Las víctimas
Uno de los objetivos de este trabajo es establecer el número de víctimas mortales de los bombardeos y, en lo posible, su identidad. Las lagunas documentales, la censura que se aprecia en la prensa a partir del otoño de 1936 sobre los bombardeos y el olvido hacen prácticamente imposible conseguir este objetivo al cien por cien.
El folleto de la propaganda nacional Bombardeos aéreos en España, aceptado por Solé y Villarroya, da una cifra de 55 muertos en 27 incursiones, cifras muy alejadas, por defecto, de la realidad (68). El Historial del Regimiento de Artillería, que es bastante minucioso, ofrece una cifra de 235 víctimas mortales comprobadas y una estimación de 350 heridos. Tomando este número con las debidas reservas, se ha revisado el Registro Civil de Córdoba y los libros de registro de cadáveres de los dos cementerios municipales. Se han encontrado discrepancias entre ambas fuentes, tales como fallecidos inscritos en el Registro Civil que no aparecen en los cementerios y viceversa. También se ha dado el caso de víctimas comprobadas fehacientemente que no aparecen ni en el Registro Civil ni en los libros de los cementerios, lo que hay que atribuir al caos administrativo del verano de 1936. La pérdida, en algunos casos total, de los archivos de los distintos centros sanitarios ha hecho imposible afrontar la confección de una lista de heridos.
En el Registro Civil sólo aparecen 83 víctimas de bombardeos, algunas inscritas fuera de plazo. En el caótico mes de agosto de 1936 prácticamente se inscribieron sólo los que llegaron a ingresar en algún centro sanitario.
Se ha consultado el registro de cadáveres del cementerio de S. Rafael, que se halla en el Archivo Municipal de Córdoba (signatura L6057). Este registro recoge las inhumaciones habidas entre enero de 1933 y agosto de 1938, y ha proporcionado una información muy valiosa, pues se puede distinguir perfectamente un cadáver procedente de fusilamiento (“m.v.”, abreviatura de muerte violenta) de una muerte en el frente o de la víctima de un bombardeo, a los que casi siempre acompaña la anotación “de bomba”. No obstante, se han apreciado algunos errores. Hemos hallado aquí 90 cadáveres inhumados de víctimas de bombardeos, 48 de ellos identificados. También se ha consultado el registro de cadáveres del cementerio de Nuestra Señora de la Salud, que se encuentra en el Archivo Municipal de Córdoba bajo la signatura L6059. Este Registro, que abarca las inhumaciones habidas entre marzo de 1933 y diciembre de 1940, no proporciona una información clara, pues la palabra “judicial” acompaña a casi cualquier muerte violenta, sin que se puedan distinguir muertes por bombardeos de fusilamientos, suicidios, accidentes y otras. Algunas víctimas no están inscritas como “judicial”, y figuran registradas sin ningún tipo de datos de edad, procedencia, etc., junto con otras que proceden claramente de fusilamientos. Esto puede explicar que Moreno Gómez diera por fusiladas al menos a 9 personas que fueron víctimas de bombardeos (69). Además, no se ha encontrado hasta la fecha un cuaderno adicional citado por Moreno en el que el capellán del cementerio, D. Ángel Onieva Molina, detallaba los judiciales. Aunque Francisco Moreno me ha facilitado gentilmente las fotocopias que, en su día, realizó de dicho cuaderno, las hojas correspondientes a mediados de agosto de 1936 habían sido arrancadas, lo que nos priva de información sobre las víctimas habidas en aquellos días.
En realidad, este registro únicamente nos ha permitido confirmar las muertes conocidas previamente por otras fuentes; sólo en el caso del bombardeo del 1 de abril de 1937 hemos encontrado víctimas desconocidas con anterioridad, y ello porque se especifica en el libro la concesión de sepultura gratuita por parte del Ayuntamiento a las víctimas. Sospecho que en el mes de agosto de 1936 se enterraron en este cementerio bastantes víctimas de los bombardeos que no fueron inscritas como tales, porque no es creíble que se inhumaran unos 58 cadáveres en S. Rafael en los 5 días críticos de agosto (del 18 al 22) y tan solo uno en La Salud. Es más, se dan varios casos de víctimas enterradas en este cementerio según las inscripciones del Registro Civil de las que no hay rastro en el libro de registro del cementerio. Se han contabilizado 62 cadáveres inhumados en la Salud de víctimas de bombardeos, todos identificados excepto uno. A éstos hay que añadir al menos 2 víctimas enterradas en Doña Mencía y Cabra, respectivamente.
Por tanto, con los datos de los cementerios podemos asegurar un mínimo de 154 muertos, que hemos de incrementar hasta 155 por una niña que murió junto a su madre y tres hermanos y cuyos restos no se pudieron encontrar. Hay una diferencia de 80 víctimas con respecto a las dadas por el Historial, y a día de hoy es prácticamente imposible obtener más datos.
Hasta el momento se han identificado 118 de las víctimas, de las cuales sólo 14 eran militares o miembros de las Milicias Nacionales, y, de éstos, 7 eran no combatientes, por ser heridos hospitalizados o miembros de los servicios sanitarios del Ejército. De los 104 civiles identificados, 30 eran niños menores de 14 años. Triste ironía, algunas víctimas podrían ser simpatizantes de los atacantes, vistas las coincidencias de sus apellidos con los de algunos fusilados.
APÉNDICE:
Por razones de espacio no se pudieron incluir los nombres de las víctimas identificadas de los bombardeos en la comunicación presentada al II Congreso “La guerra civil 70 años después”, celebrado en C.E.U. San Pablo. Madrid, noviembre de 2006. Publicada en “La República y la Guerra Civil. Setenta años después”. (Comunicaciones). Alfonso Bullón de Mendoza y Luis E. Togores, coordinadores. Editorial Actas, S.L. Madrid, 2008.. Además, esta relación se ha incrementado en varios nombres tras una revisión exhaustiva de los libros de defunciones del Registro Civil de Córdoba correspondientes al período 1936-1950.
A continuación, se transcriben los nombres de las 127 víctimas mortales identificadas hasta ahora:
Ana Lara García, 67 años.
Juan Montero Lázaro, 47 años.
Valentina Medina Ramírez, 64 años.
Manuel Camacho Parejo, 60 años, maestro nacional.
Manuel Guillén Parrado, 46 años, ferroviario.
Antonio Extremera Navarro, 18 años, repartidor de carne.
Rafael Arévalo Molina, 10 años.
Juan Cruces Martín, 10 años.
Rafael Sánchez Fuentes, 12 años.
Antonio Medina Alfaro, 63 años, portero de la fundición “La Cordobesa”.
Guillermo Sobrino Fontela, 21 años, soldado del GFRI “Ceuta”, nº 3.
Francisco Marín Pérez, 36 años.
Purificación Menéndez Redondo, 50 años.
Matilde Díaz, vendedora de hortalizas en el mercado de S. Agustín.
José Trujillo Villalba, 40 años, albañil.
Adriana Jiménez del Rayo, 13 años.
Francisco Otero Berral, 13 años.
José Rojano Nocete, 14 años.
Mariano Infante Millán, 17 años.
Carmen Jurado Navarro, 9 años.
Manuel Jurado Navarro, 7 años.
José Jurado Navarro, 6 años.
José Reyes Cebrián, 39 años.
Manuel Trillo Nevado, 2 años.
Ana Trillo Nevado, 7 años.
Felipe Bermúdez Casablanca, 7 años.
Fernando Gálvez Pérez, se ignora su edad (“a.v.”, adulto varón).
Josefa Ordóñez Pimentel, 27 años.
Ana Ruiz Martínez, 37 años.
Remedios Bodoque Ruiz, 2 años.
Francisco de la Cruz de la Torre,17 años.
José Cruz Rodríguez, 48 años.
Dolores Gómez Cabrera, 50 años.
Rafaela Gálvez Cañero, 49 años.
Juan Antonio Castillo Angulo, 33 años, ferroviario.
José Padilla Gálvez, 66 años, cabrero.
Ricardo Lledó Moreno, 27 años.
Trinidad Pedregosa Pérez, 20 años.
José Garrido Burrueco, 34 años, barrendero municipal.
Manuel Varona Romero, 28 años.
Francisco Palomeque Moreno, 23 años, cartero.
Antonio Ríos Aguilar, 38 años, jornalero.
Luisa López Fernández, 11 años.
Carmen López Fernández, 8 años.
Manuel García Fernández, 18 meses.
Dolores Ávila Romero, 59 años.
Francisca Cano Cabrera, 9 años.
Manuel López Benítez, 46 años.
Francisco Quesada Roas, 48 años.
Andrés Cansino Caballero, 16 años, dependiente.
Rafael Urbano Estrada, 57 años.
Francisco Gutiérrez Serrano “Serranito”, 44 años, ex matador de toros, vendedor de lotería y aguador.
María de la Sierra García, 84 años.
Juan Hidalgo Hidalgo, soldado de Ingenieros.
Fernando Botí Barberá, 22 años, artillero.
Félix Sedano Molina, 34 años.
Luisa Rodríguez Yuste.
Apolinar Niza Mena, 68 años, portero de finca urbana.
Manuel Criado Troncha, 64 años.
Julián Martínez Brieva, 76 años.
José Torres Hans, 47 años.
Francisco Camuñas Burgos, 66 años.
Amador Moreno León, 67 años.
Antonia Coll Borrego, 29 años.
Concepción Raigón Gutiérrez, 36 años.
Luis Casares Medina, 36 años, marmolista.
Andrea Pérez Alza, 39 años.
Antonio Toscano Pérez, 6 años.
Enriqueta Cuevas Fernández, 19 años.
Federico Gutiérrez-Ravé Gálvez, 28 años, artillero.
Fuensanta Martínez Yáñez, 40 años.
Rafael Aranda Martínez, 7 años.
José Luis Prieto Lovera, 28 años, alférez de Farmacia Militar.
Marcos Benavente López, 54 años, Practicante de Farmacia Militar (C.A.S.E.).
Juan Martín Camacho, 39 años, mozo de Farmacia Militar (civil).
Miguel Ortiz Lama, soldado de Farmacia Militar.
Baldomero Delgado Adame, 26 años, soldado de Sanidad Militar.
Manuel Ignacio Henares Ayala, artillero, adscrito a la Farmacia Militar.
Carlos Par Balcells, 23 años, licenciado en Ciencias Químicas.
Antonio Romero Noriega, 19 años, alférez de Aviación.
Domingo Botella Campoy, 23 años, sargento de Artillería.
Juan Canales Torralbo, 14 años.
Rafael Bello del Toro, 19 años, Bandera de FE y de las JONS de Las Palmas.
Antonio Jiménez Duarte, 18 años, Bandera de FE y de las JONS de Las Palmas.
Antonio Jiménez Neira, 54 años, médico de la Bandera de FE y de las JONS de Las Palmas.
Carmen Morales Olmedo, sirvienta en el Hospital Militar.
Basilio Pozo, sanitario del Hospital Militar.
Emilio Sánchez García, 44 años, guardia cívico..
María Chicano Parejo.
Antonia Fernández Almagro, 14 años.
Juan Valderrama Fernández, 22 años, ferroviario.
Juan de Dios Corona Cantor, 29 años, ferroviario.
Francisco Ibáñez Guerrero, 30 años, jornalero.
Encarnación Morón García, 31 años.
Encarnación Ibáñez Morón, 3 años.
Cayetano Iradi Ruano, 13 años.
Victoria Díaz Giménez, 44 años.
Adoración Ruiz Pérez, 43 años.
Concepción Leiva Ruiz, 12 años.
Remedios Leiva Ruiz.
Fuensanta Leiva Ruiz.
Aurelio Leiva Ruiz, 14 años.
Felisa Pérez Camacho, 21 años.
Rosalía Aranzona Benítez, 19.
Pura Pila Cordero, 22 años.
Fernanda Pila Cordero, 18 años.
Antonio Martín Pila, 5 años.
Carmen Cordero Quintana, 56 años.
Tránsito Enríquez Requena, 18 años.
José Moreno Muñoz, 63 años, ferroviario.
Daniel Núñez Montenegro, 48 años, empleado.
Isabel Liñán Barrientos.
Juan Hernández Mesa, 70 años.
Francisca Sánchez Pérez, 64 años.
Rafael Sánchez Porras, 6 años.
Antonio Cordero Simón, 16 años.
Josefa Bermudo Serrano, 79 años.
Antonio Gómez Carmona, 13 años.
Juan Kewch Sánchez, 29 años, mecánico.
Francisco Infante Millán, 28 años, albañil.
Antonia Romero Cabrera, 19 años.
Mercedes Prieto Montesinos, 48 años.
Antonio Fernández Fernández, 13 años.
Miguel García Medina, 31 años.
Rafaela Jurado Aguilar, 26 años.
Rosa Herrera Jurado, 5 años.
Encarnación Herrera Jurado, 3 años.
De estas 127 víctimas sólo 15 eran militares o miembros de las Milicias Nacionales, y de éstos 7 eran no combatientes al ser heridos hospitalizados o miembros de los servicios sanitarios del Ejército. De los 112 civiles identificados 33 eran niños menores de 14 años.
Cierra España.
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