Los heridos fueron trasladados al Hospital Provincial, Clínica "La Inmaculada" (incau¬tada), Casa de Socorro y Cruz Roja, produciéndose un gran desconcierto entre el personal sanitario y terribles escenas entre los familiares que se agolpaban en pasillos y puertas18.
Los cadáveres y restos humanos se fueron concentrando en una habitación del cementerio que seguramente ofrecía, en aquél día trágico, la escena más dantesca que jamás ha vivido esta vieja ciudad. Los escombros, debido a las enormes dificultades para encontrar vehículos de transporte, puesto que la mayoría del escaso parque automovilístico había sido acaparado por los frentes de batalla19, fueron apartados para dejar expeditas las calles. A estos escombros se fue añadiendo posteriormente la tierra procedente de las excavaciones realizadas para la construcción de refugios que se amontonaron en los pocos espacios libres existentes en le estrecho entramado urbano de Jaén: lonja de la catedral, jardín de la Escuela de Artes y Oficios, plaza de los Jardineros, etc.; ofreciendo la ciudad, hasta el año 1940 en que se retiraron, un aspecto ruinoso y sucio20.
Gran parte de la población huyó aterrorizada al Cerro de Santa Catalina y a las huertas y olivares de los alrededores llevándose algunos enseres y útiles domésticos. Los propieta¬rios de caserías se trasladaron a ellas, algunos hasta el final de la guerra, en una especie de largas vacaciones21. Miguel Hernández, en un artículo de gran interés testimonial y literario, arremeterá contra ellos desde Frente Sur "¿Ha desaparecido ya Jaén de su modorra incrédu¬la y moruna? Todas sus bocas llaman asesinos, y no se hartan de llamarlos, a los que han cometido en su población un acto más de destrucción inútil. Pero yo veo que muchos de sus hombres se conforman con gritar y se previenen contra otro posible bombardeo, yéndose a vivir debajo de los olivos. Esta actitud estática, pasiva, fatalista y torpe exaspera al comba¬tiente más templado. ¿Por qué no se ocupan esos hombres en la construcción de refugios para sus hijos y esposas, o por qué no colaboran con los que llevan nueve meses bajo la lluvia y las balas, conquistando la tierra que a todos nos quieren arrebatar? Hombres veo que, cuando Jaén quedara totalmente destruida, cuando no tuvieran un rincón donde meterse, ocuparían los nidos de los ratones y allí se dejarían matar sin hacer otra cosa que lamentarse"22.
Las muestras de repulsa e indignación fueron unánimes en el bando republicano. La prensa utilizará los más duros calificativos en su condena. El alcalde José Campos Perabá, en el Pleno celebrado el día 2 de abril, tomó la palabra para "condenar enérgicamente el alevoso atentado de que ha sido objeto la población civil de Jaén por la aviación faccio¬sa ..."23. A la ciudad llegaron muestras de solidaridad de todas partes de la España republica¬na y de muchos países democráticos. Se abrió una suscripción popular de ayuda a los damnificados que recaudó una gran suma de dinero24.
En ciertos ambientes locales se ha venido manteniendo que el objetivo del bombardeo del 1 de abril era destruir el cuartel general del IX Cuerpo de Ejército, que tenía su sede en el palacio de los Cobaleda-Nicuesa, tratando de justificarlo de alguna manera a la vez que acallar algunos complejos "freudianos", puesto que el propio Queipo de Llano, en su alocución desde Radio Sevilla del mismo día del bombardeo se atribuye la responsabilidad del mismo "... en el día de hoy han bombardeado bárbaramente Córdoba, causando bajas entre la población, en el barrio de Cercadilla, destrozando cinco casas de obreros, y en esas cinco casas han matado a un obrero, a tres pobres mujeres y a bastantes niños...
También han bombardeado el Hospital Militar, donde han resultado víctimas varios heridos de los que allí se encontraban y familiares de éstos que han ido a verles... Como el número de víctimas, familias modestas todas ellas, han colmado toda medida, me he visto obligado a ordenar se bombardee Jaén, que ha pagado por consiguiente, la salvajada de los rojos. Yo lamento los efectos espantosos allí producidos, pues según me informan, han sido grandes, pero es necesario que sepan los rojos que en lo sucesivo, siempre que bombardeen una población se les contestará de la misma manera.." 25.
La alocución de Queipo de Llano evidencia, sin lugar a dudas, que el ataque aéreo de Jaén del día 1 de abril de 1937 tenía como objetivo la población civil, que tuvo la desgracia de ostentar el récord en número de víctimas producidas por acciones de la aviación durante los ocho meses y medio de guerra transcurridos, hasta el día 26 de abril, día en que una torpe y cruel acción de la Legión Cóndor alemana y de la Aviación Legionaria italiana, lo superaron netamente en el bombardeo de Guemica.
A. Olmedo Delgado y el General J. Cuesta, autores de la biografía General Queipo de Llano, consideran eficaz el bombardeo, puesto que "... Afortunadamente, se cum¬plió la sentencia que reza ‘el loco por la pena es cuerdo’, y no tuvo necesidad de ordenar otros bombardeos de represalia".27 Tal vez la aviación republicana no bombardease nuevamente población civil, pero la reacción de las autoridades del Frente Popular, ordenando la ejecución de ciento veintiocho presos, miembros destacados de la derecha de la provincia fundamentalmente, encarcelados en la Prisión Provincial, en aplicación de la Ley del Talión, como represalia de la represalia, parece contradecir esa afirmación, demostrando más bien, una vez más, que la violencia sólo engendra violencia. Los fusilamientos se produjeron durante los días 2, 3, 4, 5 y 7 de abril en el cementerio de Mancha Real. También se endurecieron las condiciones de vida de los presos restantes y en general se aumentó la presión sobre los sospechosos de desafectos al régimen republicano28.
El día 2 de abril se constituyó una comisión compuesta de elementos del Frente Popular local, del Ayuntamiento y de técnicos bajo la presidencia del alcalde, con el objetivo de dotar a la ciudad de mayor número de refugios antiaéreos29.
Se encargó el proyecto al arquitecto municipal, Antonio María Sánchez, y al arquitec¬to provincial, Luis Berges Martínez. Realizado en el tiempo récord de cinco días, fue presentado al Ayuntamiento el 7 de abril. Los refugios proyectados iban dirigidos fundamentalmente a ofrecer cobijo a la población del centro de la ciudad, pues consideraban que los barrios extremos, erigidos en su mayoría en laderas de fuerte pendiente, con espacios descubiertos amplios, estaban dotados con refugios capaces para la población de los mismos. Con estos refugios y los olivares que rodean la capital, de inmediato acceso para las calles que en ellas desembocan, estaban cubiertos, a su juicio, las necesidades de los barrios extremos30.
Se proyectaron un total de seis refugios situados en la plaza de Moscú (plaza de la Magdalena), plaza de la Merced, Cárcel Vieja (Martínez Molina), plaza de Santiago, plaza de Largo Caballero (plaza de San Juan) y plaza de Canalejas (plaza de San Ildefonso). El presupuesto total ascenderá a 1.329.971'44 Ptas.31.
También se organizó un sistema de señales, que consistió en la instalación de dos sirenas de gran potencia, una en la catedral y otra en la estación de ferrocarril, para avisar con cierta antelación a la po¬blación de la presencia de aviones enemigos. Así mismo se dictaron normas para el oscurecimiento de la ciu¬dad durante la noche, no haciéndose uso del alumbrado público. Las disposiciones tuvieron que re¬petirse varias veces ante su falta de cumplimiento. El 14 de mayo, el consejero Sr. Consuegra pide que se “apaguen completamente las luces de las viviendas o en su defecto hagan lo necesario para que éstas no sean visibles desde la calle, ya que aunque el alumbrado público está apagado no se consigue el objeto deseado si por puertas y ventanas queda iluminada la vía pública”32
A partir del bombardeo del 1 de abril se produjeron, con cierta frecuencia, nuevas incursiones aéreas, pues aunque se instalaron defensas antiaéreas en el castillo y en la catedral, los aviones nacionalistas pudieron actuar casi con completa libertad, ya que éstas consistían en simples ametralladoras y unos tubos del órgano de la catedral que se dispusie¬ron de forma que simulaban una batería antiaérea33. Afortunadamente los ataques se limitaron casi exclusivamente a la estación de ferrocarril, pues la organización de la defensa contra aeronaves de Jaén continuó dando muestras de una gran ineficacia, como se desprende de la lectura de las actas del Consejo Municipal del día 28 de mayo "...se censura el hecho ocurrido con el toque de sirena que se ha oído en Jaén mucho después de haber pasado sobre la población los aparatos facciosos...", acordándose nombrar a tres personas de confianza encargadas de vigilar en turnos de ocho horas a la guardia responsable de la vigilancia de la aviación34.
NOTAS:
1.- Esa era la opinión de Miguel Hernández expresada en FRENTE SUR. Periódico de Altavoz del Frente Sur. "La ciudad Bombardeada". 8 de abril de 1937.
2.- Testimonios de don Juan Castellano de Dios y don Pedro Casañas Llagostera. Jesús Salas Larrazábal, al describir el bombardeo principal de Guernica del 26 de abril de 1937, dice que ésta era la manera más usual de bombardear en dicho año: aproximación al objetivo aprovechando el relieve para ocultarse hasta el último momento y atacar en cuñas sucesivas de tres aviones presentado un frente de 150 metros, ya que la envergadura de los bombarderos (se refiere a los Junker 52) era de 30 metros y la separación entre aviones era igual a su envergadura. SALAS LARRAZÁBAL, Jesús. Guernica. Madrid, RIALP, S.A. 1987. págs. 147-148.
No he podido establecer el tipo o tipos de aviones que realizaron el bombardeo de Jaén. En cambio, sí conocemos el número y tipos de aviones nacionalistas existentes en el frente sur el día 31 de marzo de 1937, puesto que la relación ha sido publicada por SALAS LARRAZÁBAL, Jesús. Guernica, pág. 218. Los bombarderos disponibles ese día eran los siguientes: 12 Junker 52 y 10 Breguet XIX, pertenecientes a la aviación española, 6 Romeo 37 y 2 Savoias 81, pertenecientes a la aviación legionaria italiana. La Legión Condor alemana no disponía de bombarderos en el frente sur en esos momentos. Por otra parte, otros tipos de aviones podían actuar como bombarderos aunque no fueran esas sus misiones principales.
Ilia Ehrenburg, periodista ruso vinculado a FRENTE SUR, atribuye el bombardeo a aviones italianos "... En Jaén, aviones italianos habían dejado su huella mortal...". Citado por VIDA ROVIRALTA, Mª Angeles. "La Segunda República". En Jaén. Tomo II. Granada. Ed. Anel, 1989, pág. 698.
ESLAVA GALÁN, Juan. Catedral. Barcelona. Planeta, 1991, págs. 116-117, al narrar una conversación mantenida, hace más veinte años, con un piloto alemán que participó en el bombardeo de Jaén, habla de "Junker".