1ªCarta
Madrid 3 de junio de 1934
Excmo. Sr. D. José Sanjurjo Sacanell
Estoril
Mi respetado y querido general: Al regresar de Barcelona, donde he estado medio mes, me dicen en casa que García Herran ha llamado dos veces durante mi ausencia diciendo que traía una carta de felicitación de Vd. para mi. Un millón de gracias por su atención.
Antes de ir a Barcelona recibí noticias de Vd. por conducto de Pablito, que expresamente me buscó para ello. Sé que está bien de salud y con buen espíritu: estas dos cosas son de gran importancia.
Por cierto que en Barcelona me dicen que Justo había tenido un achuchón de relativa importancia, pero que ya estaba casi bien. Celebraré que así sea.
De aquí poco o nada puedo decirle, ya que vivo apartado de todo y desde mi regreso casi he estado por completo a contestar cartas.
Barcelona la he encontrado esta vez muy triste, y mas que sensación de estacionamiento lo da de salto atras. El "Estatuto" de un lado y "La Esquerra" de otro van a acabar con el florecimiento de aquella gran ciudad. En Madrid, en cambio, la animación es enorme y poco a poco, debido a la conducta sensata del Gobierno, la confianza va renaciendo. La proyectada huelga de campesinos -una nueva maniobra de los izquierdistas en combinación con la U.G.T. y la C.N.T.- parece que no se llegara a producir. Cuando esté menos cargado de correspondencia le escribiré mas extensamente.
Póngame a los pies (q.b.) de Maruja, recuerdos a Justo, besos a Pepito, y Vd., mi querido general, reciba el inquebrantable afecto de un buen amigo e incondicional subordinado que le quiere,
Firmado: Emilio Mola
2ª Carta.
Madrid 12 de agosto de 1934
Excmo. Sr. Don José Sanjurjo Sacanell
Monte Estoril
Mi respetado y querido general: Ahora, que ya habra cesado la fiebre de cartas y telegramas de felicitación por la boda de Justo, le escribo yo también para felicitarle. Después de tantos sinsabores que lleva Vd. sufridos de algún tiempo a esta parte, la boda de Justo le habra proporcionado una gran alegría y le habra hecho ver que sus buenos amigos no le olvidan.
Recibí su grata del 18 de junio y mucho le agradezco su enhorabuena por mi vuelta a activo. Desde luego no hay que esperar -por lo menos en una muy larga temporada- que me coloquen y no creo sea por oposición sistematica del Gobierno actual, sino por otras razones que a Vd. se le alcanzaran y que algún día- así es de esperar terminaran. En cuanto a la situación política, nada puedo decirle que Vd. no sepa. El Gobierno -al que desde luego animan los mejores propósitos- tiene el grano de Cataluña cada vez mas hinchado y para colmo, ahora se le presenta el pleito de las Vascongadas. Todo ello impide que la vida nacional pueda desenvolverse como es debido.
Creo que desde la implantación de la República se vienen cometiendo errores que dificultan su definitiva consolidación, que han hecho daños grandes al régimen y, sobre todo, a la nación. No veo, por otra parte, que los partidos extremos estén dispuestos a dar una tregua para la normalizacisn de la vida española, ni veo a este Gobierno decidido a dar la batalla de una vez, eso que hay elementos en él que estimo tienen energía y saben lo que se traen entre manos. Y no hay que darle vueltas, mas pronto o mas tarde, tendran que dar batalla al socialismo y organizaciones afectas o simpatizantes si es que no quieren que España caiga en la desdichada situación del pueblo ruso. Es una verdadera desdicha que no se piense un poco mas en España y bastante menos en los personalismos.
Hace Vd. bien en seguir ahí apartado de todo, pues de vivir aquí no le dejarían en paz tirios ni troyanos; los unos con sinceras o hipócritas zalamerías, los otros con sus persistentes ataques.
En fin, mi general, basta de lata por hoy. Póngame a los pies (q.b) de Maruja, besos al pequeño y Vd. reciba el afecto de un buen amigo y siempre subordinado que le quiere.
Firmado: Emilio Mola
3ª Carta.
Madrid 10 de septiembre de 1934
Excmo. Sr. D. José Sanjurjo Sacanell
Monte Estoril
Mi querido general y amigo: a su debido tiempo recibí su grata del 16 pasado, y como todos los años por esta misma fecha me dirijo a Vd. para reiterarle mi pésame por la tragica muerte del pobre Pepe (q.e.p.d.)
Acierta Vd. al decir que tanto el socialismo como el separatismo han de acarrear grandes males a España. Son éstas dos enfermedades nacionales que, al estado de virulencia que han llegado, no va a ser posible atajarlas ni con fórmulas ni con paños calientes. A mi me preocupa mas el socialismo que el separatismo, por la labor de captación que se esta haciendo entre la infancia debido a que la mayor parte de los maestros actuales, por su procedencia de las bajas capas sociales o por haber sido nombrados en tiempos del gobierno Azaña, son foribundos extremistas: veremos como se manifiesta la juventud a la vuelta de diez o quince años.
En cuanto al separatismo, su mejor remedio ha de ser a la larga, los propios estatutos; pues si bien las campañas de emancipación las inicia siempre la burguesía del brazo de los clérigos, luego son los del bando contrario los que las aplican y explotan. Vea el caso de Cataluña, en donde las comparsas de Gambs, Ventosa y compañía son los que ahora han venido a Madrid a pedir protección.
Otra preocupación -y esta afecta directamente a la integridad nacional- es la indefensión en que nos encontramos para hacer frente a los peligros interiores y exteriores.
Hay que confiar en que antes de que se produzca una situación irreparable, Dios o el Diablo nos depare un gobierno enérgico capaz de meternos a todos en cintura y echar los cimientos a la nueva España.
En fin, mi general, siento no poder darle mejores impresiones. Póngame a los pies (q.b.) de Maruja, besos al pequeño y Vd. reciba el afecto de su antiguo amigo y siempre subordinado.
Firmado: Emilio Mola
P.D.: En este momento -cuatro y media de la tarde- me avisa un periodista de que se ha dado orden por el Gobierno de incautarse de los servicios de Orden Público y Seguridad de Cataluña. Dignamente ningún Gobierno podra tolerar la actitud de los mangoneadores "esquerristas".
4ª Carta.
Excmo. Sr. D. José Sanjurjo Sacanell
Monte Estoril
Mi respetado y querido general: como quiera que se acercan las tradicionales fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes no quiero que para esas fechas le falte una carta mía expresandole mi deseo de que pase esos días con todo género de felicidades.
Como le supongo enterado de todo cuanto por aquí pasa nada le digo sobre la situación política. De todos modos, en tranquilidad hemos ganado, pero no desaparecen en mi los temores de que andado el tiempo no vuelvan a repetirse hechos como los pasados, ya que los enemigos de la Patria no desisten en sus propósitos de asaltar el Poder.
Póngame a los pies (q.b.) de Maruja, besos al chico, y Vd. como siempre, disponga de su buen amigo, compañero y subordinado que le quiere,
Firmado: Emilio Mola
Miguel Angel 14 - 2: interior izquierda
5ª Carta
General Mola Miguel Ángel. 14, 2: Madrid Teléfono 36924
Excmo. Señor D. José Sanjurjo Sacanell
Monte Estoril
Mi respetado y querido general: a su debido tiempo recibí su grata del 22 de marzo pasado, a la que no he contestado antes por no tener nada nuevo que contarle que no fueran desdichas. Hoy lo hago mas que nada para ofrecerme en mi nueva postura y digo postura, porque no se cómo llamar a la situación en que estoy.
El caso es, mi querido general, que a primeros de mes me llamó el ministro de la Guerra y me encargó de un estudio sobre movilización que debía hacer recibiendo las inspiraciones del Estado Mayor Central. Así las cosas me presenté a Franco; éste me habilitó un despacho y en él me metí y estoy trabajando. En resumen: que me tienen en el Estado Mayor Central en calidad de "esquirol" y así voy tirando. Tengo la impresión de que de lo que se trata es de ponerme en circulación poco a poco. Después del verano veremos dónde voy a parar.
Desde luego he de decirle que por parte del ministro y de Franco hay deseos de hacer cosas que corrijan las barbaridades del canalla de Azaña; pero no si si el desarrollo de la política nacional lo permitira, pues ya ve Vd. que no hay un gobierno estable.
Yo creo, mi general, que debe Vd. ir pensando en regresar a estas tierras donde aunque no le falten enemigos -todos los tenemos- tiene Vd. millones de compatriotas que le admiran y veneran. Piense lo que le digo y pasado el verano a ver si le vemos por aquí.
Póngame a los pies (q.b.) de Maruja, besos al peque, y como siempre disponga incondicionalmente de su buen amigo y agradecido subordinado que le admira, le quiere y le abraza de todo corazón.
Firmado: Emilio Mola
Hoy 9 de junio de 1935.
6ª Carta.
General Mola Miguel Angel. 14, 2: Madrid Teléfono 36924
Excmo. Señor D. José Sanjurjo Sacanell
Monte Estoril
Mi querido general y amigo: con verdadera alegría he recibido su muy cariñosa carta fecha 2 del corriente en la cual me felicita por el cargo que me han conferido después de cuatro años de calvario, que han sido de dura prueba. Mi mayor satisfacción es haber logrado una total rehabilitación sin haber recurrido a claudicaciones, manteniendo en todo momento una actitud digna, o por lo menos que yo juzgo así.
En efecto, yo soy el general mas antiguo de los dos que hay allí, y como es consiguiente ejerceré - aunque con caracter accidental- el mando de las fuerzas de Marruecos; pero en esta primera época residiré en Melilla para poner aquello en marcha, ya que supongo que mi antecesor se dedicaría nada mas que a ir tirando. Tengo además la impresión que por ahora no han de poner allí general de división.
Creo firmemente que si Gil Robles sigue una temporada larga y no encuentra grandes dificultades en el Parlamento lograremos !por fin!, tener un ejército modesto, pero con moral y apto para asegurar la integridad de la Patria y la seguridad del Estado. Temo que el movimiento revolucionario de octubre pasado no sea el último que provoquen las extremas izquierdas.
Me dicen tiene Vd. el proyecto de regresar a España el próximo otoño y creo que hara perfectamente.
Ya sabe, mi general, que tiene y tendra siempre en mí un admirador y un agradecido porque yo no puedo olvidar nunca los muchos favores y atenciones que de Vd. he recibido durante mi ya dilatada vida militar y que mis mayores éxitos, como aquellos de los años 26 y 27, han ido siempre unidos a su glorioso apellido.
Póngame a los pies (q.b.) de Maruja y como siempre disponga de su buen amigo y subordinado que le admira y abraza.
Firmado: Emilio Mola.
Madrid, 9 de agosto de 1935.
7ª Carta.
Ceuta 18 de noviembre de 1935
El General Jefe Superior de las Fuerzas Militares de Marruecos.
Excmo. Sr. Don José Sanjurjo
Mi querido General y amigo:
A mi regreso de Melilla, a donde he ido para dejar a Capaz, me encuentro con su cariñosa carta de felicitación, que me ha producido la alegría que ya puede Vd. suponer, y mas recibida en estas tierras donde tantas veces me he visto a sus órdenes y donde tanto ha hecho Vd. para gloria de nuestro ejército y por el bien de España.
Tengo la satisfacción de comunicarle que no obstante lo pasado aquí la gente responde cuando se le exije trabajar, sobre todo la gente joven que esta deseando se la mande. Así es, mi querido General, que sin violencias, sin tener que recurrir ni siquiera a poner cara de mal humor ésto marcha y marcha bien, dentro naturalmente de la modestia de medios a que paulatinamente se nos ha reducido.
A Melilla ha ido Capaz con mucho gas y tengo la evidencia que pondra aquello como no ha estado nunca, ya que tiene talento, energía y buen deseo. Como Vd. comprendera he tenido una gran satisfacción en que le hayan puesto a mis órdenes.
Si que sigue contento ahí dedicado a la familia y muy especialmente a la chiquitina que le tiene encantado.
Y nada mas, mi General. Póngame a los pies (q.b.) de Maruja, besos a los pequeños y Vd. reciba todo el afecto de su buen amigo, compañero y subordinado que le quiere y abraza de todo corazón.
Firmado: Emilio Mola.
8ª Carta.
Ceuta 27 de diciembre de 1935
Fuerzas Militares de Marruecos. General Jefe
Excmo. Sr. Don José Sanjurjo Sacanell
Mi querido General y amigo: acabo de recibir su grata del 21 del corriente que le agradezco. Yo también deseo a Vd. y los suyos hayan pasado unas felices Pascuas de Navidad y tengan buen fin y entrada de año. Veremos lo que nos depara el próximo 1936.
De política poco o nada puedo decirle, porque observo bastante desorientación en la prensa que es lo único que hasta mi llega, y eso de cuando en cuando, pues el trabajo me impide dedicar mi atención a todo aquello que no sea lo profesional. Lo que leo con maximo interés es todo lo relativo a la cuestión internacional que cada vez esta mas feo. Quieran o no quieran, mas pronto o mas tarde vamos a tener una guerra que va a dejar en mantillas la de 1914.
Póngame a los pies (q.b.) de Maruja, besos a los chiquitines, y Vd. reciba, mi querido General, un fuerte abrazo de su buen amigo, compañero y subordinado que de veras le quiere,
Firmado: Emilio Mola.
Cierra España
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