obrero Español y fue durante unos años -durante la II República- Alcalde de Mérida. Puede que empedrara muchas calles o que se inventara un festival, pero segar la vida de 46 hombres, y encimas marxistas o «republicanos» como él es motivo suficiente para relegar al olvido de este personaje tan siniestro. 2004 es el hito que supuso la destrucción del «mito» Andrés Nieto Carmona. En ese año el investigador y periodista Pedro Corral publicó un libro titulado Si me quieres escribir. Gloria y Castigo de la 84ª Brigada Mixta del Ejército Popular. Animo a que los que quieran conocer los detalles de estos hechos que lo adquiera. El episodio se desarrolló a grandes rasgos así. El 8 de enero de 1938 el Ejército Popular de la República obtuvo la única victoria relevante que fue la toma de Teruel (entregada por el Coronel Rey D’Harcourt) por la 84 Brigada Mixta comandada por el «Teniente Coronel» Andrés Nieto Carmona, socialista y ex Alcalde de Mérida. Como prometían y después no cumplían, 600 soldados se insubordinaron porque los mandos no cumplieron la promesa de un permiso de 3 días. Los soldados, que eran casi todos naturales de localidades del Levante, habían tenido la esperanza de volver en esos días a sus pueblos para ver a sus familias. Sin embargo, los Nacionales comenzaron una nueva ofensiva y supuso la movilización de las tropas «republicanas» hacia Teruel. Los soldados de la 84 Brigada Mixta se encontraban descansando en el pueblo de Rubielos de Mora y cuando recibieron una orden superior para que se movilizaran hacia el frente se negaron a acatarla. Entonces Nieto Carmona ordenó la ejecución de 46 hombres, correligionarios suyos, en la madrugada del 20 de enero de 1938.

Según desvela Pedro Corral, la documentación e informes originales firmados por Andrés Nieto Carmona sobre las ejecuciones se conservan en el Archivo General Militar de Ávila. Prueba irrefutable del desprecio por la vida humana. Tal criminal de guerra no se merece ni un adoquín. Pero la izquierda en España suele proteger a los criminales y homenajearlos con tal que sea de su propia cuerda ideológica. Cuatro años después de la publicación del citado libro, en 2008 la mayoría socialista en el actual Ayuntamiento de Mérida promovió desde esta institución pública un cálido homenaje al «héroe homicida» Nieto Carmona. No asistió representantes del Partido Popular, pero sí el ex Presidente Rodríguez Ibarra, el Secretario Provincial del PSOE, Francisco Fuentes Gallardo, o las Senadoras Ascensión Murillo y Carmen Granados entre otros. Me consta que los «asesores» del citado homenaje estaban al tanto de los crímenes del homenajeado, lo cual demuestra la falta de moral y de escrúpulos. La nota de prensa sobre el acto no tiene desperdicio. El actual Alcalde de Mérida, Ángel Calle Grajera, dijo que Nieto Carmona es «uno de esos políticos de raza que saben a qué grupo social y a que ideología se deben».Y no le falta razón, mandar asesinar a 46 personas en una madrugada resume perfectamente la ideología criminal y sanguinaria a la que servía. Pero lo más grave es que afirmó que es «una referencia moral y política y vamos a intentar seguir su camino». Pues vaya referencia, la de un criminal y asesino de guerra.

En la actualidad se están llevando a cabo los trabajos de exhumación de los cuerpos de los soldados fusilados en Rubielos de Mora como ha informado hace unas fechas ABC. Éstos son los nombres de los 46 soldados «republicanos» fusilados por orden de Andrés Nieto Carmona en la madrugada del 20 de enero de 1938: José Ferrer Morell. Daniel Penella Palacios. Matías de los Santos Vendrell. Salvador Martínez Tarazona. Antonio Salva Pons. Rafael Pérez Pardo. Salvador Martínez Guerrero. Bautista Figueras Granell. Antonio Cea Barrachica. Alejandro Martín López. Antonio Julve Zahera. Amador Lacuela Polo. Gregorio Lozano Lozano. José Esteve Calera. Joaquín Pérez Pérez. Juan Gandía Carbonell. Antonio Sánchez Ruescas. Manuel Gea Andrés. Antonio Marzo López. Francisco Martínez Ramírez. Vicente López Pedrosa. José Catalá Mora. Narciso Díaz Martínez. Juan M. Romero Navarrete. Pascual Pla Valdó. Julián Ortiz. Bautista Martí. Isidro Romero. Antonio Sanz Felipe Moral. Pedro Jiménez. José López. Ulpiano Zaragoza. Laureano Blasco. Gorgonio Vicente. Francisco Hernández. Horacio Robles González. Emilio Garzón Merced. Miguel Moreno Cruz. Ramón Ramiro Cavero. Victoriano Alegre Navarro. Francisco Castillo García. José Pérez Castellanos. Vicente Vendré. Sandalio Vallegil. Anacleto Esteban Mora.

Sobre este particular han escrito también Ángel David Martín Rubio y los administradores de la web 1936-1939.

Nota. Moisés Domínguez me pide que ponga este enlace a un escrito de Pablo Segarra sobre el libro La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda publicado en Religión en Libertad.


A. Manuel Barragán-Lancharro

Cierra España.

domingo, 29 de noviembre de 2009

SUCESOS EN 1933.10ª parte.



El Tribunal de Garantías anula la Ley de Cultivos de la Generalidad. Indignación de la «Esquerra»


El Sol, 9 de junio de 1933

Votados ya por los vocales del Tribunal de Garantías los cuatro apartados en que dividieron la ley de Contratos de cultivo para resolver la competencia o incompetencia que al dictarla usó el Parlamento catalán, la votación de los cuatro apartados, como ayer decíamos, fue denegar tal competencia al Gobierno de la Generalidad. Queda, por tanto, anulado el precepto legal recurrido por el Gobierno de la República.

Votos particulares a la sentencia sobre la ley de Cultivos

En el Congreso se dijo ayer tarde que en la reunión de hoy del pleno del Tribunal de garantías se encargará de redactar la sentencia al miembro de dicho organismo de filiación liberal demócrata Sr. Beceña y que habrá tres votos particulares: uno, del socialista Sr. Alba, que fue el ponente primitivo en esta cuestión, en que reproducirá su antiguo dictamen; otro, más templado, del Sr. Abad Conde, y un tercero, de D. Basilio Alvarez.

Hoy será aprobada la sentencia

El proyecto de sentencia será sometido a examen, y con enmiendas o sin ellas, definitivamente aprobado en la sesión que hoy, a las once, tendrán los vocales del Tribunal.

También hoy mismo tiene que estar puesta en limpio y firmada la sentencia.

La Esquerra ante la sentencia declarando la nulidad de la ley de Cultivos

La atención de la Cámara estuvo ayer tarde pendiente de la resolución definitiva que adoptará el Tribunal de Garantías en orden al recurso entablado por el Gobierno contra la ley de Cultivos aprobada por el Parlamente catalán.

A primera hora se reunió la minoría de la Esquerra catalana, con asistencia del Sr. Sbert, vocal del Tribunal de Garantías, y las impresiones eran bastantes optimistas.

Se decía que había todavía una posibilidad de que el recurso no se considerara resuelto por completo. Cabía que el mismo Tribunal apreciase que la sentencia tenía vicio de nulidad, ya que el acuerdo no había recaído por mayoría absoluta, circunstancia que establece el reglamento de aquel organismo para que sus acuerdos sean válidos. Y se agregaba que esto era posible porque diez vocales habían votado a favor, otros diez en contra y dos sustentaban un voto particular.

De haber prevalecido este vicio de nulidad, que sería apreciado por el Tribunal en la misma sentencia, la resolución sería volver a tramitar el asunto, o sea repetición de la vista para dar lugar a aumento de prueba por ambas partes.

Pero estas esperanzas desvanecieron pronto. Cerca de las seis llegó la noticia a la reunión de la Ezquerra de que la sentencia era firme y de nulidad absoluta de la ley dictada por el Parlamento de Cataluña. Los miembros de la minoría quedaron reunidos cambiando impresiones y aguardando una copia de la sentencia para conocerla con todo detalle.

Entre los diputados catalanes con quienes hablamos, el disgusto por la resolución del Tribunal de Garantías era manifiesto, coincidiendo todos con el Sr. Lluhí en cuál será la actitud de la Generalidad ante este fallo. Daban a entender que la ley de Cultivos se llevará a la práctica.

Lo que dice el Sr. Ventoso

Preguntado el ex ministro Sr. Ventosa acerca de la resolución del Tribunal de Garantías, que se halla sólo pendiente de la redacción definitiva, sobre la ley de Cultivos en Cataluña, el Sr. Ventosa contestó:

- Cuando existen Tribunales arbitrales, como lo es el Tribunal de Garantías, aceptado y creado por el Parlamento, no hay más que cumplir lo que él disponga; porque, ¿qué autoridad tendríamos para pedir el cumplimiento de una sentencia, en otro caso, si fuera adversa al Gobierno central y favorable al de la Generalidad? Sin entrar en el fondo de la cuestión, hay que cumplir la ley, y por tanto, el Estatuto que hemos aceptado.

Alguno de los periodistas insinuó que parece que elementos de la Esquerra pudieron concebir la idea de aplicar la ley aun después de rechazada por el Alto Tribunal, a lo que el Sr. Ventosa repuso:

- Eso equivaldría a negar la Constitución y el Estatuto, y por ese camino no han de encontrarnos los señores de la Esquerra.
 
Cierra España.

sábado, 28 de noviembre de 2009

SUCESOS EN 1933.7ª parte.Prensa



Elecciones municipales con derrota de candidatos gubernamentales. Fernández-Flórez, ironiza sobre la reacción de Azaña


ABC, 26 de abril de 1933

He oído decir -en unión de millares de españoles- al jefe del Gobienro, en actos públicos, dirigiéndose a las oposiciones parlamentarias:

-Yo no tengo por qué creer que la opinión pública está con vosotros. Pronto tendremos ocasión de comprobarlo: en las elecciones de abril. Si entonces resulta derrotado el Gobierno, ya sabemos lo que hay que hacer.

Llegan las elecciones. El Gobierno obtiene solamente un poco menos de la tercera parte de los votos. Lógicamente el Gobierno -que parecía esperar esta prueba- debía dimitir.

Pero Azaña ha encontrado varios argumentos, que ayer ofreció al entusiasmo de la mayoría.

Primer argumento:

Las elecciones han representado un triunfo para el régimen, porque resultaron victoriosos 9.000 republicanos. De este triunfo está orgulloso el Gobierno, que se apresura a hacerlo suyo con lágrimas de alegría en los ojos. El acendrado amor a las institutciones llevará al actual Ministerio a hacer extensivo este júbilo por solidaridad a todos los casos en que el país vote una mayoría republicana. Si el país vota 400 diputados radicales, el Gobierno, sollozando de satisfacción, continuará en el Poder. Si vota a 400 amigos del señor Maura, como el señor Maura y sus amigos son republicanos, el Gobierno, estremecido de contento, continuará aferrado al banco azul.

Segundo argumento:

Los concejales derechistas no cuentan. El señor Azaña los suprime del cómputo. ¿Son derechistas? Luego no son concejales. Lógica.

Todos estos votos constituyen lo que Azaña denomina «una alucinación».

¡Ah! Y cuidado con lo que hacen las demás oposiciones. Porque si suman esos concejales a los obtenidos por ellas, para demostrar que en total son muchos más que los del Gobierno, son contaminadas de derechismo. Y al contaminarse de derechismo, tampoco existente; se ven repentinamente convertidas en alucinaciones consortes.

Tercer argumento:

Por si no se admite ninguno de los anteriores, queda aclarado desde la altura del Poder que los distritos que votaron en estas elecciones parciales son «burgos podridos». El señor Azaña ha dicho que son burgos podridos. Y ahí queda eso. Cuando él habló de que de este ensayo saldría aclarado suficientemente si la opinión estaba al lado del Gobierno o en contra de él, no sabía de qué clase de burgos de trataba. Pero comenzaron a llevarle datos del Ministerio de la Gobernación. En toda Valencia, tres concejales azañistas.

Y Azaña olfateó el dato.

Otro Ayuntamiento. Otra derrota.

Nuevo olfateo, ya con el ceño fruncido.

Y, de pronto, un gesto de asquito, el de Júpier al sacudir el regazo hasta el que el audaz escarabajo había subido con su bolita:

-¡Pero que porquería de Ayuntamientos es ésta! ¡Si están todos podridos!

Argucia inatacable y que asegurará la permanencia de Azaña en el mando todo el tiempo que le apetezca. Bastará este gerundio en las disposiciones oficiales:

«Declarando podrida toda la provincia de X, que no ha votado un solo diputado ministerial.»

Si, en fin, flaqueasen los tres procedimientos, queda el que propuso en la sesión de ayer un diputado de la mayoría: echar a la calle a las oposiciones -aunque los pobres molestan lo menos que pueden-, y, ya a solas, todo marcharía mejor, desde el reparto de cargos hasta la aprobación de las leyes.

Y si tampoco esto alcanzase la ansiada eficacia, existe un recurso supremo: sacar una pistola. Esta excelente idea se le ocurrió también ayer a un diputado socialista.

Resumen: una situación que dispone de tantos recursos que no puede derrumbarse.

Los que pretenden otra cosa es que sienten el inmoderado apetito del Poder, como afirma sensatamente el señor Azaña con un carrillo hinchado por la cartera de Guerra, el otro por la de Hacienda y mientras insaliva la Presidencia del Consejo.

Si algo molesta su sensibilidad -después de los burgos podridos- es que existan personas que sientan el afán de ser ministros.

Cierra España.

SUCESOS EN 1933.6ª parte

«La Tierra», diario de la CNT, ataca a la Repúbica por sus «deslealtades con la revolución»

La Tierra (CNT), 14 de abril de 1933

Evocación de una efemérides gloriosa.

Cumple hoy el régimen republicano dos años de vida.

El recuerdo de su instauración inunda el espíritu de gratas e impresionantes emociones, sobre todo en quienes, como La Tierra, pusieron su esfuerzo y su fervor en la conquista de la República.

Habíanse celebrado con ejemplar civismo las elecciones municipales el 12 de abril. En todas las capitales de importancia los escrutinios asignaban gran mayoría a las fuerzas enemigas de la dinastía borbónica, cuyo derrumbe era fatal e irremediable. El entusiasmo republicano aumentaba por momentos y suplía con creces el lamentable efecto de las indecisiones y cobardías de los que luego, a la hora del triunfo, habían de encaramarse sobre el pueblo para adueñarse del Poder.

España en pie se aprestaba a convertir en eficaz y definitiva realidad el gran avance que el resultado de los elecciones municipales había significado.

Transcurrió el día siguiente en medio de un ambiente de honda fe revolucionaria. Aquella tarde, como ayer recordábamos, La Tierra pedía con virilidad y energía el cambio de poderes a favor del Gobierno provisional. Y a partir de entonces el pueblo, congregado en las calles céntricas de Madrid, se pronunciaba espléndidamente por la República.

La noche del día 13 la fuerza monárquica había ensangrentado el paseo de Recoletos. Era la última sangre que los Borbones hacían derramar, eligiendo víctimas propiciatorias en un grupo de jóvenes republicanos que, con afanes incontenibles, se preguntaban dónde estaban y qué hacían los hombres que a la tarde siguiente se constituían en Gobierno provisional.

Llegó el día 14. Un día espléndido. De sol radiante y luminoso. Durante la mañana hubo en los barrios populares de Madrid múltiples y entusiastas manifestaciones. El ocaso de la secular monarquía se dibujaba, con todo el recio perfil precursor de su desplazamiento para siempre.

Y mientras el Gobierno que presidía el fallecido almirante Aznar intentaba en vano aplicar emplastos al cuerpo cadavérico monárquico, el pueblo, sin previa consigna, pero con delirante frenesí, se congregaba ante el Ministerio de la Gobernación, vitoreando clamorosamente a la República.

A las tres de la tarde, los funcionarios de Correos y Telégrafos izaron en el Palacio de Comunicaciones la primera bandera tricolor que ondeó en Madrid, y con decisión no exenta de riesgo circularon a toda España la noticia de que el régimen republicano se hallaba triunfante.

Horas después, un grupo de republicanos, sin reparar en las entonces todavía posibles consecuencias, irrumpía en Gobernación, y mientras ciertos personajillos, que luego se autodeclararon "héroes", titubeaban y buscaban al conde de Romanones para efectuar una jurídica transmisión de poderes, izaban también la bandera republicana -federal por más señas- en el balcón central del Ministerio y entre ovaciones ensordecedoras.

¡Magnífico e inolvidable espectáculo aquel del 14 de abril en Madrid! ¡Espléndida expresión de la voluntad de un pueblo que depositaba toda su fe en la República!

Fue ya mucho después, cuando la República estaba proclamada y el pueblo había impuesto su decisión, cuando los políticos que a sí mismos se habían nombrado ministros se decidieron a salir de sus escondites.

Entonces ya no había riesgos. Entonces ya su labor era fácil. Jamás se habrá dado en la historia de las revoluciones un caso más manifiesto de falta de colaboración al triunfo por parte de los que afanosamente se repartieron luego el botín que no habían conquistado.

Quienes vivimos íntimamente el episodio de la proclamación de la República sabemos bien del grado de temor y de cobardía que revelaron los que hoy, en declaraciones tan falsas como pintorescas, se atribuyen una gloria que correspondió única y exclusivamente al pueblo.

De entonces a ahora.

Dos años. ¡Y en dos años, qué descenso se ha operado en el espíritu público! Mantiene el pueblo español la fe en la República. Tiene adquirido el pleno convencimiento de que "lo otro", aquello "otro", oprobioso e indigno, no volverá a España. No puede volver. Se fue demasiado saturado de podredumbre como para que puedan tomarse ni medianamente en serio los delirios histéricos de las totalmente mermadas huestes monarquizantes.

Y, sin embargo, forzoso es reconocer que en el ánimo del pueblo no palpitan ya aquellos fervores y aquellos entusiasmos que hoy hace dos años se exteriorizaban con intensidad sin precedentes.

¿Por qué?

Sencillamente, porque República es un concepto abstracto que adquiere su concreción en el Gobierno. Y el Gobierno de la República, con sus errores, con sus torpezas y con sus deslealtades para con la revolución, ha hecho posible ese entibiamiento de afectos, ese desmayo que se percibe en la opinión, que no se siente satisfecha, ni interpretada, ni atendida, por quienes han hecho del régimen un coto cerrado para sus apetencias y ambiciones.

Porque República es revolución. Este sentido dio al régimen el pueblo hoy hace dos años. La República por sí es un término ambiguo. Define, a lo más, un régimen. Denomina un sistema político. Pero, evidentemente, la República, para que sea amada por el pueblo, precisa de un contenido de justicia social, de autoridad, de rectitud y de abnegación que hasta ahora no se ha manifestado por los que la vienen rigiendo desde que fue instaurada.

Dijo D. José Ortega y Gasset, hace muchos meses, que la República estaba triste. Y triste continúa.

De que lo esté hay un directo y único responsable: el Gobierno.

Es necesario, pues, en estos momentos de tantas y tantas evocaciones inolvidables y gloriosamente cívicas, exaltar la fe republicana. Alentar en el pueblo sus afanes revolucionarios. Reavivar aquel entusiasmo que ha decaído por culpa de crímenes como los de Arnedo, Sevilla y Casas Viejas, y de persecuciones ensañadas que tienen en las cárceles cientos y cientos de proletarios y campesinos.

La República ha de reconquistar sus prestigios mediante una política honesta, justiciera, cordial, honrada y generosa.

En otro caso, subsistirá, pero sin contar con el calor de la opinión, que ojalá no hubiese decrecido nunca.

República es revolución.

Quien así no lo entienda debe resignarse a un ostracismo voluntario o impuesto, sin perjuicio de que sea en su día implacablemente responsabilizado por sus actos.

Y en ese caso se hallan los actuales e impopulares políticos que rigen el régimen.

Cierra España.

Seguidores

Miguel de Unamuno - Diario de Sesiones, Junio de 1932

Estas autoridades de la República han de tener la obligación de conocer el catalán. Y eso, no... Si en un tiempo hubo aquello, que indudablemente era algo más que grosero, de «hable usted en cristiano», ahora puede ser a la inversa: «¿No sabe usted catalán? Apréndalo, y si no, no intente gobernarnos aquí.»... La disciplina de partido termina siempre donde empieza la conciencia de las propias convicciones.

Luis Araquistáin,socialista publica en abril de 1934

"En España no puede producirse un fascismo del tipo italiano o alemán. No existe un ejército desmovilizado como en Italia; no existen cientos de miles de jóvenes universitarios sin futuro, ni millones de desempleados como en Alemania. No existe un Mussolini, ni tan siquiera un Hitler; no existen ambiciones imperialistas, ni sentimientos de revancha, ni problemas de expansión, ni tan siquiera la cuestión judía. ¿A partir de qué ingredientes podría obtenerse el fascismo español? No puedo imaginar la receta".

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

“La verdad es, lo he publicado antes de ahora, que el país no recibió mal a la dictadura, ni la dictadura hizo daño material al país. Es decir, no gobernó peor que sus antecesores. Les llevó la ventaja de que impuso orden, corto la anarquía reinante, suprimió los atentados personales, metió el resuello en el cuerpo de los organizadores de huelgas y así se estuvo seis años. Nunca la simpatía personal ha colaborado tan eficazmente en formar de un gobernante como el caso de Primo de Rivera, [...]”

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

Frente Popular (Febrero 1936 - Marzo 1939)



Calvo Sotelo, sesion del 16 de junio de 1936.

"España vive sobrecogida con esa espantosa úlcera que el señor Gil Robles describía en palabras elocuentes, con estadísticas tan compendiosas como expresivas; España, en esa atmósfera letal, revolcándose todos en las angustias de la incertidumbre, se siente caminar a la deriva, bajo las manos, o en las manos —como queráis decirlo— de unos ministros que son reos de su propia culpa, esclavos, más exactamente dicho, de su propia culpa...
Vosotros, vuestros partidos o vuestras propagandas insensatas, han provocado el 60 por 100 del problema de desorden público, y de ahí que carezcáis de autoridad. Ese problema está ahí en pie, como el 19 de febrero, es decir, agravado a través de los cuatro meses transcurridos, por las múltiples claudicaciones, fracasos y perversión del sentido de autoridad desde entonces producidos en España entera.
España no es esto. Ni esto es España. Aquí hay diputados republicanos elegidos con votos marxistas; diputados marxistas partidarios de la dictadura del proletariado, y apóstoles del comunismo libertario; y ahí y allí hay diputados con votos de gentes pertenecientes a la pequeña burguesía y a las profesiones liberales que a estas horas están arrepentidas de haberse equivocado el 16 de febrero al dar sus votos al camino de perdición por donde os lleva a todos el Frente Popular".

La memoria analfabeta es muy peligrosa

Pérez-Reverte se embala. No es que le duela España, es que le indigna su incultura, su falta de espíritu crítico. Se revuelve porque, dice, un país inculto no tiene mecanismos de defensa, y “España es un país gozosamente inculto”. Tiene el escritor en la punta de los dedos las batallas, los hombres, las tragedias que han hecho la historia para apuntalar sus argumentos.

- Mi memoria histórica tiene tres mil años, ¿sabes?, y el problema es que la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa. Porque contemplar el conflicto del año 36 al 39 y la represión posterior como un elemento aislado, como un periodo concreto y estanco respecto al resto de nuestra historia, es un error, porque el cainismo del español sólo se entiende en un contexto muy amplio. Del año 36 al 39 y la represión posterior sólo se explican con el Cid, con los Reyes Católicos, con la conquista de América, con Cádiz... Separar eso, atribuir los males de un periodo a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible. Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo, no me vale para nada. Yo quiero a alguien culto que me diga que el 36 se explica en Asturias, y se explica en la I República, y se explica en el liberalismo y en el conservadurismo del XIX... Porque el español es históricamente un hijo de puta, ¿comprendes?.

Arturo Pérez-Reverte