jueves, 15 de octubre de 2009

EL BOMBARDEO DE JAÉN 3ª parte.

    Aparte de esta referencia a la nacionalidad de los pilotos que, en todo caso, aclara la de uno de los miembros de las tripulaciones (un bombardero de la época llevaba como mínimo un piloto y un observador) he podido encontrar otra, recogida por José Villar Casanova "Vica" en una de sus columnas del Diario "JAÉN", en la que una persona de la ciudad decía haber participado en el bombardeo, aunque el mismo "Vica" no le concede crédito
    

    Los 12 Junker 52 de la base de Tablada fueron cedidos en diciembre de 1936 a la aviación española, quedando encargada de instruir a los pilotos de la Legión Cóndor, por lo que no tiene nada de extraño encontrar a un alemán entre las tripulaciones españolas, aunque la aviación española, la alemana o la italiana mantuviese sus propias unidades. Estos Junker 52 bombardearon Andújar el día treinta de marzo (SALAS LARRAZÁBAL, Jesús. "Los aprovisionamientos al Santuario de Santa María de la Cabeza". Revista de Estudios Históricos de la Guardia Civil, nº7), en una acción realizada con "mucho estilo", como la califica con ironía CORDÓN, Antonio, “Trayectoria”, refiriéndose también al bombardeo de Jaén.

    El bombardeo se produjo exactamente a las cinco y veintidós minutos de la tarde, según testimoniaron varias decenas de relojes de la Relojería Martínez de la plaza del Deán Mazas, que pararon su tic-tac por los efectos de la onda expansiva de una bomba. BRAVO, Luis. "Juan de Dios Martínez Vilches: un artesano relojero". JAÉN, 16 de enero de 1986.

3.- ARCHIVO MUNICIPAL DE JAÉN (A.M.J.) (Fondo Arco de los Dolores). Legajo 2969, 786.20 y 803.8. Y testimonios de D. Juan Castellano de Dios, Pedro Casañas Llagostera, Antonio Martínez Lombardo, José Ureña Castro y otros.

Giner de los Ríos da la cifra de 72 bombas lanzadas sobre Jaén. "Entrevista con el Ministro de Comunica¬ciones Sr. Giner de los Ríos". "RENOVACIÓN". 9 de abril de 1937.

    Las bombas debieron ser de varios tipos, según se desprende de los efectos producidos en los distintos lugares donde cayeron. Don Antonio Martínez Lombardo vio una bomba, que le aseguraron procedía del bombardeo de Jaén, de unos quince o veinte centímetros de altura y unos diez de diámetro. Don José Ureña Castro cuenta que su padre vio como sacaban una bomba sin explotar de la calle Chinchilla y la echaban en una espuerta, por lo que tampoco debía ser muy grande. Por otra parte, la que derribó las tres casas situadas frente a la fachada principal de la iglesia de San Ildefonso e inclinó las dos primeras de la calle Montuno Morente, debía ser de un tamaño mucho mayor.

    El "Informe sobre las experiencias de la Legión Condor (preparado por von Knauer)", publicado por SALAS LARRAZÁBAL, Jesús. Guernica..., págs. 265-267, hace un estudio muy exhaustivo de los efectos de las bombas que extracto a continuación, exceptuando las de 500 kilos, empleadas en el mar, y las incendiarias, que parece no fueron empleadas en Jaén puesto que no hubo ningún incendio como consecuencia del bombardeo. "... Las casas con este tipo de construcción (se refiere a casas de ladrillo, en tierra lisa o de piedra natural, con techumbre débil y dos o tres pisos) fueron destruidas totalmente por las bombas de 50 kilos. El empleo exhaustivo de bombas de 50 kilos en los ataques a construcciones livianas es adecuado al objetivo, pues así hay que esperar más impactos plenos. Contra un tipo de construcción más pesado y macizo, no se puede imponer la bomba de 50 kilos con espoleta retardada...




    La bomba de 100 kilos (fabricación italiana) destruye el interior de una casa de cuatro pisos completamente.
La bomba de 250 kilos produce la caída de una casa entera a excepción de las paredes laterales, y daña las casas vecinas...".

4.- ESLAVA GALÁN, Juan. Catedral...

5.- A.M.J. Libro de Actas del Ayuntamiento: Pleno, sesión del día 2 de abril de 1937. Intervención del consejero don Nemesio Pozuelo Expósito.

6.- COBO ROMERO, Francisco. "Las dificultades económicas de la retaguardia republicana. La construcción de refugios antiaéreos en la provincia de Jaén (1937-1939)”. Revista de Estudios Empresariales, n.' 2 (Jaén). Y testimonio de don Juan Castellano de Dios.

7.- Testimonio de don Juan Castellano de Dios.

8.- MANRESA, Josefina. “Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández”. 2ª ed. corr. y aum. Madrid, Ediciones de la Torre, 1981.

    Ilia Ehrenburg describe así los efectos de los bombardeos: "En España existen muchas casas que se entregan a la mirada de los curiosos: casas ruinas. Escaleras que no suben a ninguna parte; cómodas fantásticas colgadas en el aire; tazas ventrudas que, por un milagro, quedaron intactas entre las piedras de las ruinas; un tabique y, sobre él, una pequeña mancha leonada y un reloj que aún guarda la hora de la muerte. Madrid, Alicante, Valencia, Guadalajara, Alcalá, Jaén, Andújar...".

9.- Testimonio de don Ramón Espantaleón Jubes.

10.- BRAVO, Luis. "Juan de Dios Martínez"... Y testimonio de don Juan Castellano de Dios.

11.- Testimonios de don Juan Castellano de Dios y de don Manuel López Pérez.

12.- REGISTRO CIVIL. Libro correspondiente a abril de 1937.

13.- Ibid. Probablemente se refiera a este hecho Ilia Ehrenburg cuando dice: "...Un hombre a quien trataban de impedir que se acercara a las ruinas de su casa, en las que había quedado su mujer y sus hijos sollozaba: ¡dejadme, ya no me queda nada...!". VIDA ROVIRALTA, Mª Angeles. "La Segunda República"....

14.- Testimonio de don Juan Castellano de Dios.

15.- Testimonio de don José Ureña Castro.

16.- "Entrevista con el Ministro…”. "RENOVACIÓN"...

17.- Ibid. En realidad los muertos a consecuencia del bombardeo de Jaén fueron 155, según los datos elaborados a partir del "Libro Registro del Cementerio de Jaén. 1935-1937", A.M.J. La lista de "Movimiento demográfico de "LA MAÑANA", del día 9 de abril de 1937. Y el Libro correspondiente a abril y mayo de 1937 del REGISTRO CIVIL.


EL BOMBARDEO DE JAÉN 2ª parte.

    Los heridos fueron trasladados al Hospital Provincial, Clínica "La Inmaculada" (incau¬tada), Casa de Socorro y Cruz Roja, produciéndose un gran desconcierto entre el personal sanitario y terribles escenas entre los familiares que se agolpaban en pasillos y puertas18.


    Los cadáveres y restos humanos se fueron concentrando en una habitación del cementerio que seguramente ofrecía, en aquél día trágico, la escena más dantesca que jamás ha vivido esta vieja ciudad. Los escombros, debido a las enormes dificultades para encontrar vehículos de transporte, puesto que la mayoría del escaso parque automovilístico había sido acaparado por los frentes de batalla19, fueron apartados para dejar expeditas las calles. A estos escombros se fue añadiendo posteriormente la tierra procedente de las excavaciones realizadas para la construcción de refugios que se amontonaron en los pocos espacios libres existentes en le estrecho entramado urbano de Jaén: lonja de la catedral, jardín de la Escuela de Artes y Oficios, plaza de los Jardineros, etc.; ofreciendo la ciudad, hasta el año 1940 en que se retiraron, un aspecto ruinoso y sucio20.

    Gran parte de la población huyó aterrorizada al Cerro de Santa Catalina y a las huertas y olivares de los alrededores llevándose algunos enseres y útiles domésticos. Los propieta¬rios de caserías se trasladaron a ellas, algunos hasta el final de la guerra, en una especie de largas vacaciones21. Miguel Hernández, en un artículo de gran interés testimonial y literario, arremeterá contra ellos desde Frente Sur "¿Ha desaparecido ya Jaén de su modorra incrédu¬la y moruna? Todas sus bocas llaman asesinos, y no se hartan de llamarlos, a los que han cometido en su población un acto más de destrucción inútil. Pero yo veo que muchos de sus hombres se conforman con gritar y se previenen contra otro posible bombardeo, yéndose a vivir debajo de los olivos. Esta actitud estática, pasiva, fatalista y torpe exaspera al comba¬tiente más templado. ¿Por qué no se ocupan esos hombres en la construcción de refugios para sus hijos y esposas, o por qué no colaboran con los que llevan nueve meses bajo la lluvia y las balas, conquistando la tierra que a todos nos quieren arrebatar? Hombres veo que, cuando Jaén quedara totalmente destruida, cuando no tuvieran un rincón donde meterse, ocuparían los nidos de los ratones y allí se dejarían matar sin hacer otra cosa que lamentarse"22.

    Las muestras de repulsa e indignación fueron unánimes en el bando republicano. La prensa utilizará los más duros calificativos en su condena. El alcalde José Campos Perabá, en el Pleno celebrado el día 2 de abril, tomó la palabra para "condenar enérgicamente el alevoso atentado de que ha sido objeto la población civil de Jaén por la aviación faccio¬sa ..."23. A la ciudad llegaron muestras de solidaridad de todas partes de la España republica¬na y de muchos países democráticos. Se abrió una suscripción popular de ayuda a los damnificados que recaudó una gran suma de dinero24.

    En ciertos ambientes locales se ha venido manteniendo que el objetivo del bombardeo del 1 de abril era destruir el cuartel general del IX Cuerpo de Ejército, que tenía su sede en el palacio de los Cobaleda-Nicuesa, tratando de justificarlo de alguna manera a la vez que acallar algunos complejos "freudianos", puesto que el propio Queipo de Llano, en su alocución desde Radio Sevilla del mismo día del bombardeo se atribuye la responsabilidad del mismo "... en el día de hoy han bombardeado bárbaramente Córdoba, causando bajas entre la población, en el barrio de Cercadilla, destrozando cinco casas de obreros, y en esas cinco casas han matado a un obrero, a tres pobres mujeres y a bastantes niños...
    También han bombardeado el Hospital Militar, donde han resultado víctimas varios heridos de los que allí se encontraban y familiares de éstos que han ido a verles... Como el número de víctimas, familias modestas todas ellas, han colmado toda medida, me he visto obligado a ordenar se bombardee Jaén, que ha pagado por consiguiente, la salvajada de los rojos. Yo lamento los efectos espantosos allí producidos, pues según me informan, han sido grandes, pero es necesario que sepan los rojos que en lo sucesivo, siempre que bombardeen una población se les contestará de la misma manera.." 25.

    La alocución de Queipo de Llano evidencia, sin lugar a dudas, que el ataque aéreo de Jaén del día 1 de abril de 1937 tenía como objetivo la población civil, que tuvo la desgracia de ostentar el récord en número de víctimas producidas por acciones de la aviación durante los ocho meses y medio de guerra transcurridos, hasta el día 26 de abril, día en que una torpe y cruel acción de la Legión Cóndor alemana y de la Aviación Legionaria italiana, lo superaron netamente en el bombardeo de Guemica.

    A. Olmedo Delgado y el General J. Cuesta, autores de la biografía General Queipo de Llano, consideran eficaz el bombardeo, puesto que "... Afortunadamente, se cum¬plió la sentencia que reza ‘el loco por la pena es cuerdo’, y no tuvo necesidad de ordenar otros bombardeos de represalia".27 Tal vez la aviación republicana no bombardease nuevamente población civil, pero la reacción de las autoridades del Frente Popular, ordenando la ejecución de ciento veintiocho presos, miembros destacados de la derecha de la provincia fundamentalmente, encarcelados en la Prisión Provincial, en aplicación de la Ley del Talión, como represalia de la represalia, parece contradecir esa afirmación, demostrando más bien, una vez más, que la violencia sólo engendra violencia. Los fusilamientos se produjeron durante los días 2, 3, 4, 5 y 7 de abril en el cementerio de Mancha Real. También se endurecieron las condiciones de vida de los presos restantes y en general se aumentó la presión sobre los sospechosos de desafectos al régimen republicano28.

   El día 2 de abril se constituyó una comisión compuesta de elementos del Frente Popular local, del Ayuntamiento y de técnicos bajo la presidencia del alcalde, con el objetivo de dotar a la ciudad de mayor número de refugios antiaéreos29.

    Se encargó el proyecto al arquitecto municipal, Antonio María Sánchez, y al arquitec¬to provincial, Luis Berges Martínez. Realizado en el tiempo récord de cinco días, fue presentado al Ayuntamiento el 7 de abril. Los refugios proyectados iban dirigidos fundamentalmente a ofrecer cobijo a la población del centro de la ciudad, pues consideraban que los barrios extremos, erigidos en su mayoría en laderas de fuerte pendiente, con espacios descubiertos amplios, estaban dotados con refugios capaces para la población de los mismos. Con estos refugios y los olivares que rodean la capital, de inmediato acceso para las calles que en ellas desembocan, estaban cubiertos, a su juicio, las necesidades de los barrios extremos30.

    Se proyectaron un total de seis refugios situados en la plaza de Moscú (plaza de la Magdalena), plaza de la Merced, Cárcel Vieja (Martínez Molina), plaza de Santiago, plaza de Largo Caballero (plaza de San Juan) y plaza de Canalejas (plaza de San Ildefonso). El presupuesto total ascenderá a 1.329.971'44 Ptas.31.

    También se organizó un sistema de señales, que consistió en la instalación de dos sirenas de gran potencia, una en la catedral y otra en la estación de ferrocarril, para avisar con cierta antelación a la po¬blación de la presencia de aviones enemigos. Así mismo se dictaron normas para el oscurecimiento de la ciu¬dad durante la noche, no haciéndose uso del alumbrado público. Las disposiciones tuvieron que re¬petirse varias veces ante su falta de cumplimiento. El 14 de mayo, el consejero Sr. Consuegra pide que se “apaguen completamente las luces de las viviendas o en su defecto hagan lo necesario para que éstas no sean visibles desde la calle, ya que aunque el alumbrado público está apagado no se consigue el objeto deseado si por puertas y ventanas queda iluminada la vía pública”32

    A partir del bombardeo del 1 de abril se produjeron, con cierta frecuencia, nuevas incursiones aéreas, pues aunque se instalaron defensas antiaéreas en el castillo y en la catedral, los aviones nacionalistas pudieron actuar casi con completa libertad, ya que éstas consistían en simples ametralladoras y unos tubos del órgano de la catedral que se dispusie¬ron de forma que simulaban una batería antiaérea33. Afortunadamente los ataques se limitaron casi exclusivamente a la estación de ferrocarril, pues la organización de la defensa contra aeronaves de Jaén continuó dando muestras de una gran ineficacia, como se desprende de la lectura de las actas del Consejo Municipal del día 28 de mayo "...se censura el hecho ocurrido con el toque de sirena que se ha oído en Jaén mucho después de haber pasado sobre la población los aparatos facciosos...", acordándose nombrar a tres personas de confianza encargadas de vigilar en turnos de ocho horas a la guardia responsable de la vigilancia de la aviación34.

NOTAS:

1.- Esa era la opinión de Miguel Hernández expresada en FRENTE SUR. Periódico de Altavoz del Frente Sur. "La ciudad Bombardeada". 8 de abril de 1937.

2.- Testimonios de don Juan Castellano de Dios y don Pedro Casañas Llagostera. Jesús Salas Larrazábal, al describir el bombardeo principal de Guernica del 26 de abril de 1937, dice que ésta era la manera más usual de bombardear en dicho año: aproximación al objetivo aprovechando el relieve para ocultarse hasta el último momento y atacar en cuñas sucesivas de tres aviones presentado un frente de 150 metros, ya que la envergadura de los bombarderos (se refiere a los Junker 52) era de 30 metros y la separación entre aviones era igual a su envergadura. SALAS LARRAZÁBAL, Jesús. Guernica. Madrid, RIALP, S.A. 1987. págs. 147-148.

    No he podido establecer el tipo o tipos de aviones que realizaron el bombardeo de Jaén. En cambio, sí conocemos el número y tipos de aviones nacionalistas existentes en el frente sur el día 31 de marzo de 1937, puesto que la relación ha sido publicada por SALAS LARRAZÁBAL, Jesús. Guernica, pág. 218. Los bombarderos disponibles ese día eran los siguientes: 12 Junker 52 y 10 Breguet XIX, pertenecientes a la aviación española, 6 Romeo 37 y 2 Savoias 81, pertenecientes a la aviación legionaria italiana. La Legión Condor alemana no disponía de bombarderos en el frente sur en esos momentos. Por otra parte, otros tipos de aviones podían actuar como bombarderos aunque no fueran esas sus misiones principales.

    Ilia Ehrenburg, periodista ruso vinculado a FRENTE SUR, atribuye el bombardeo a aviones italianos "... En Jaén, aviones italianos habían dejado su huella mortal...". Citado por VIDA ROVIRALTA, Mª Angeles. "La Segunda República". En Jaén. Tomo II. Granada. Ed. Anel, 1989, pág. 698.

    ESLAVA GALÁN, Juan. Catedral. Barcelona. Planeta, 1991, págs. 116-117, al narrar una conversación mantenida, hace más veinte años, con un piloto alemán que participó en el bombardeo de Jaén, habla de "Junker".


EL BOMBARDEO DE JAÉN 1ª parte.

   Hace unos días recibí un email, sobre los hechos acaecidos en Jaén, durante la GC española, la cual me parece bastante interesante. Se me dice en el email que si no me importa publicarlo en el blog, cosa que me parece loable y justa,  que mi ideal este fuera de lo que se considera políticamente correcto,no quiere decir que no pueda ser objetivo y como mi intención es la de ser precisamente objetivo, publico esta de los acontecimientos vividos en Jaén capital, en 1937, considero que la historia de este país es la de los dos bandos y no la que se esta contando desde hace treinta y cinco años; años que llevamos de democracia, como siempre comento no voy a cambiar la historia, sea esta o otras, pero al menos si intento que se conozcan las dos, que realmente solo es una, cuestión que ahora por desgracia y por mucho que digan no lo realizan, así que sea esta pues acoplada aquí en mi blog para que sea de conocimiento publico.

Juan CUEVAS MATA


[…]

   La relativa tranquilidad con que Jaén "...dejaba pasar la guerra..." 1, se vio interrumpida por la acción de una escuadrilla de bombarderos el día 1 de abril de 1937. Los aviones, seis trimotores, aparecieron desde detrás de las Peñas de Castro, después de haber rodeado Jabalcuz a baja altura, y encararon la ciudad por el sur. El ataque se llevó a cabo en una sola pasada de dos formaciones en cuña de tres aviones cada una, siguiendo los usos normales, en cuanto a bombardeos se refiere, de la aviación de 1937. En el reloj de San Ildefonso quedaron marcadas, por mucho tiempo, las cinco y veinte de la tarde2.


   Las dos patrullas de bombarderos se desplegaron sobre la ciudad formando un pasillo aéreo de unos 150-200 metros de ancho, atravesándola de sur a norte, en toda su extensión, por la zona central del barrio de San Ildefonso; siendo, probablemente, la iglesia su referencia principal y el lugar que debían sobrevolar los aviones situados en el centro de las cuñas. Las bombas afectaron a las siguientes calles y plazas: calle Fuente de don Diego, calle Olid, plaza de San Félix, calle Juan Izquierdo (Josefa Segovia), calle Batería, calle Miguel Romera, calle Jorge Morales, calle Pilar del Borrego (Obispo Aguilar), calle los Romeros, calle Azulejos, calle Mesa (Emilio Mariscal), calle Ancha (Muñoz Garnica), plaza de San Ildefonso, calle Hurtado, calle Teodoro Calvache, calle Nicolás Salmerón (Dr. Sagaz Zubelzu), calle Chinchilla, plaza del Deán Mazas, calle Mesones (Federico de Mendizábal), calle Pablo Iglesias (Correa Weglison) y calle Julio Burell (Virgen de la Capilla). También cayeron algunas bombas en las inmediaciones del Barranco Hondo: la Corona y la Huerta Baja, en las afueras de la población3.

   Juan Eslava Galán tuvo ocasión de hablar con un piloto alemán que había participado en el bombardeo de Jaén, y ha recreado la visión que éste tuvo de la ciudad desde el aire en su novela Catedral. "Yo me acuerdo de una ciudad blanca y roja, en medio de la parte parda del campo y me acuerdo del verdor de los patios con palmeras y de un dedo de humo que se elevaba del horno de un tejar y de unas sábanas blancas tendidas al sol de una azotea que, movidas por el viento, parecía que nos saludaban, pero sobre todo me acuerdo de la catedral desde arriba. Parecía un cofre de oro guarnecido de torres y cúpulas, cuadrada, cerrada como un secreto..." 4.

   Nadie dio la alarma debido a la sorpresa del ataque, a la rapidez con que se produjo y a la "...imprevisión en los elementos militares, ya que por falta de organización de los mismos ni se dio aviso a la aviación leal para que desplazara algunos cazas, ni en los edificios apropiados como la catedral y sitios como el castillo se tenían emplazadas baterías antiaéreas que la misma tarde del bombardeo se comenzaron a emplear..." 5. Jaén era una "ciudad abierta", que no contaba con defensas antiaéreas de fortificaciones.
 


   La incursión aérea encontró al vecindario en sus quehaceres cotidianos: en sus casas, en la calle, en los cafés, en los comercios, en los talleres o en cualquiera de las colas que había que guardar desde los primeros meses de la contienda, para comprar pan, carbón, petróleo o algún otro producto de primera necesidad, dependiendo de como estuviera abastecido el mercado6. Aquella tarde, salvo los alumnos de los colegios privados con semana inglesa, que descansaban los sábados por la tarde en vez de los jueves como todos los colegios públicos, no tuvieron clase, y estaban en sus casas, entretenidos jugando en la calle o en alguna cola7.

   Las bombas alcanzaron numerosos edificios resultando muertos o heridos muchos de sus habitantes. "...Los familiares a los que cogió fuera lloraban desesperados en los escombros. Recuerdo a un niño, de unos diez años, muriendo entre una puerta y la pared... Todo el tiempo que duró el bombardeo lo pasamos en un patio que había allí muy amplio, y yo hacía lo que veía hacer a los demás. Me ponía las manos en la cabeza ..." 8

   Una bomba alcanzó de lleno la oficina de farmacia de don Antonio Espantaleón Molina, situada en la calle Muñoz Garnica, matando en el acto a los cuatro o cinco clientes que se encontraban en ella; don Antonio salvó la vida milagrosamente porque, en ese preciso momento, había bajado al sótano en busca de un medicamento9. Martínez, el relojero de la plaza del Deán Mazas, todavía conserva como una reliquia el flexo con el que se iluminaba y resultó agujereado por la metralla de una bomba que calló en la plaza, dañando de cierta consideración la fachada del edificio de la Económica, de la Delegación de Hacienda, del palacio de los Vilches y la estatua de Capuz, erigida en homenaje al arquitecto Justino Flórez10. Todas las casas que había frente a la fachada principal de la iglesia de San Ildefonso resultaron destruidas por una bomba, menos la que hace esquina con la calle Hurtado, viéndose también muy afectada, como todavía puede verse, la fachada de la Iglesia y las dos primeras casas de la calle Martínez Morente11.

   En la calle Olid murieron nueve personas12. En la calle Batería una madre y sus tres hijos13. Pero la bomba que más estragos produjo fue la que cayó en la calle Fontanilla (principio de la actual calle de Federico de Mendizábal), donde se concentraban varias decenas de personas, sobre todo mujeres y niños, guardando cola para comprar carbón, de las que resultaron veintidós muertos y el resto heridas de diversa consideración14. Algunas bombas, como la caída en la calle Chinchilla, no explotaron, siendo retiradas por las autoridades ante la expectación del vecindario15.

   El Ministro de Comunicaciones de la República y diputado por Jaén, Bernardo Giner de los Ríos, que se desplazó nada más conocer la noticia desde Valencia "...para asociarme personalmente al dolor del pueblo que ha sido víctima de uno de los más feroces bombardeos; de un atentado criminal, sin objetivo, como no fuera el de hacer el mal por el mal mismo..."16, evaluó así los daños: "Ciento cuarenta y tantos fueron los muertos, más de doscientos ochenta los heridos, de ellos ochenta gravísimos. Y en la extensa zona azotada por el crimen, los escombros lo llenan todo"17.