Carta Magna, su emblema.

Palabras de José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S

"La noticia de que José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S., se disponía a acudir a cierto congreso internacional fascista que está celebrándose en Montreaux es totalmente falsa. El jefe de Falange fue requerido para asistir; pero rehusó terminantemente la invitación, por entender que el genuino carácter nacional del Movimiento que acaudilla repugna incluso la apariencia de una dirección internacional. Por otra parte Falange Española de las J.O.N.S. no es un movimiento fascista; tiene con el fascismo algunas coincidencias en puntos esenciales de valor universal; pero va perfilándose cada día con caracteres peculiares y está segura de encontrar precisamente por ese camino sus posibilidades más fecundas".

martes, 3 de noviembre de 2009

Discurso de Unamuno en el Congreso sobre las lenguas hispánicas y a propósito de la oficialidad del castellano ( parte final)



En una ocasión contaba Michelet que discutía un vasco con un montmorency, y que al decir el montmorency: «¿Nosotros los montmorency datamos del siglo.., tal», el vasco contestó: «Pues nosotros, los vascos, no datamos.» (Risas.) Y os digo que nosotros, en el orden espiritual, en el orden de la conciencia universal, datamos de cuando los pueblos latinos, de cuando Castilla, sobre todo, nos civilizó. Cuando yo pronunciaba aquel discurso recibí una carta de D. Joaquín Costa lamentándose de que el vascuence desapareciese siendo una cosa tan interesante para el estudio de las antigüedades ibéricas. Yo hube de contestarle: «Está muy bien; pero no por satisfacer a un patólogo voy a estar conservando la que creo que es una enfermedad.» (Risas.- El señor Leizaola pide la palabra.)


Y ahora hay una cosa. El aldeano, el verdadero aldeano, el que no está perturbado por nacionalismos de señorito resentido, no tiene interés en conservar el vascuence.

Se habla del anillo que en las escuelas iba pasando de un niño a otro hasta ir a parar a manos de uno que hablaba castellano, a quien se le castigaba; pero ¿es que acaso no puede llegar otro anillo? ¿Es que no he oído decir yo: «No enviéis a los niños a la escuela, que allí aprenden el castellano, y el castellano es el vehículo del liberalismo»? Eso lo he oído yo, como he oído decir: «¡Gora Euzkadi ascatuta!» («Euzkadi» es una palabra bárbara; cuando yo era joven no existía; además conocí al que la inventó). «¡Gora Euzkadi ascatuta!» Es decir: ¡Viva Vasconia libre! Acaso si un día viene otro anillo habrá de gritar más bien: «¡Gora Ezpaña ascatuta!» ¡Viva España libre! Y sabéis que España en vascuence significa labio; que viva el labio libre, pero que no nos impongan anillos de ninguna clase. (Un señor Diputado: Muchas gracias, en nombre del pueblo vasco.)

Pasemos a Galicia; tampoco hay aquí, en rigor, problema. Podrán decirme que no conozco Galicia y, acaso, ni Portugal, donde he pasado tantas temporadas; pero ya hemos oído que Castilla no conoce la periferia, y yo os digo que la periferia conoce mucho peor a Castilla; que hay pocos espíritus más comprensivos que el castellano (Muy bien.) Pasemos, como digo, a Galicia. Tampoco allí hay problema. No creo que en una verdadera investigación resultara semejante mayoría. No me convencen de no. Pero aquí se hablaba de la lengua universal, y el que hablaba sin duda recuerda lo que en la introducción a los Aíres da miña terra decía Curros Enríquez de la lengua universal:

«Cuando todas lenguas o fin topen
que marca a todo o providente dedo,
e c'os vellos idiomas estinguidos
un solo idioma universal formemos;
esa lengua pulida, idioma úneco,
mais qu'hoxe enriquecido e mais perfeuto,
resume d'as palabras mais sonoras
qu'aquela n'os deixaran como enherdo.
Ese idioma, compendio d'os idiomas,
com'onha serenata pracenteiro,
com'onha noite de luar docísimo
será -¿que outro sinon?- será o gallego

Fala de minha nai, fala armoñosa,
en qu'o rogo d'os tristes sub'o ceo
y en que decende a prácida esperanza,
os afogados e doloridos peitos.
Falta de meus abós, fala en q'os párias,
de trevos e polvo e de sudor cubertos,
piden a terra o grau d'a cor'a sangue
qu'ha de cebar a besta d'o laudemio...
Lengua enxebre, en q'as anemas d'os mortos
n'as negras noites de silencio e medo
encomendan os vivos as obrigas,
que, ¡mal pecados!, sin cuprir morreron.
Idioma en que garula nos paxaros,
en que falan os anxeles, os nenos,
en qu'as fontes solouzan e marmullan
Entr'os follosos albores os ventos»

Todo eso está bien; pero que me permita Curros y permitidme vosotros; me da pena verle siempre con ese tono de quejumbrosidad. Parias, azotada, escarnecida..., amarrada contra una roca..., clavado un puñal en el seno...

¿De dónde es así eso? ¿Es que se pueden tomar en serio burlas, a las veces cariñosas, de las gentes? No. Es como lo de la emigración. El mismo Curros, cuando habla de la emigración -lo sabe bien mi buen amigo Castelao-, dice, refiriéndose al gaitero:

«Tocaba..., e cando tocaba,
o vento que d'o roncón
pol-o canuto fungaba,
dixeran que se queixaba
d'a gallega emigración.

Dixeran que esmorecida
de door a Patria nosa,
azoutada, escarnecida,
chamaba, outra Nai chorosa,
os filliños d'a sus vida...

Y era verdá. ¡Mal pocada!
Contr'on peneda amarrada,
crabad'un puñas n'o seo,
n'aquella gaite lembrada
Galicia era un Prometeo.»

No; hay que levantar el ánimo de esas quejumbres, quejumbres además, que no son de aldeanos. Rosalía decía aquello de:

«Castellanos de Castilla,
tratade ben os gallegos;
cando van, van como rosas;
cando veñen, como negros.»

¿Es que les trataban mal? No. Eran ellos los que se trataban mal, para ahorrar los cuartos y luego gastarlos alegre y rumbosamente en su tierra, porque no hay nada más rumboso, ni menos avaro, ni más alegre, que un aldeano gallego. Todas esas morriñas de la gaita son cosas de los poetas. (Risas.)

Vuestra misma Rosalía de Castro, después de todo, cuando quiso encontrar la mujer universal, que era una alta mujer, toda una mujer, no la encontró en aquellas coplas gallegas; la encontró en sus poesías castellanas de Las orillas del Sar. (Denegaciones en algunos señores diputados de la minoría gallega.) ¿Y quiénes han enriquecido últimamente a la Lengua castellana, tendiendo a que sea española? Porque hay que tener en cuenta que el castellano es una Lengua hecha, y el español es una Lengua que estamos haciendo. ¿Y quiénes han contribuido más que algunos escritores galleros -y no quiero nombrarlos nominativamente, estrictamente-, que han traído a la Lengua española un acento y una nota nuevos?

Y ahora vengamos a Cataluña. Me parece que el problema es más vivo y habrá que estudiarlo en esta hora de compresión, de cordialidad y de veracidad. Yo conocí, traté, en vuestra tierra, a uno de los hombres que me ha dejado más profunda huella, a un cerebro cordial, a un corazón cerebral, aquel gran hombre que fue Juan Maragall. Oíd:

«Escolta, Espanya le veu d'un fill
que't parla en llengua no castellana,
parlo en la llengua que m'ha donat
la terra apra,
en questa llengua pocs t'han parlat;
en l'altra..., massa.

En esta Lengua pocos te han hablado, en la otra... demasiados.

Hon ets Espanya? No't veig enlloc,
no sents la meva ven atronadora?
No entensa aquesta llengua que't parla entre perills?
Has desaprés d'entendre an els teus fils?
Adeu, Espanya!»

Es cierto. Pero él, Maragall, el hombre qué decía esto, como si no fuera bastante lo demasiado que se le había hablado en la otra Lengua, en castellano, a España, él habló siempre, en su trabajo, en su labor periodística; habló siempre, digo, en un español, por cieno lleno de enjundia, de vigor, de fuerza, en un castellano digno, creo que superior al castellano, al español, de Jaime Balmes o de Francisco Pi y Margall. No. Hay una especie de coquetería. Yo oía aquí, el otro día, al señor Torres empezar excusándose de no tener costumbre de hablar en castellano, y luego, me sorprendió que en español no es que vestía, es que desnudaba perfectamente su espíritu, y es mucho más difícil desnudarlo que vestirlo en una Lengua. (Risas.) He llegado -permitidme- a creer que no habláis el catalán mejor que el castellano. (Nuevas risas.) Aquí se nos habla siempre de uno de los mitos que ahora están más en vigor, y es el «hecho». Hay el hecho diferencial, el hecho tal, el hecho consumado. (Risas.) El catalán, que tuvo una espléndida florescencia literaria hasta el siglo XV, enmudeció entonces como Lengua de cultura, y mudo permaneció los siglos del Renacimiento, de la Reforma y la Revolución. Volvió a renacer hará cosa de un siglo -ya diré lo que son estos aparentes renacimientos-; iba a quedar reducido a lo que se llamó el «parlá munisipal». Les había dolido una comparanza -que yo hice, primero en mi tierra, y, después, en Cataluña- entre el máuser y la espingarda, diciendo: yo la espingarda, con la cual se defendieran mis antepasados, la pondré en un sitio de honor, pero para defenderme lo haré con un máuser, que es como se defienden todos, incluso los moros. (Risas.) Porque los moros no tenían espingardas, sino, quizá, mejor armamento que nosotros mismos.

Hoy, afortunadamente, está encargado de esta obra de renovación del catalán un hombre de una gran competencia y, sobre todo, de una exquisita probidad intelectual y de una honradez científica como las de Pompeyo Fahra. Pero aquí viene el punto grave, aquel a que se alude en la enmienda al decir: «no se podrá imponer a nadie».

Como no quiero amezquinar y achicar esto, que hoy no se debate, dejo, para cuando otros artículos se toquen, el hablar y el denunciar algunas cosas que pasan. Algunas las denunció Menéndez Pidal. No se puede negar que fueran ciertas.

Lo demás me parece bien. Hasta es necesario; el catalán tiene que defenderse y conviene que se defienda; conviene hasta al castellano. Por ejemplo, no hace mucho, la Generalidad, que en este caso actuaba, no de generalidad sino de panicularidad (Risas.) dirigió un escrito oficial en catalán al cónsul de España en una ciudad francesa, y el cónsul, vasco por cierto, lo devolvió. Además, está recibiendo constantemente obreros catalanes que se presentan diciendo: «No sabemos castellano», y él responde: «Pues yo no sé catalán; busquen un intérprete.» No es lo malo esto, es que lo saben, es que la mayoría de ellos miente, y éste no es nunca un medio de defenderse. (Rumores en la minoría de Izquierda catalana.- Un señor diputado pronuncia palabras que no se perciben claramente.) Eso es exacto. (Un señor diputado: Eso es inexacto.- El señor Santaló: Sobre todo su señoría no tiene autoridad para investigar si miente o no un señor que se dirige a un cónsul.- Otro señor diputado pronuncia palabras que no se perciben claramente.- Rumores.) ¿Es usted un obrero? (Rumores.- Varios señores diputados pronuncian algunas palabras que no se perciben con claridad.- Continúan los rumores, que impiden oír al orador.)... que hablen en cristiano. Es verdad. Toda persecución a una Lengua es un acto impío e impatriota. (Un señor diputado: Y sobre todo cuando procede de un intelectual.) Ved esto si es incomprensión. Yo sé lo que en una libre lucha puede suceder. En artículos de la Constitución, al establecer la forma en que se ha de dar la enseñanza, trataremos de cómo el Estado español tendrá que tener allí quien obligue a saber castellano, y sé que si mañana hay una Universidad castellana, mejor española, con superioridad, siempre prevalecerá sobre la otra; es más, ellos mismos la buscarán. Os digo aún más, y es que cuando no se persiga su Lengua, ellos empezarán a hablar y a querer conocer la otra. (Varios señores diputados de la minoría de la Izquierda catalana pronuncian algunas palabras que no se entienden claramente.- Un señor diputado: Lo queremos ya.- Rumores.) Como sobre esto se ha de volver y veo que, en efecto, estoy hiriendo resentimientos... (Rumores.- Un señor diputado: Sentimientos; no resentimientos.) Lo que yo no quiero es que llegue un momento en que una obcecación pueda llevaros al suicidio cultural. No lo creo, porque una vez en que aquí en un debate el ministro de la Gobernación hablaba del suicidio de una región yo interrumpí diciendo: «No hay derecho al suicidio.» En efecto, cuando un semejante, cuando un hermano mío quiere suicidarse, yo tengo la obligación de impedírselo, incluso por la fuerza si es preciso, no tanto como poniendo en peligro su vida cuando voy a salvarle, pero sí incluso poniendo en peligro mi propia vida. (Muy bien, muy bien.)

Y tal vez haya quien sueñe también con la conquista lingüística de Valencia. Estaba yo en Valencia cuando se anunció que iba a llegar el señor Cambó y afirmé yo, y todos me dieron la razón, que allí, en aquella ciudad, le hubieran entendido mejor en castellano que si hablara en catalán. Porque hay que ver lo que es hoy el valenciano en Valencia, que fue la patria del más grande poeta catalán, Ausias March, donde Ramón Muntaner escribió su maravillosa crónica, de donde salió Tirant lo Blanc.

El más grande poeta valenciano el siglo pasado, uno de los más grandes de España, fue Vicente Wenceslao Querol. Querol quiso escribir en lemosín, que era una cosa artificial y artificiosa y no era su lengua natal; el hombre en aquel lenguaje de juegos florales se dirigía a Valencia y le decía:

«Fill so de la joyosa vida qu'al sol s'escampa
tot temps de fresques roses bronat son mantell d'or,
fill so de la que gusitan com dos geganta cativa
d'un cap Peñagolosa, de l'altre cap Mongó,
de la que en l'aigua juga, de la que fon por bella
dues voltes desposada, ab lo Cid de Castella
y ab Jaume d'Aragó.»

Pero él, Querol, cuando tenía que sacar el alma de su Valencia no la sacaba en la Lengua de Jaime de Aragón, sino en la Lengua castellana, en la del Cid de Castilla. Para convencerse no hay más que leer sin que se le empañen los ojos de lágrimas.

El valenciano corriente es el de los donosos sainetes de Eduardo Escalante, y algunas veces el de aquellas regocijantes salacidades de Valldoví de Sueca, al pie de cuyo monumento no hace mucho me he recreado yo. Y también el de Teodoro Llorente cuando decía que la patria lemosina renace por todas partes, añadiendo aquello de...

«... y en membransa dels avis, en penyora
de la gloria passada y venidora,
en fe de germandat,
com penó, com estrella que nos guía
entre llaus de victoria y alegría,
alsem lo Rat-Penat.»

«Lo rat penat»; alcemos «lo rat penat», es decir, el ratón alado que, según la leyenda, se posó en el casco de Jaime el Conquistador y que corona los escudos de Valencia, de Cataluña y de Aragón; ratón alado que en Castilla se le llama muerciélago o ratón ciego; en mi tierra vasca, «saguzarra», ratón viejo, y en Francia, ratón calvo; y esta cabecita calva, ciega y vieja, aunque de ratón alado, no es más que cabeza de ratón. Me diréis que es mejor ser cabeza de ratón que cola de león. No; cola de león, no; cabeza de león, sí, como la que dominó el Cid.

Cuando yo fui a mi pueblo, fui a predicarles el imperialismo; que se pusieran al frente de España; y es lo que vengo a predicar a cada una de las regiones: que nos conquisten; que nos conquistemos los unos a los otros; yo sé lo que de esta conquista mutua puede salir; puede y debe salir la España para todos.

Y ahora, permitidme un pequeño recuerdo. Al principio del Libro de los Hechos de los Apóstoles se cuenta la jornada de aquello que pudiéramos llamar las primeras Cortes Constituyentes de la primitiva Iglesia cristiana, el Pentecostés; cuando sopló como un eco el Espíritu vivo, vinieron lenguas de fuego sobre los apóstoles, se fundió todo el pueblo, hablaron en cristiano y cada uno oyó en su Lengua y en su dialecto: sulamitas, persas, medos, frigios, árabes y egipcios. Y esto es lo que he querido hacer al traer aquí un eco de todas estas lenguas; porque yo, que subí a las montañas costeras de mi tierra a secar mis huesos, los del cuerpo y los del alma, y en tierra castellana fui a enseñar castellano a los hijos de Castilla, he dedicado largas vigilias durante largos años al estudio de las Lenguas todas de la Patria, y no sólo las he estudiado, las he enseñado, fuera, naturalmente, del vascuence, porque todos mis discípulos han salido iniciados en el conocimiento del castellano, del galaico-portugués y del catalán. Y es que yo, a mi vez, paladeaba y me regodeaba en esas Lenguas, y era para hacerme la mía propia, para rehacer el castellano haciéndolo español, para rehacerlo y recrearlo en el español recreándome en él. Y esto es lo que importa. El español, lo mismo me da que se le llame castellano, yo le llamo el español de España, como recordaba el señor Ovejero, el español de América y no sólo el español de América, sino español del extremo de Asia, que allí dejo marcadas sus huellas y con sangre de mártir el imperio de la Lengua española, con sangre de Rizal, aquel hombre que en los tiempos de la Regencia de doña María Cristina de Habsburgo Lorena fue entregado a la milicia pretoriana y a la frailería mercenaria para que pagara la culpa de ser el padre de su Patria y de ser un español libre. (Aplausos.) Aquel hombre noble a quien aquella España trató de tal modo, con aquellos verdugos, al despedirse, se despidió en Lengua española de sus hijos pidiendo ir allí donde la fe no mata, donde el que reina es Dios, en tanto mascullaban unos sus rezos y barbotaban otros sus órdenes, blasfemando todos ellos el nombre de Dios. Pues bien; aquí mi buen amigo Alomar se atiene a lo de castellano. El castellano es una obra de integración: ha venido elementos leoneses y han venido elementos aragoneses, y estamos haciendo el español, lo estamos haciendo todos los que hacemos Lengua o los que hacemos poesía, lo está haciendo el señor Alomar, y el señor Alomar, que vive de la palabra, por la palabra y para la palabra, como yo, se preocupaba de esto, como se preocupaba de la palabra nación. Yo también, amigo Alomar, yo también en estos días de renacimiento he estado pensando en eso, y me ha venido la palabra precisa: España no es nación, es renación; renación de renacimiento y renación de renacer, allí donde se funden todas las diferencias, donde desaparece esa triste y pobre personalidad diferencial. Ndie con más tesón ha defendido la salvaje autonomía -toda autonomía, y no es reproche, es salvaje- de su propia personalidad diferencial que lo he hecho yo; yo, que he estado señero defendiendo, no queriendo rendirme, actuando tantas veces de jabalí, y cuántos de vosotros acaso habréis recibido alguna vez alguna colmillada mía. Pero así, no. Ni individuo, ni pueblo, ni Lengua renacen sino muriendo; es la única manera de renacer: fundiéndose en otro. Y esto lo sé yo muy bien ahora que me viene este renacimiento, ahora que, traspuesto el puerto serrano que separa la solana de la umbría, me siento bajar poco a poco, al peso, no de años, de siglos de recuerdos de Historia, al final y merecido descanso al regazo de la tierra maternal de nuestra común España, de la renación española, a esperar, a esperar allí que en la hierba crezca sobre mi tañan ecos de una sola Lengua española que haya recogido, integrado, federado si queréis, todas las esencias íntimas, todos los jugos, todas las virtudes de esas Lenguas que hoy tan tristemente, tan pobremente nos diferencian. Y aquello sí que será gloria. (Grandes aplausos.)

Cierra España.

Discurso de Unamuno en el Congreso sobre las lenguas hispánicas y a propósito de la oficialidad del castellano (1ª parte)

Miguel de Unamuno - Diario de Sesiones, 18 de septiembre de 1931


El Sr. Unamuno: Señores diputados, el texto del proyecto de Constitución hecho por la Comisión dice: «El castellano es el idioma oficial de la República, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconocen a las diferentes provincias o regiones.»

Yo debo confesar que no me di cuenta de qué perjuicio podía haber en que fuera el castellano el idioma oficial de la República (acaso esto es traducción del alemán), e hice una primitiva enmienda, que no era exactamente la que después, al acomodarme al juicio de otros, he firmado. En mi primitiva enmienda decía: «El castellano es el idioma oficial de la República. Todo ciudadano español tendrá el derecho y el deber de conocerlo, sin que se le pueda imponer ni prohibir el uso de ningún otro.» Pero por una porción de razones vinimos a convenir en la redacción que últimamente se dió a la enmienda, y que es ésta: «El español es el idioma oficial de la República. Todo ciudadano español tiene el deber de saberlo y el derecho de hablarlo. En cada región se podrá declarar cooficial la Lengua de la mayoría de sus habitantes. A nadie se podrá imponer, sin embargo, el uso de ninguna Lengua regional.»

Entre estas dos cosas puede haber en la práctica alguna contradicción. Yo confieso que no veo muy claro lo de la cooficialidad, pero hay que transigir. Cooficialidad es tan complejo como cosoberanía; hay «cos» de éstos que son muy peligrosos. Pero al decir «A nadie se podrá imponer, sin embargo, el uso de ninguna Lengua regional», se modifica el texto oficial, porque eso quiere decir que ninguna región podrá imponer, no a los de otras regiones, sino a los mismos de ella, el uso de aquella misma Lengua. Mejor dicho, que si se encuentra un paisano mío, un gallego o un catalán que no quiera que se le imponga el uso de su propia Lengua, tiene derecho a que no se les imponga. (Un señor diputado: ¿Y a los notarios?) Dejémonos de eso. Tiene derecho a que no se le imponga. Claro que hay una cosa de convivencia -esto es natural- y de conveniencia; pero esto es distinto; una cosa de imposición. Pero como a ello hemos de ir, vamos a pasar adelante. Estamos indudablemente en el corazón de la unidad nacional y es lo que en el fondo más mueve los sentimientos: hasta aquellos a quienes se les acusa de no querer más que vender o mercar sus productos -yo digo que no es verdad-, en un momento estarían dispuestos hasta a arruinarse por defender su espíritu. No hay que achicar las cosas. No quiero decir en nombre de quién hablo; podría parecer una petulancia si dijera que hablo en nombre de España. Sé que se toca aquí en lo más sensible, a veces en la carne viva del espíritu; pero yo creo que hay que herir sentimientos y resentimientos para despenar sentido, porque toca en lo vivo. Se ha creído que hay regiones más vivas que otras y esto no suele ser verdad. Las que se dice que están dormidas, están tan despiertas como las otras; sueñan de otra manera y tienen su viveza en otro sitio. (Muy bien.)

Aquí se ha dicho otra cosa. Se está hablando siempre de nuestras diferencias interiores. Eso es cosa de gente que, o no viaja, o no se entera de lo que ve. En el aspecto lingüístico, cualquier nación de Europa, Francia, Italia, tienen muchas más diferencias que España; porque en Italia no sólo hay una multitud de dialectos de origen románico, sino que se habla alemán en el Alto Adigio, esloveno en el Friul, albanés en ciertos pueblos del Adriático, griego en algunas islas. Y en Francia pasa lo mismo. Además de los dialectos de las Lenguas latinas, tienen el bretón y el vasco. La Lengua, después de todo, es poesía, y así no os extrañe si alguna vez caigo aquí, en medio de ciertas anécdotas, en algo de lirismo. Pero si un código pueden hacerlo sólo juristas, que suelen ser, por lo común, doctores de la letra muerta, creo que para hacer una Constitución, que es algo más que un código, hace falta el concurso de los líricos, que somos los de la palabra viva. (Muy bien.)

Y ahora me vais a permitir, los que no los entienden, que alguna vez yo traiga aquí acentos de las Lenguas de la Península. Primero tengo que ir a mi tierra vasca, a la que constantemente acudo. Allí no hay este problema tan vivo, porque hoy el vascuence en el país vasconavarro no es la Lengua de la mayoría, seguramente que no llegan a una cuarta parte los que lo hablan y los que lo han aprendido de mayores, acaso una estadística demostrara que no es su Lengua verdadera, su Lengua materna; tan no es su verdadera Lengua materna, que aquel ingenuo, aquel hombre abnegado llegó a decir en un momento: «Si un maqueto está ahogándose y te pide ayuda, contéstale: «Eztakit erderaz.» «no sé castellano.»» Y él apenas sabía otra cosa, porque su Lengua materna, lo que aprendió de su madre, era el castellano.

Yo vuelvo constantemente a mi nativa tierra. Cuando era un joven aprendí aquello de «Egialde guztietan toki onak badira bañan biyotzak diyo: zoaz Euskalerrira.» «En todas partes hay buenos lugares, pero el corazón dice: vete al país vasco.» Y hace cosa de treinta años, allí, en mi nativa tierra, pronuncié un discurso que produjo una gran conmoción, un discurso en el que les dije a mis paisanos que el vascuence estaba agonizando, que no nos quedaba más que recogerlo y enterrarlo con piedad filial, embalsamado en ciencia. Provocó aquello una gran conmoción, una mala alegría fuera de mi tierra, porque no es lo mismo hablar en la mesa a los hermanos que hablar a los otros: creyeron que puse en aquello un sentido que no puse. Hoy continúa eso, sigue esa agonía; es cosa triste, pero el hecho es un hecho, y así como me parecería una verdadera impiedad el que se pretendiera despenar a alguien que está muriendo, a la madre moribunda, me parece tan impío inocularle drogas para alargarle una vida ficticia, porque drogas son los trabajos que hoy se realizan para hacer una Lengua culta y una Lengua que, en el sentido que se da ordinariamente a esta palabra, no puede llegar a serlo.

El vascuence, hay que decirlo, como unidad no existe, es un conglomerado de dialectos en que no se entienden a las veces los unos con los otros. Mis cuatro abuelos eran, como mis padres, vascos; dos de ellos no podían entenderse entre sí en vascuence, porque eran de distintas regiones: uno de Vizcaya y el otro de Guipúzcoa. ¿Y en qué viene a parar el vascuence? En una cosa, naturalmente, tocada por completo de castellano, en aquel canto que todos los vascos no hemos oído nunca sin emoción, en el Guernica Arbola, cuando dice que tiene que extender su fruto por el mundo, claro que no en vascuence. «Eman ta zabalzazu munduan frutua adoratzen raitugu, arbola santua» «Da y extiende tu fruto por el mundo mientras te adoramos, árbol santo.» Santo, sin duda; santo para todos los vascos y más santo para mí, que a su pie tomé a la madre de mis hijos. Pero así no puede ser, y recuerdo que cantando esta agonía un poeta vasco, en un último adiós a la madre Euskera, invocaba el mar, y decía: «Lurtu, ichasoa.» «Conviértete en tierra, mar»; pero el mar sigue siendo mar.

Y ¿qué ha ocurrido? Ha ocurrido que por querer hacer una Lengua artificial, como la que ahora están queriendo fabricar los irlandeses; por querer hacer una Lengua artificial, se ha hecho una especie de «volapuk» perfectamente incomprensible. Porque el vascuence no tiene palabras genéricas, ni abstractas, y todos los nombres espirituales son de origen latino, ya que los latinos fueron los que nos civilizaron y los que nos cristianaron también. (Un señor diputado de la minoría vasconavarra: Y «gogua» ¿es latino?) Ahí voy yo. Tan es latino, que cuando han querido introducir la palabra «espíritu», que se dice «izpiritué», han introducido ese gogo, una palabra que significa como en alemán «stimmung», o como en castellano «talante» es estado de ánimo, y al mismo tiempo igual que en catalán «talent», apetito. «Eztankat gogorik» es «no tengo ganas de comer, no tengo apetito». (Un señor diputado interrumpe, sin que se perciban sus palabras.- Varios señores diputados: ¡Callen, callen!)

Me alegro de eso, porque contaré más. Estaba yo en un pueblecito de mi tierra, donde un cura había sustituido -y esto es una cosa que no es cómica- el catecismo que todos habían aprendido, por uno de estos catecismos renovados, y resultaba que como toda aquella gente había aprendido a santiguarse diciendo: «Aitiaren eta semiaren eta izpirituaren izenian» (En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo), se les hacia decir: «Aitiaren eta semiaren eta Crogo dontsuaren izenian», que es: «En el nombre del Padre, del Hijo y del santo apetito.> (Risas.) No; la cosa no es cómica, la cosa es muy seria, porque la Iglesia, que se ha fundado para salvar las almas, tiene que explicar al pueblo en la Lengua que el pueblo habla, sea la que fuere, esté como esté; y así como hubiera sido un atropello pretender, como en un tiempo pretendió Romero Robledo, que se predicara en castellano en pueblos donde el castellano no se hablaba, es tan absurdo predicar en esas Lenguas.

Esto me recuerda algo que no olvido nunca y que pasó en América: que una Orden religiosa dió a los indios guaraníes un catecismo queriendo traducir al guaraní los conceptos más complicados de la Teología, y, naturalmente, fueron acusados por otra Orden de que les estaban enseñando herejías; y es que no se puede poner el catecismo en guaraní ni azteca sin que inmediatamente resulte una herejía. (Risas.)

Y después de todo, lo hondo, lo ínfimo de nuestro espíritu vasco, ¿en qué lo hemos vertido?

El hombre más grande que ha tenido nuestra raza ha sido Iñigo de Loyola y sus Ejercicios no se escribieron en vascuence. No hay un alto espíritu vasco, ni en España ni en Francia, que no se haya expresado o en castellano o en francés. El primero que empezó a escribir en vascuence fue un protestante, y luego los jesuitas. Es muy natural que nos halague mucho tener unos señores alemanes que andan por ahí buscando conejillos de Indias para sus estudios etnográficos y nos declaren el primer pueblo del mundo. Aquí se ha dicho eso de los vascos.

Cierra España.

lunes, 2 de noviembre de 2009

El PSOE ante la II República

2 de Noviembre de 2009 - 12:28:38 - Pío Moa

Ya ha sido dicho, pero conviene repetirlo y difundirlo ampliamente:

Empezaré por examinar al PSOE, debido a su importancia determinante en la época. A la llegada de la república solo existe un partido organizado, masivo y disciplinado, y es justamente el PSOE, y ello ocurre debido a su anterior cooperación con la dictadura de Primo de Rivera. Solo otro partido, el Radical de Lerroux, llegaba a aquellas fechas con cierta solera y prestigio de masas. Los demás, republicanos, y Esquerra catalana, se fundaron apresuradamente en unos pocos meses. El PNV se rehízo con bastante rapidez tras haber quedado en muy poca cosa durante la citada dictadura, después de haber amenazado, en vísperas de esta, con emprender la lucha armada. Algo parecido ocurrió a la CNT, que, a pesar de su extrema peligrosidad en tiempos anteriores y de ser sus continuos atentados una de las causas principales del derrumbe de la Restauración, mantuvo durante la dictadura en actividad muy discreta; pero inesperadamente creció con ímpetu al marcharse Primo de Rivera. En cuanto a la derecha, estaba casi desarticulada, aunque pronto tomó cierto impulso Acción Popular, eje de la CEDA que no se fundaría hasta 1933.

En 1930, cuando Niceto Alcalá-Zamora y Miguel Maura, hasta poco antes políticos monárquicos, deciden coordinar un frente general por la república y convocan el Pacto de San Sebastián, en agosto de 1930, el PSOE estaba dividido entre quienes deseaban colaborar con los republicanos y una mayoría que lo rechazaba o se desentendía del asunto. Los dirigentes Largo Caballero y Besteiro tenían un amargo recuerdo de la huelga insurreccional de agosto de 1917, cuando se habían visto desasistidos por sus aliados republicanos, y consideraban que las conjuras de estos eran dignas de un vodevil, por lo cual rehusaban mezclarse en ellas. Pero Indalecio Prieto pensaba de otro modo, y asistió al Pacto de San Sebastián, aunque sin mandato oficial. A partir de ahí, consiguió enredar a Largo Caballero mediante hechos consumados. Besteiro, en cambio, permaneció reticente y con poco respeto hacia los republicanos. El Pacto de San Sebastián acordó llevar a cabo un golpe militar que liquidara el proceso de transición emprendido por Alfonso XIII, e impusiera la república. Al intentarse el golpe, con mala coordinación, en diciembre de 1930, Besteiro, encargado de la huelga general en Madrid, la saboteó, algo que Largo Caballero y Prieto no le perdonarían.

Después, la monarquía entró en una acelerada crisis moral cuyo último episodio sería la entrega del poder a los republicanos después de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, elecciones ganadas muy mayoritariamente por los monárquicos. Entonces el PSOE pareció volverse, a su vez, republicano, Largo Caballero, Prieto y Fernando de los Ríos tendrían cargos ministeriales, y Besteiro presidiría las Cortes. A menudo leemos que la postura del PSOE se volvió entonces moderada y socialdemócrata, pero, como veremos, fue al revés. Solo bajo la dictadura de Primo de Rivera respondieron los socialistas a esos calificativos, mientras que en la república se radicalizarían de modo acelerado, y solo Besteiro y su grupo, cada vez más aislados, seguirían moderados.

Al revés que otros partidos socialistas europeos, el PSOE mantenía con bastante pureza, y también simplicidad, los principios de Marx en torno a la lucha de clases y la desembocadura revolucionaria de esta en un régimen de dictadura del proletariado o en un socialismo algo indefinido pero siempre ajeno a cualquier régimen democrático burgués. No obstante, al llegar la república existen en dicho partido tres orientaciones divergentes. La de Besteiro se volvió favorable a una colaboración estrecha y prolongada con el nuevo régimen, considerando que abría las puertas a una evolución pacífica que, mediante la educación de las masas, llevaría casi por sí sola al socialismo. Prieto, nada teórico, voluble y muy personalista, se inclinaba asimismo por la colaboración, ante todo para mantenerse en el poder, sin poner plazos ni objetivos generales más allá del desmantelamiento de la derecha y de las tradiciones. En esto seguía a Azaña, hacia quien sentía más amistad que la recíproca. Largo Caballero, si hemos de creer sus declaraciones posteriores, consideró desde el primer momento que la república burguesa solo podía ser utilizada durante un tiempo no muy largo, para desengañar a las masas de las "ilusiones democráticas" y crear condiciones propicias para pasar al socialismo, concebido como poder absoluto del PSOE. Dentro de las filas socialistas, educadas en un marxismo simple, pero efectivo, predominaba la orientación de Largo. El 1 de julio de 1931 el órgano oficial del partido, El socialista, exponía la doctrina: "Ante todo somos marxistas. Nuestros enemigos son todos los partidos burgueses. Sin embargo, por ineficaz, no por otro motivo, renunciamos a la pretensión de imponer nuestra política violentamente y sin dilaciones". No especificaba cuándo empezaría a ser eficaz dicha pretensión, pero los sucesos la harían madurar pronto. Un dirigente, Wenceslao Carrillo, lo expuso a su vez: "Nos interesa afianzar la República para seguir hacia la instauración de la República social". La opinión común en el partido era la marxista: la república burguesa tenía un valor meramente instrumental.

Por lo demás, la república no acababa de afianzarse. Los desórdenes crecían, también el hambre y los encontronazos entre las propias izquierdas, lo cual abonaba la impresión de muchos socialistas de que se acercaba con rapidez la ocasión de liquidar la etapa de colaboración con los burgueses de izquierda, es decir, con el gobierno de Azaña. En octubre de 1932, en el XIII Congreso del partido, la impaciencia se expresó con claridad: "El ciclo revolucionario que ha significado plenamente la colaboración socialista va rápidamente hacia su terminación. Se aproxima y se desea, sin plazo fijo pero sin otros aplazamientos que los que exija la vida del régimen, el momento de terminar la colaboración ministerial. Estabilizada la República, el Partido Socialista (...) encaminará sus esfuerzos a la conquista plena del Poder para realizar el socialismo". La república no estaba en modo alguno estabilizada, pero precisamente su inestabilidad favorecería la radicalización del partido. La tesis expuesta en el congreso alarmó a Prieto, y en aquellos días también a Largo, pues les parecían precipitadas. Prieto calificó de "verdadera locura" y "suicidio" el intento de tomar inmediatamente el poder. Aunque su postura ganó, una minoría considerable exigió que el PSOE saliera cuanto antes del gobierno.

Los socialistas se sentían presionados, además, por la actitud anarquista, que les acusaba de colaborar con un régimen capitalista y explotador, y temían estar perdiendo apoyo de masas. No debe olvidarse que una de las razones de su anterior colaboración con Primo de Rivera había sido la de aprovechar la benevolencia del dictador para sustituir la influencia de los sindicatos anarquistas por la de la UG T (oficialmente colaboró la UGT, no el PSOE, pero a efectos prácticos era exactamente igual). En enero de 1933 se presentó al PSOE una situación difícil, por la matanza de campesinos anarquistas en Casas Viejas. De la matanza fue responsabilizado el gobierno de Azaña y, por tanto, los socialistas, que formaban parte del mismo. El desconcierto ayudó a extremar las posturas cuando en abril, las candidaturas de derecha ganaban unos comicios municipales parciales. Un supuesto, casi un dogma de la izquierda, era que las derechas solo representaban a una ínfima minoría de explotadores, clérigos y militares, y por tanto no podían ganar las elecciones; pero ocurría lo contrario, y la sensación popular de que las izquierdas en el poder lo estaban haciendo muy mal sería percibida con creciente preocupación a lo largo de ese año.

El descrédito de la coalición gubernamental republicano-socialista fue agravándose a lo largo de 1933, y dentro del PSOE cundió la impresión de que la república burguesa ya había dado de sí todo lo que podía en el papel que le adjudicaban como régimen cuya misión histórica sería crear condiciones para el socialismo. Esta orientación se manifestó con plena fuerza en el verano de ese año, cuando aún duraba la conjunción republicano-socialista en el poder. Largo Caballero habló el 26 de julio, en un mitin en el cine Pardiñas, de "la guerra civil que se está iniciando en España" y acusó a sus colegas ministros republicanos de abrir el camino al fascismo. El diario El socialista decía el 5 de agosto: "Los conceptos de democracia y libertad sobre los cuales descansa el llamado orden capitalista son unas perfectas mentiras". Once días después afirmaba que el PSOE era "más genuinamente marxista y revolucionario que los bolcheviques". La supuesta amenaza fascista se convirtió en eje de su propaganda.

La radicalización se expresó sin tapujos a mediados de agosto en la Escuela de verano socialista de Torrelodones, donde se formaban expertos políticos entre los jóvenes. Besteiro intervino para desechar tanto el pretendido peligro de fascismo en España como la "dictadura del proletariado", que calificó de "vana ilusión" y de "locura colectiva". Prieto, que habló al día siguiente, halagó demagógicamente a los extremistas sugiriendo que la república debía haberse impuesto mediante "un cortejo sangriento" para afianzarse desde el principio, pero que, no habiendo sido así, no se podía pensar en una revolución inmediata, aunque todo llegaría. Estos discursos no gustaron a los oyentes, que hicieron ir a Largo Caballero para que aclarase la política a seguir. Largo, que ya empezaba a ser llamado "el Lenin español", condenó la democracia burguesa y reivindicó la dictadura del proletariado, llamó a emplear métodos legales e ilegales y defendió la política interior soviética –que ya había causado montañas de muertos, como era bastante bien conocido—y afirmó: "Las circunstancias nos van conduciendo a una situación muy parecida a la que se encontraron los bolcheviques".

El debate, órgano oficioso de la CEDA, denunció: "¡Está en el poder un partido comunista!", a lo que el órgano del PSOE replicó con sarcasmo: "Sin duda nos tenían por socialdemócratas inofensivos, cargados de prejuicios seudodemocráticos".

Todo esto era una evolución natural a partir de las premisas ideológicas del partido, y ocurría, téngase en cuenta, cuando el PSOE todavía estaba en el gobierno. Dentro de la estrategia revolucionaria se contemplaban periodos de retroceso y tranquilidad, como había ocurrido bajo Primo de Rivera, y otros en que las circunstancias ofrecían oportunidades para avanzar resueltamente hacia la dictadura del proletariado, es decir, del partido. Tales circunstancias las estaba proporcionando la evolución de la república, según el análisis que hacían la mayoría de los dirigentes, y en particular Araquistáin, el analista y teórico del PSOE, que llevaba la voz cantante en estas cuestiones.

Aquí debe hacerse una observación importante: numerosos historiadores han concedido un peso importante, incluso decisivo en este proceso, a la alarma por sucesos exteriores como el triunfo de Hitler a principios de 1933 o, al año siguiente, el fracaso y la represión de un levantamiento socialista en Austria. Como lamentaba el dirigente socialista Vidarte, en el partido había poca preocupación y poco conocimiento sobre las cuestiones internacionales, y tales hechos fueron simplemente explotados por la propaganda con el doble fin de enardecer a las masas, y de paso paralizar a la derecha, poniéndola a la defensiva con acusaciones de fascismo. En España la única derecha que se oponía a la república era la muy minoritaria monárquica y, desde finales de 1933, el grupo casi insignificante de la Falange, más afín al fascismo. Pero el PSOE insistía en que el verdadero peligro venía de la CEDA, ciertamente mucho más poderosa, pero muy moderada en la acción, si bien a veces algo menos en las palabras. En su escalada de acusaciones, el PSOE llegó a tildar de fascistas a los propios republicanos de izquierda. El mismo valor nulo tenía la denuncia a Gil-Robles por no declararse republicano, a lo que no tenía ninguna obligación democrática, y menos siendo los denunciantes los socialistas.

Los dirigentes del partido eran perfectamente conscientes de la falsedad de sus acusaciones. Largo Caballero declaró en junio de 1933 ante una delegación de representantes hispanoamericanos ante la Organización Internacional del Trabajo: "En España, afortunadamente no hay peligro de que se produzca ese nacionalismo exasperado (...) No hay un ejército desmovilizado (...) No hay millones de parados que oscilen entre la revolución socialista y el ultranacionalismo (...) No hay nacionalismo expansivo ni militarismo (...) No hay líderes". Ya en abril de 1934, cuando las acusaciones de fascismo llegaban a la histeria, Araquistáin exponía el mismo análisis que Largo, en un artículo para la revista useña Foreign Affairs: Al revés que en Alemania o Italia, señalaba, "en España no hay un ejército desmovilizado (...) No hay cientos de miles de universitarios sin futuro, no hay millones de parados. No hay un Mussolini, ni siquiera un Hitler; no hay ambiciones imperialistas ni sentimientos revanchistas (...) ¿A partir de qué ingredientes podría obtenerse el fascismo? No puedo imaginar la receta".

Naturalmente, estas conclusiones podían exponerlas en el extranjero, pero dentro del país predicaban justamente lo contrario. Ellos sabían muy bien que la situación de España tenía muy poco que ver con la de Alemania o la de Austria, pero sus incesantes acusaciones a la derecha constituían un arma inapreciable para crear un ambiente revolucionario, esto es, de guerra civil.

El 2 de octubre de 1933, Prieto anunciaba en las Cortes que "la colaboración del Partido Socialista con gobiernos republicanos, cualesquiera que sean sus características, su matiz y su tendencia, ha concluido definitivamente", decisión que calificó de "indestructible e inviolable". Y cuando las izquierdas perdieron desastrosamente las elecciones de noviembre de ese año, a causa de sus desaciertos y demagogias anteriores, el proceso revolucionario del PSOE cobró el máximo empuje, los llamamientos a la guerra civil menudearon, y Besteiro y los suyos fueron desalojados de los puestos de influencia en medio de una virulenta lucha interna, mientras se creaba un comité insurreccional secreto. Prieto, demagogo habilidoso y sin principios, apoyó en primera línea esta radicalización, contribuyó de modo efectivo a neutralizar a Besteiro y tomó parte activa en la preparación de la guerra civil que estallaría en octubre de 1934.

Sería extenderse demasiado mencionar aquí la gran masa de declaraciones, medidas secretas y abiertas, etc., que por entonces realizó el PSOE. Las he citado más extensamente, y aun así resumiendo, en el libro Los orígenes de la guerra civil. Lo que me importa destacar es que, en contra de lo pretendido por algunos historiadores, como Paul Preston o Santos Juliá, no se trató en modo alguno de palabras sin intención ni de medidas puramente formularias y sin ganas, sino de un proceso deliberado y concienzudo de marcha a la guerra civil, nacido de unas premisas ideológicas y del análisis de la situación concreta republicana.

La verdadera causa de la decisión revolucionaria del PSOE la expuso con claridad el líder revolucionario Amaro del Rosal en discusión con besteiristas: "Pregunto si por encima de nuestra voluntad hay una situación objetivamente revolucionaria (...) Existe un espíritu revolucionario; existe un Ejército completamente desquiciado, hay una pequeña burguesía con incapacidad de gobierno (...) en descomposición. Tenemos un Gobierno que (...) es el de menor capacidad, el de menor fuerza moral, el de menor resistencia (...) Ahora todo está propicio". Esa era la razón: estaban convencidos de que por entonces todo estaba propicio para hacerse con el poder absoluto.

Debe añadirse que si en octubre de 1934 no cayó por tierra definitivamente la república, se debió a la actitud moderada y legalista de la derecha, incluyendo a Franco. El fracaso de la insurrección fue la oportunidad para que el PSOE rectificase y se impusiera la línea de Besteiro. Como sabemos, no fue así, por causas que he examinado en otra ocasión. Por lo tanto, y pese a la moderación política de los vencedores, el régimen quedó malherido, y cuando se formó el Frente Popular y este llegó al poder en febrero de 1936, en unas elecciones anómalas, la legalidad republicana fue sistemáticamente demolida, ocasionando la guerra civil o, más propiamente, la reanudación de la guerra civil emprendida por la izquierda en octubre del 34.

Cierra España.


Las VPO son de la democracia?,....... NO¡¡.


Aun recuerdo (de hecho siguen existiendo, ya que mi madre sigue viviendo en ella) esas viviendas que el movimiento construyó para el pueblo que mas lo necesitaba, en mi tierra estas se les conocía como las viviendas sindicales (pertenecían al INVI), en el siguen viviendo como no podía ser de otra forma incluso familiares de los que antiguamente la adquirieron, ya que creo recordar, que siendo familiar directo y en fallecimiento de los propietarios podías acceder a ellas, tanto es así, que amigos de la infancia (de izquierdas, con carnet del PSOE) habitan las mismas, lógicamente ahora después de cincuenta años, ya no se paga arrendamiento pues pasaron por ley a ser de propiedad privada hace unos quince años mas o menos y si la memoria no me falla.


No eran demasiado grandes, unos sesenta metros aproximadamente, se componían de un salón, tres habitaciones, la cocina y un cuarto de baño (para la época y las parejas que las adquirían estaban de narices), en ella vivimos cinco de familia, mis abuelos (mi abuelo, por parte de madre, fue preso en la guerra por el bando nacional y trabajador de RENFE, hasta el final de sus días a finales de los setenta) y bisabuela, adquirieron otra puerta con puerta de la de mis padres aunque en realidad la vida la realizábamos juntos.

En ella nacimos mis hermanos y yo (digo nacimos con toda las de la ley en la cama de mis padres y con una matrona por medico) no recuerdo cuanto seria lo que pagaban de alquiler de la misma al movimiento, pero creo que el coste de la misma mensualmente no legaba a trescientas pesetas de la época.

En la fachada lateral del edificio, se encontraba el yugo y las flechas de FEJONS (no recuerdo la inscripción exactamente, pero si recuerdo que bajo el emblema ponía viviendas de José Antonio Primo de Rivera), hoy ese cartel ya no existe, hace unos años fue cambiado por otro que dice: VPO y fue puesto arriba del portal de acceso al edificio, con lo cual de quien dependa a borrado la historia de los mismos, aunque para el pueblo de a pie, siguen siendo las viviendas del movimiento, el barrio del sindicato, “la barriada de las sindicales”.

Hoy esta generación posterior a la mía y que cuenta con diez años menos (ni que decir de los que tienen veinte menos) no saben o desconocen este hecho, para ellos las viviendas del obrero, surgen en la década de los ochenta con la llegada de la democracia, siendo implantada por la izquierda de este país, cosa que es incierta, en todo caso y de ser cierto este argumento lo hubiera protagonizado el gobierno de Suárez, que tampoco fue el caso, aun los que tienen mi edad, se han olvidado por completo de quien fue el que origino esta edificaciones, donde sus padres y ellos vivieron y nacieron (que pronto se olvidan de las cosas, sobre todo cuando tienen un carnet demócrata).

Retomando el hilo para aquellos que solo saben argumentar que el movimiento o Franco solo se dedicaban a crear embalses, voy a darle un poco de argumento, para que se den cuentan de las falacias que cada día, esta política correcta les inyecta en el cerebro, convirtiéndoles en sumisos borregos, a ver si con estas letras se enteran de que las VPO son la continuación de las llamadas INVI, lo cual aun a pesar de tener esperanza en esto, lo dudo, están demasiados aborregados.

En la posguerra se confió a la Dirección General de Regiones Devastadas, creada en Enero de 1938, y al Instituto Nacional de la Vivienda, creado en Abril de 1939, la edificaci6n en las zonas más afectadas por la contienda durante la cual 250.000 viviendas habían sido totalmente destruidas. Las localidades donde las destrucciones de viviendas sumaban el 75 % de la superficie construida fueron adoptadas por el Jefe del Estado, Francisco Franco, en número de 238.

En 1939 se creo el Instituto Nacional de la Vivienda (I.N.V.) con la misión de fomentar la construcción de viviendas y asegurar su aprovechamiento. De las atribuciones de dicho organismo destaco las siguientes: Dictar ordenanzas de construcción de viviendas protegidas.


Formular planes generales de construcción. Distribución y reparto de los beneficios económicos directos. Fijar el valor en venta de alquileres de las viviendas. Aprobar y calificar los proyectos de construcción de las viviendas protegidas. Intervenir y concertar los préstamos a conceder por las entidades de crédito. Ejercer la inspección de proyectos aprobados. Vigilar el cumplimiento, aprovechamiento y conservación de las viviendas. Imponer sanciones. Proponer las reformas legales en materia de viviendas protegidas.

Se le reconoce al I.N.V. personalidad jurídica propia y autónoma para administrar su patrimonio aunque posteriormente pasó a depender de la Organización Sindical, posteriormente al Ministerio de Trabajo y más tarde del Ministerio de la Vivienda cuando se creo en 1957.

Junto a la creación del I.N.V., se inauguró el régimen Viviendas Protegidas. En el preámbulo de la Ley que crea el I.N.V. se dice: "El nuevo Estado va a dar facilidades para que determinadas entidades, aquellas que puedan concentrar más esfuerzos y estén más interesadas en la solución de este problema (Corporaciones provinciales y locales, Sindicatos, Organizaciones del Movimiento), puedan encontrar el capital preciso para acometer en gran escala la construcción de viviendas protegidas; orientarán esta construcción con una visión unitaria de las necesidades nacionales por planes comarcales, dentro de un plan de conjunto a cuya elaboración colaborarán todas ellas, sin olvidar que el problema de la vivienda no se resuelve con la construcción de la casa, sino que se necesitan los servicios complementarios y las comunicaciones precisas que son fundamentales para la vida de los que hayan de habitarlas".

Se definió la "Vivienda Protegida" como aquella que siendo de renta reducida y estando incluida en los planes generales formulados por el I.N.V. fuesen construidas con arreglo a proyectos que hubiesen sido redactados u oficialmente aprobados por éste, por reunir las condiciones higiénicas, técnicas y económicas determinadas con las ordenanzas comarcales que se dictasen al efecto.

Se programó el primer plan de viviendas -todavía no llamado nacional- para el decenio 1944-1954. De la cifra total el I.N.V. sólo podría proteger el 25%; sin embargo, las cifras reales de viviendas construidas en éste periodo fueron bastante más bajas.

En 1944 se promulgó la disposición relativa a viviendas bonificables. Dicha Ley tenía por objeto la construcción de viviendas para la clase media e impulsar la construcción entre la iniciativa privada para intentar paliar el problema del paro que entonces empezaba a tener caracteres graves por la fuerte inmigración de mano de obra no cualificada procedente del campo. Se pretendía estimular tanto la construcción de viviendas nuevas como las existentes. Se fijaron los máximos de renta mensual en 500 pesetas para las superficies comprendidas entre 110 a 150 m2 y 200 pesetas para las menores de 60 m2. No se exigía ningún requisito esencial para ser beneficiario. Los beneficiarios eran también de tipo directo e indirecto. Entre los primeros estaban los préstamos y primas a fondo perdido y subvenciones, y entre los segundos los beneficios tributarios, de expropiación forzosa y de preferencia para la adquisición de materiales que por aquel entonces escaseaban. Había dos tipos de calificaciones: provisional, cuando se aprobaba el proyecto, y definitiva, cuando se terminaba la construcción. Las calificaciones estaban a cargo de la Junta Nacional del Paro, previo informe del I.N.V... La duración del régimen de viviendas bonificables se extendía a 20 años a partir de su aprobación definitiva.

Tan pronto como acabó la guerra, y bien podríamos decir que durante el tiempo que duró el Estado del 18 de Julio se propuso abordar un grave problema que en España estaba agudizado, cual era el de facilitar o ayudar a los muchos que la precisaban una vivienda digna, como había procla¬mado, desde 1938, el Fuero del Trabajo, antes de la Victoria de abril de 1939 se había creado la Dirección General de Regiones Devastadas, que procedió a prestar su ayuda a la necesaria y urgente reconstrucción, llegando a crear y/o reconstruir pueblos nuevos en aquellos lugares en que los daños habían revestido mayor dureza, como Brunete, Belchite, etc. También se había creado la Fiscalía Nacional de la Vivienda, con el objetivo de velar por la higiene y salubridad de los hogares familiares. Después se procedió a la creación, en principio encuadrado en el Ministerio de Trabajo, del Instituto Nacional de la Vivienda que posteriormente se convirtió en Ministerio, integrándose en él la citada Dirección General de Regiones Devastadas y la Fiscalía General de la Vivienda, la Dirección General de Arquitectura y otros Organismos similares. Destaca entre ellos la creación del Instituto Nacional de Urbanización (el antiguo INUR) dedicado a la formación de polígonos tanto de viviendas como industriales y a la urbanización de terrenos y solares, un instrumento imprescindible para la disposición de suelo a precios que resultaran asequibles, evitando la especulación.


El sector vivienda tuvo una gran significación tanto para la vida social como para la evolución económica y al respecto cabe indicar que proporcionó bienes de primera necesidad a las familias, tuvo una incidencia en el empleo más intensa que otros sistemas productivos -tanto en puestos de trabajo directos como indirectos- operó como motor de otros sectores económicos y logró una considerable importancia, tanto en la formación bruta del capital fijo, como en el producto interior bruto de España.

Fue acertada la política de vivienda porque consiguió la cooperación de los sectores público y privado en la consecución de satisfacer la necesidad de vivienda, conjugando prudentemente la iniciativa privada con el sistema de ayudas estatales, dirigidas a las familias con menos ingresos, en la que participó no sólo la Administración Central, sino también los ayuntamientos.

Las Corporaciones Locales, en muchos casos sin intervención del sector privado, promovieron gran número de viviendas, en régimen excepcional, para grupos de población de recursos escasos, con carácter subsidiario de la actuación de promotores privados. Todo ello, al margen de las importantes realizaciones del Instituto Nacional de la Vivienda que, con el actual régimen nacido en la transición, primero fue reconvertido y después plenamente extinguido.

Según las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, en 1940 había en las distintas provincias españolas 5.803.361 viviendas, lo que correspondía a 4,48 habitantes por vivienda. En el año 1970, es decir, 30 años más tarde, el número de viviendas ascendía a 10.658.882 lo que significa un incremento de 4.855.521 = 83,6 %, correspondiendo a cada vivienda 2,99 habitantes. En tanto, el censo de población había aumentado, de 1940 a 1970, en 8.162.000 = 31,5 %, el incremento de las viviendas fue del 83,6 % , con la particularidad de que una gran proporción de las casas construidas en este periodo y a partir del año 1970 se habían acogido a distintos regimenes de protección del que se beneficiaron, desde el año 1943 a 1974, 3.190.960 viviendas, cuya proporción, en las poblaciones y áreas de inmigración, respecto al total de viviendas que había en el año 1970, fue muy considerable: Álava 50,3 %; Madrid 46 %; Vizcaya 64,4 %; Barcelona 34,3 %; Guipúzcoa 43,3; Valladolid 50,7, etc., etc. La proporción global de viviendas protegidas construidas de 1943 a 1974 respecto a las edificadas en el período 1940-1970, fue del 65,70 %.

La financiación de las viviendas a que nos venimos refiriendo se llevó a cabo sin dificultad de ningún género, sin precisión de reducir otras inversiones necesarias, sin tener que recurrir a procedimientos financieros especiales y sin la menor polémica en cuanto a la procedencia de los fondos a emplear.

Las condiciones para ser beneficiario de las viviendas protegidas eran: ser español, mayor de edad, dedicarse a un oficio, empleo o profesión liberal, o ser pensionista del Estado. Las viviendas protegidas se podían adquirir en venta o alquiler. La actividad estatal en el sector de la vivienda se rige por la Ley de Viviendas Protegidas hasta 1954 en que se promulgan las disposiciones creadoras de las Viviendas de Renta Limitada.

La primera legislación sobre VPO en España es el Decreto 2131/1963, de 24 de julio, a su vez desarrollado por el Decreto 2114/1968, de 24 de julio por el que se aprueba el Reglamento para la aplicación de la Ley sobre viviendas de protección oficial. Esta ley diferenciaba dos grupos de vivienda, las de Grupo I, orientadas a clases medias y altas, y cuyo principal incentivo era la financiación, y las de Grupo II, que además recibían préstamos, primas e incluso subvenciones.


Historia Institucional/Reseña biográfica:

El Ministerio de Vivienda fue creado por Decreto Ley de 25 de febrero de 1957 (BOE del 26), agrupando una serie de Organismos dispersos en diversos Ministerios, con el fin de resolver los acuciantes problemas nacionales de la vivienda y urbanismo, creado como consecuencia del inusitado crecimiento de la población urbana después de la guerra civil. En 1977 el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo asume las funciones del Ministerio de Vivienda, que desaparece con tal denominación hasta el Real Decreto 1718/2004, de 23 de julio, por el que se desarrolla la estructura básica del Ministerio de Vivienda. Incorporó el Instituto Nacional de la Vivienda, que dependía del Ministerio de Trabajo, la Dirección General de Arquitectura y Urbanismo, que figuraba en el Ministerio de Gobernación, la Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones, la Junta de Reconstrucción de Templos Parroquiales y cuantos Servicios, Centros y Organismos, autónomos o no, dependientes del Ministerio de Gobernación, hiciesen referencia a cuestiones de arquitectura y urbanismo, también las Cámaras Oficiales de la Propiedad Urbana y todos los servicios a ellas relativos, integrados hasta entonces en el Ministerio de Trabajo. El Decreto 63/1968, de 18 de enero, reorganiza el Ministerio de Vivienda. Se suprimen determinados Organismos. Los órganos que se establecen en el Ministerio son: Subsecretaría, Secretaría General Técnica, Dirección General de Arquitectura, Economía y Técnica de la Construcción, Dirección General de Urbanismo, Dirección General del Instituto Nacional de la Vivienda. Como Organismos Autónomos: Comisión de Planeamiento y Coordinación del Área Metropolitana de Madrid, Instituto Nacional de la Vivienda, Gerencia de Urbanización, Exposición Permanente e Información de la Construcción, Comisión de Urbanismo y Servicios Comunes de Barcelona y Patronato de Viviendas para Funcionarios. Otras reorganizaciones que destacan son la de la Dirección General de Urbanismo por Decreto 487/1970, de 26 de febrero. La reorganización del Instituto Nacional de la Vivienda, por Decreto 1317/1968, de 6 de junio. Por Decreto 1994/1972, de 13 de julio, se modifica la estructura orgánica del Ministerio de Vivienda. Como órganos dependientes: Subsecretaría, Secretaría General Técnica, Dirección General de Arquitectura y Tecnología de la Edificación, Dirección General de Urbanismo, Dirección General de Vivienda, Consejo Superior, Delegaciones Provinciales, Divisiones Regionales, Las Entidades Estatales autónomas. Como entidades autónomas: Instituto Nacional de la Vivienda, Instituto Nacional de Urbanización, Comisión de Planeamiento y Coordinación del Área Metropolitana de Madrid y Comisión de Urbanismo y Servicios Comunes de Barcelona y otros Municipios.

Dicho esto, ahora que me sigan contando que la democracia desde que comenzó a intentado abastecer y ayudar al pueblo llano, otro día hablare sobre los economatos, esos, que al pueblo la misma mercancía de hoy les salía por la mitad, y además de marcas buenas y conocidas, sin necesidad de quebrarte la cabeza en un Lid o Mercadona, o Día y Carrefour, comprando marcas del pato, pues nada, lo dicho, que sigan con sus falacias de que Franco y el movimiento solo se dedicaban a construir embalses.

Cierra España.




¡¡¡SEGUIMOS ADELANTE, POR Y PARA ESPAÑA!!!



NUEVO COMUNICADO DE CRUZADA HISPANICA:


Ante todo pedir disculpas, a nuestros visitantes, usuarios y por supuesto, a todos aquellos usuarios registrados que con su grano de arena hacen posible que día a día, esta humilde pagina del ciberpatriotismo siga avanzando con paso firme, corto y seguro en estos tiempos tan “difíciles “ que nos toca vivir a los políticamente “incorrectos”, a los que pretendemos hacer llegar la verdadera MEMORIA HISTORICA, a los que no tergiversamos ni manipulamos ni la historia, ni la información, una información sin ataduras, de las que no salen en los medios, que no nos cuentan, porque no les interesa, pero que a todos en general, y a los Camaradas, Patriotas, y Españoles de bien, y bien nacidos nos interesa, ese es nuestro trabajo, un trabajo altruista, donde hay que dedicarle mucho tiempo ,dedicación, y trabajo , y que día a día procuramos hacer llegar en este medio que es Internet.

Hace más de un mes, os enviaba otro Comunicado, el cual os informaba de los ataques que viene sufriendo esta página, y motivos de ello, se tuvo casi una semana sin servicio la misma, secuelas de todo aquello, aun quedaron, y a pesar de ello seguimos adelante.

Hubiera sido muy fácil, arrojar la toalla, cerrar y listos, pero eso sería lo fácil, pero tal como dijo José Antonio: "Pase lo que pase, no se puede desertar ni por impaciencia, ni por desaliento, ni por cobardía." Y “.. Bienvenidos los tiempos difíciles, porque ellos harán la depuración de los cobardes…”.

Fieles a su memoria y doctrina, firme el ademan e inasequibles al desaliento, seguimos y continuamos en esta lucha diaria, para seguir aportando esa información diaria, que tanto nos interesa. Hemos procedido, a cambiar de servidor, para con ello, daros un mejor servicio, pero todo tenía sus problema, así que…esta humilde pagina, tuvo que retrasarse hasta el día 04 de Octubre, perdiendo 25 días de trabajo constante, actualización de noticias, más de diez mil visitas, y 25 usuarios registrados, ese es el precio que una vez más, tenemos que pagar, a los que vivimos situaciones parecidas, pero como ya dije en el anterior comunicado, esto no nos amedranta, ni nos hace retroceder, quizás si, en cuanto a trabajo realizado, por ello ponemos día a día los medios que creamos conveniente para ello, pero al mismo tiempo, nos hace más fuertes, y seguros, que nuestro trabajo merece la pena, porque molesta a algunos, y si es así..Es porque lo estamos haciendo bien, y como ya he dicho, esto nos anima y nos refuerza, en nuestros principios, ideales y valores, para seguir adelante.

Patriotas, Camaradas, se os da la bienvenida de nuevo a esta Web "CRUZADA HISPANICA", la cual se considera Patriota, Católica y Española, cuyo único objetivo, es servir de lazo de unión y encuentro entre todos los Camaradas y Patriotas Españoles, que amen, sirvan y luchen, por la consecución del único objetivo común, la Unidad e Identidad de nuestra querida Patria y Nación ESPAÑA. Para ello, esta Web, cuenta con una Sala de Chat, un Foro, y un canal de video, en la página de Youtube, enlazados en la misma, confío espero y deseo, sea de vuestro agrado, y os sintáis como en vuestra propia casa. Solo deciros, que tal como dice el Lema de la OJE: "VALE QUIEN SIRVE ", aquí solo queremos Camaradas, que se comprometan, que luchen, que participen y colaboren, en este Ciber-Proyecto, porque SINO VIENES PARA SERVIR, NO SIRVES PARA VENIR.

Esta humilde pagina, procuramos servir siempre, un buen C A F E, cargado de patriotismo, y de una buena y entendida camaradería apoyada en cinco pilares básicos, que son: LA EDUCACION, EL RESPETO,…LAS NORMAS…EL PATRIOTISMO ESPAÑOL, Y LA BUENA CAMARADERIA,..Todo lo demás sobra, no nos interesa.

Esta es la perspectiva que Cruzada Hispánica, ofrece a sus integrantes por voluntad propia, aquellos que no se sientan españoles, sin ánimos de luchar por UNA, GRANDE y LIBRE, que se vayan o en su defecto que no se molesten en abrir la pagina. SÍ.., estos que solo se dedican a, difamar calumniar, amenazar, insultar, aquellos que amparados en el anonimato vil y cobarde de un Nick, se aprovechan de ello y que acuden a la misma para entorpecer la labor y vilipendiar a los que en ella trabajan, para ellos no hay sitio en esta humilde pagina.

Aquí, como ya he comentado, pueden entrar todos, los camaradas y patriotas, todos sin distinción de ideologías, siglas y partidos afines al patriotismo, solo deben de cumplir los pilares básicos antes descritos, y sobre todo las NORMAS, de la misma.

Este comunicado, es un ECO, ARENGA, o LLAMAMIENTO, para todos los camaradas y patriotas, esta humilde pagina no pretende COMPETIR, con ninguna de las que ya existen en el ciber-espacio, mas al contrario, ¡¡ojalá!! Pudiéramos llenar el mismo con muchas más páginas, simplemente es una más que se da a conocer, y brinda a todos a conocerla.

Nosotros trabajamos y aportamos día a día, nuestra dedicación, y nuestro trabajo, para hacerlos a todos llegar la situación actual, aquella que no sale, aquella que tergiversan y manipulan, con ello nuestra intención es manteneros informados, y sobre todo prestar un servicio diario por y para ESPAÑA, nuestra Nación y Patria de todos los ESPAÑOLES.

Os pido, a la vez que os animo, que sigamos luchando desde este medio del Internet, por nuestros ideales, nuestros principios, nuestros valores y tradiciones, hoy más que nunca, debemos de estar unidos, ser fuertes, y tener las convicciones muy claras y solidas, hoy más que nunca, en estos tiempos que corremos, que nos ha tocado vivir hay que seguir adelante, y cuantas más veces caigamos, mas fuertes nos tenemos que levantar, como es en este caso, el de esta humilde pagina.

CAMARADAS, PATRIOTAS, al igual que el Ave Fénix, CRUZADA HISPANICA, renace de nuevo, con mejores medios, con más fuerza y lucha que antes, firme en sus convicciones, en sus principios, valores e ideales, para la cual fue creada hace nueve meses, el tiempo de una gestación, que vuelve a nacer. Os pido vuestra colaboración, participación y ayuda, para que entre todos, podamos aportar nuestro grano de arena, a este ciber-proyecto, uno más como he dicho antes, a seguir con nuestra labor.

Gracias, y como dije antes, perdonar y disculpar por el retraso.

¡¡¡ARRIBA LOS VALORES HISPANICOS!!!

¡¡¡POR LAPATRIA, EL PAN Y LA JUSTICIA!!!

¡¡¡ADELANTE ESPAÑOLES, SIN MIEDO A NADA, NI A NADIE, POR LA FÉ Y POR LA PATRIA, LAS BANDERAS EN ALTO!! ¡¡¡VIVA CRISTO REY!! ¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!! ¡¡¡ADELANTE POR ESPAÑA!!

José Manuel (LOBO_IBERO)

Administración de: www.cruzadahispanica.com



Seguidores

Miguel de Unamuno - Diario de Sesiones, Junio de 1932

Estas autoridades de la República han de tener la obligación de conocer el catalán. Y eso, no... Si en un tiempo hubo aquello, que indudablemente era algo más que grosero, de «hable usted en cristiano», ahora puede ser a la inversa: «¿No sabe usted catalán? Apréndalo, y si no, no intente gobernarnos aquí.»... La disciplina de partido termina siempre donde empieza la conciencia de las propias convicciones.

Luis Araquistáin,socialista publica en abril de 1934

"En España no puede producirse un fascismo del tipo italiano o alemán. No existe un ejército desmovilizado como en Italia; no existen cientos de miles de jóvenes universitarios sin futuro, ni millones de desempleados como en Alemania. No existe un Mussolini, ni tan siquiera un Hitler; no existen ambiciones imperialistas, ni sentimientos de revancha, ni problemas de expansión, ni tan siquiera la cuestión judía. ¿A partir de qué ingredientes podría obtenerse el fascismo español? No puedo imaginar la receta".

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

“La verdad es, lo he publicado antes de ahora, que el país no recibió mal a la dictadura, ni la dictadura hizo daño material al país. Es decir, no gobernó peor que sus antecesores. Les llevó la ventaja de que impuso orden, corto la anarquía reinante, suprimió los atentados personales, metió el resuello en el cuerpo de los organizadores de huelgas y así se estuvo seis años. Nunca la simpatía personal ha colaborado tan eficazmente en formar de un gobernante como el caso de Primo de Rivera, [...]”

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

Frente Popular (Febrero 1936 - Marzo 1939)



Calvo Sotelo, sesion del 16 de junio de 1936.

"España vive sobrecogida con esa espantosa úlcera que el señor Gil Robles describía en palabras elocuentes, con estadísticas tan compendiosas como expresivas; España, en esa atmósfera letal, revolcándose todos en las angustias de la incertidumbre, se siente caminar a la deriva, bajo las manos, o en las manos —como queráis decirlo— de unos ministros que son reos de su propia culpa, esclavos, más exactamente dicho, de su propia culpa...
Vosotros, vuestros partidos o vuestras propagandas insensatas, han provocado el 60 por 100 del problema de desorden público, y de ahí que carezcáis de autoridad. Ese problema está ahí en pie, como el 19 de febrero, es decir, agravado a través de los cuatro meses transcurridos, por las múltiples claudicaciones, fracasos y perversión del sentido de autoridad desde entonces producidos en España entera.
España no es esto. Ni esto es España. Aquí hay diputados republicanos elegidos con votos marxistas; diputados marxistas partidarios de la dictadura del proletariado, y apóstoles del comunismo libertario; y ahí y allí hay diputados con votos de gentes pertenecientes a la pequeña burguesía y a las profesiones liberales que a estas horas están arrepentidas de haberse equivocado el 16 de febrero al dar sus votos al camino de perdición por donde os lleva a todos el Frente Popular".

La memoria analfabeta es muy peligrosa

Pérez-Reverte se embala. No es que le duela España, es que le indigna su incultura, su falta de espíritu crítico. Se revuelve porque, dice, un país inculto no tiene mecanismos de defensa, y “España es un país gozosamente inculto”. Tiene el escritor en la punta de los dedos las batallas, los hombres, las tragedias que han hecho la historia para apuntalar sus argumentos.

- Mi memoria histórica tiene tres mil años, ¿sabes?, y el problema es que la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa. Porque contemplar el conflicto del año 36 al 39 y la represión posterior como un elemento aislado, como un periodo concreto y estanco respecto al resto de nuestra historia, es un error, porque el cainismo del español sólo se entiende en un contexto muy amplio. Del año 36 al 39 y la represión posterior sólo se explican con el Cid, con los Reyes Católicos, con la conquista de América, con Cádiz... Separar eso, atribuir los males de un periodo a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible. Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo, no me vale para nada. Yo quiero a alguien culto que me diga que el 36 se explica en Asturias, y se explica en la I República, y se explica en el liberalismo y en el conservadurismo del XIX... Porque el español es históricamente un hijo de puta, ¿comprendes?.

Arturo Pérez-Reverte