domingo, 25 de octubre de 2009

La Luftwaffe, en España (8ª parte)



LOS ASES DE LA LEGION CONDOR


La experiencia del combate adquirida, que sirvió para poner a punto una nueva generación de armas, iba a jugar un papel decisivo en la Segunda Guerra Mundial. De entre los pilotos que tomaron parte, pronto destacarían unos hombres que lograron en España sus primeras victorias. Entre todos ellos destacan las figuras de Wolfgang Schellmann (12 victorias en España) muerto en 1941, Werner Molders (14 victorias en España), muerto en accidente también en 1941, Von Moreau (piloto de bombarderos) muerto en accidente en 1939 y el carismático Adolf Galland, que fué destinado principalmente a misiones de ataque al suelo, a bordo de su He-51.

Galland, que en España se distinguió en los frentes de Asturias, Teruel y del Ebro, en la campaña de Polonia logró pasar a la fuerza de cazas y fué el primer miembro de la Wehrmacht en recibir las Espadas. Llegaría a convertirse en General Jefe de la Caza (Jagdflieger), a las órdenes de Goering, con quien mantuvo fuertes enfrentamientos. Acabó la guerra con 104 victorias y murió en 1996.
 
Werner Molders llegó a España en abril de 1938 y relevó a Galland al frente del grupo J-88. Enseguida se destacaron sus dotes de piloto y organizador. Desarrolló nuevas técnicas de ataque, y cuando acabó la Guerra Civil y regresó a Alemania había alcanzado mucho prestigio. Ya en la Segunda guerra mundial fué el primer piloto del mundo en alcanzar la cifra de 100 victorias aéreas, y el primer miembro de la Wehrmacht en recibir los Diamantes.
Rudolf Freiherr von Moreau fué el principal responsable de las nuevas tácticas de bombardeo que lograron romper el cinturón de hierro en torno a Bilbao, organizó el puente aéreo entre Tetuán y Sevilla y protagonizó diversas hazañas, como el ataque al acorazado Jaime I y el aprovisionamiento a las tropas nacionales sitiadas en el Alcázar de Toledo. Tras un intento nocturno fallido, repitió la acción de día bajo un intenso fuego, dejando caer la carga en el estrecho patio de armas de la fortaleza, aterrizando en Sevilla con el avión completamente acribillado. Otra de sus hazañas, tras la guerra, fué el vuelo Berlín-Tokio-Nueva York.
 

BIBLIOGRAFIA


Luftwaffe. La historia ilustrada de la Fuerza Aérea Alemana en la II Guerra Mundial-Dr John Pimlott, editorial AGATA, 1998

Gran Crónica de la Segunda Guerra Mundial-Reader's Digest, 1965

Aviones en Combate: Ases y leyendas-Ediciones del prado (versión castellana) 1999

La Fuerza Aérea alemana 1933-1945-Pan/Ballantine, 1972

Cierra España.

La Luftwaffe, en España (7ª parte)



LA BATALLA DE BRUNETE


La Legión se trasladó inmediatamente al frente de Madrid, donde se desarrollaba una ofensiva republicana. La oposición en el aire resultó más seria que en el norte (se perdió por primera vez un Bf-109 en combate aéreo), pero las nuevas tácticas dieron poco a poco la superioridad a los nacionales. Tras estas batallas, la Legión acusaba ya su cansancio, pero Franco insistía en explotar la iniciativa, volviendo al norte para tomar Santander a finales de agosto.

Esto se convirtió en la norma: incursiones sucesivas sobre localidades muy distantes, provocando la desorganización y la desmoralización del enemigo. Los alemanes siguieron consiguiendo victorias: el 7 de febrero de 1938, los cazas de la Legión atacaron una formación de 12 Katyuschas y derribaron a 10 de ellos, sin ninguna baja propia, pero el cansancio estaba empezando a notarse. Algunas tripulaciones volaban hasta 7 misiones diarias, en condiciones terribles y el único consuelo era que los pilotos nacionales, instruidos por la Luftwaffe, estaban empezando a aparecer en mayor número.

 
EL ASALTO FINAL


La Legión empezó a reducirse poco a poco de tamaño, no antes de que tuvieran lugar duros combates. En junio de 1938, cuando las tropas de Franco avanzaban por Aragón, la fuerza de cazas de la Legión estaba bastante maltrecha (de sus 30 Bf-109, sólo quedaban 16 en servicio), y los He-51 estaban ya peligrosamente anticuados, incluso para su papel de ataque al suelo. Entre julio y octubre de 1938, la Legión sólo contaba con 70 aviones para el apoyo a las operaciones a lo largo del río Ebro, perdiendo 10 de ellos en combate. Se aprovechó para ensayar sobre el terreno aviones más modernos, como el Bf-109E, el He-111J y el Henschel Hs 126A, mientras que el Ju-87 "Stuka" realizaba ataques en picado en febrero de 1939, cuando Franco avanzaba en el interior de Cataluña; el 26 de marzo los republicanos aceptaron la derrota y Madrid, totalmente aislada, se rindió.


El último desfile oficial de la Legión Cóndor en España fue el 22 de mayo de 1939; cuatro días después, 5.136 oficiales y soldados salieron por barco hacia Alemania, llevándose con ellos unas 700 toneladas de equipo y la mayor parte de los aviones que quedaban. Desde julio de 1936 destruyeron 386 aviones enemigos (313 en combate aéreo) con la pérdida de 232 (de los cuales sólo 76 lo fueron por acción enemiga), lanzando unas 21.000 toneladas de bombas, y perdiendo la vida 226 hombres.
 
Cierra España.

Los fallos de la memoria


Los fallos de la memoria


El listado de nombres que se reflejarán en el monumento a los republicanos represaliados durante la Guerra Civil y el franquismo incluye falangistas, militares del bando nacional y hasta un asesino

El monumento de León a las víctimas republicanas de la Guerra Civil se convertiría en un homenaje a los caídos de todos los bandos si no se corrigen los errores detectados en el listado de nombres trabajado por las asociaciones desde el año 2004, en el que constan varios militares claramente adheridos al bando nacional. El pasado día 8, Aerle y el Foro por la Memoria de León daban por cerrada esta lista.


Sin embargo, las aportaciones de historiadores e investigadores como Alejandro Valderas o José Cabañas, el testimonio clave del histórico veterinario Miguel Cordero del Campillo y las indagaciones de este periódico demuestran que varios de los nombres que se colocarán en las placas del memorial corresponden a personas vinculadas al ejército golpista. Se trata de soldados fallecidos en el frente, en unos casos por casualidad del destino, caso del soldado de reemplazo Emilio García Ríos, y otros por opción propia, como los al menos nueve gallegos que fueron ejecutados tras rebelarse por el rancho que estaban recibiendo. Hay informaciones que apuntan a que otros 23 soldados nacionales fueron fusilados en León acusados de «izquierdismo» y registrados en los libros de deifuntos y es reseñable el caso del concejal falangista Alfonso Rodríguez Luengo, cuyo nombre también estaba previsto incluir en la capilla laica que se ultima en el cementerio de León con una inversión municipal de 203.000 euros.

Familiares afectados por estos errores instan a las asociaciones a rectificar las listas, pero algunos van más allá y consideran que las decenas y decenas de identidades incluidas en el memorial deberían ser revisadas con mayor rigor para evitar que el homenaje a los republicanos quede empañado por una polémica sin precedentes, puesto que éste será el primer acto oficial que se celebrará en honor de las víctimas republicanas del franquismo.

En el puerto de Somiedo... «Según oímos en su día a los vecinos, mi hermano y otro soldado bajaban de noche al frente en el puerto de Somiedo y allí una bomba de la aviación les mató», recuerda Pedro García Ríos (85 años) en el salón de la vivienda familiar, en Ribadeo (Lugo). Su hermano Emilio -"ercero de siete hijos-" murió en la montaña leonesa en agosto de 1936, sólo un mes después de que se desencadenase la contienda civil. «Era de la quinta del 33 y ya había estado en la revolución de Asturias de 1934; salió sin un rasguño, pero en la guerra...».

En aquel momento, lo lógico hubiera sido enterrar a Emilio y su compañero también fallecido en una fosa común, «pero como eran sólo dos, les enviaron a enterrar al cementerio de León», asegura Pedro. Su padre removió cielo y tierra para encontrar a Emilio o sus restos, pero murió con esa pena. «Mi madre se terminó al poco tiempo de morir mi hermano y mi padre fue después», señala. Hoy por hoy, Pedro es partidario de no remover la historia y dejar que la memoria de su hermano quede en el recuerdo. «Es un debate absurdo después de tantos años. Ni polvo quedará de él siquiera...».

Galicia protagoniza también el capítulo recordado por el veterinario Miguel Cordero del Campillo (1925) en Crónica de un compromiso sobre un grupo de falangistas gallegos fusilados por indisciplina militar en Puente Castro. Se quejaban de la comida que recibían . En una larga entrevista para este reportaje, Cordero del Campillo retrocede a su infancia y recuerda que unidades de voluntarios procedentes de Galicia ocuparon parte de las dependencias del Colegio de los Agustinos de León al inicio de la Guerra Civil. Podría ser el primer trimestre del curso escolar. «Recuerdo las canciones que cantaban: Aquí termina la historia / de un falangista gallego / que se encuentra destacado / en el puerto de Somiedo », entona el veterinario al tiempo que continúa su relato. «Cocinaban en el patio. Un día nos metieron en clase y no nos dejaron salir. Oímos que les recluyeron porque hubo un plante ante problemas de rancho. El mayor contaba como mucho con 20 años». Fueron fusilados en el campo de tiro de Puente Castro.

En las páginas de su libro, Cordero del Campillo recoge textualmente: «El juicio sumarísimo acabó con sentencias de muerte, que llevaron a varios de aquellos pobres mozos gallegos a morir en el campo de tiro de Puente Castro, en la misma tierra arcillosa donde caían sus adversarios, los condenados por rojos. Se acabaron las canciones. Yo pensé en lo irracional de la situación, en la que aquel cabo que cantaba como un ruiseñor, que se había alistado como voluntario, moría por una protesta que, posiblemente, fuera más que razonable. Supe también del fusilamiento de varios empleados de aviación por sabotajes que habían provocado accidentes de aviones».

Las investigaciones realizadas por el historiador Alejandro Valderas confirman el enterramiento y registro de un grupo de nueve miliatres sólo dos días después que el soldado natural de Ribadeo Emilio García Ríos. De esos nueve militares, cinco no tienen nombre. El mismo investigador aporta una amplia relación de nombres cuyo vínculo con la defensa de la República es más que sospechoso. Todos ellos fueron inscritos en el mismo libro del cementerio de León donde se también se registraron los asesinados republicanos, razón que puede explicar los múltiples errores del listado. Entre ellos se encuentra el del soldado Serafín Barriero, originario de Lameiriño (Orense) y que fue enterrado el mismo día que García Ríos. La documentación conservada por Valderas, entre ella el número 30 del Boletín de Guerra del Frente Popular de Asturias y León, se hace eco de informaciones que apuntan a que los problemas de disciplina militar en el bando nacional provocaron el fusilamiento de 23 soldados en la ciudad de León sólo en los primeros meses de la Guerra Civil.


El malquerer del concejal. Otro de los casos más llamativos que aún sigue en el listado colgado en Internet por las asociaciones de la memoria histórica es el del concejal falangista Alfonso Rodríguez Luengo, protagonista de uno de los episodios más oscuros ocurridos en la comarca bañezana durante la Guerra Civil. Su caso ha sido estudiado por el investigador José Cabañas, quien relata detalladamente en su web (www.jiminiegos36.com) el asesinato urdido por el edil contra un convecino y su posterior ajusticiamiento por un pelotón de correligionarios -"el diario Proa informó sobre este hecho bajo el titular La justicia falangista se hace en casa -". El estudio de José Cabañas relata cómo Alfonso Rodríguez Luengo, copartícipe por matrimonio de una pequeña fábrica de herraduras, se opuso al noviazgo de su única cuñada con un cartero para no dividir ni compartir la propiedad hasta el extremo de ordenar su vil asesinato. Fue detenido y apresado en San Marcos. Allí coincidió con un grupo de 16 republicanos bañezanos, varios de ellos recluidos por él. Fue ejecutado el 18 de febrero de 1937 en Puente Castro.

Otro de los nombres incluido en el listado del mausoleo de los republicanos es el de Florentino Escanciano Álvarez. La memoria de los suyos se va apagando, pero su hermano conserva algunos papeles y documentos pertenecientes a este soldado fallecido el 27 de octubre de 1936 y enterrado dos días después en el cementerio de León. Familiares lejanos recuerdan que «no es algo de lo que se hablara en casa», pero esos papeles son hoy la confirmación de que este joven originario de Cistierna pertenecía al ejército del bando nacional, en el que ingresó como recluta de la quinta del 34. El 1 de marzo de 1936 fue llamado a filas. Se dice que perdió la vida «al rechazar un ataque, en el que resultó gravemente herido». Se encontraba en el Regimiento de Infantería de Montaña número 31. El certificado de sumuerte revela que resultó malherido en el frente y posteriormente fue trasladado a León e ingresado en un centro hospitalario. «Resultó gravemente herido», resume uno de los partes. Florentino había estado destacado anterioremente en alguna unidad desplazada en Astorga. Murió a los 24 años de edad. Ese mismo día fueron enterrados junto a él los soldados Roberto Linares Mejuto, de 23 años; Santos Cabrera García, de 29, y José María Díez, de 22.



Cierra España.



Falange y tradicion y un charco.


Charco en el que me voy a meter. Me meto porque me lo pide el cuerpo. Siempre me ha pasado en la defensa de casos perdidos y este nuevamente lo es. Charco, porque no voy a criticar los actos cometidos por estos jovenes y sí a las organizaciones afines que rapidamente han corrido a desmarcarse de ellos, algunos alegando que: "no son falangistas, sino franquistas". Pues eso,entonces que les den.Los actos que han cometido estos jovenes autodenominados Falange y Tradicion, han sido unas pintadas y unas amenazas y el Estado rapidamente les ha calificado de terroristas. Quien este libre de pecado que tire la primera piedra y por eso, cualquiera pasamos a a ser terrorista. Los de la foto son alborotadores y éstos terroristas y nosotros corriendo como plañideras a desmarcarnos de alguien que seguramente no debian haber usurpado ni el nombre de Falange ni el de la Tradicion, pero que tienen un valor que no se les supone, lo han demostrado por pensar como piensan, actuar como actuan, viviendo donde viven y nosotros a correr, no vaya a ser que nos ilegalizen.


Nosotros a correr porque el Estado que nos oprime y sataniza les cataloga de terroristas y ese mismo Estado no les da la posibilidad como a otros con frases que estamos hartos de oir para los sí terroristas de ETA:"Es una expresión del conflicto político que vive Navarra" "Hay que negociar con ellos" "No se puede excluir a nadie." "Yo condeno todas las violencias, también las que practican los nacionalistas vascos." "Temo más al nacionalismo vasco que a estos." Y no sigo,pero hay mas. Quizá no oigamos esto nunca, porque el otro entorno no sale corriendo.

En los comunicados de las Organizaciones afines hay errores de bulto,llamar “terrorista” a quienes se han limitado a hacer unas pintadas me parece muy fuerte, lo de “acatar el ordenamiento jurídico”, conforme a “nuestra ética y nuestro estilo”, ni lo comento.No creo que por unas pintadas se justifique todo el lío que ha montado Rubalcaba: Los grupos especiales de la Guardia Civil realizando registros y detenciones, el Parlamento Vasco haciendo declaraciones ridículas, UPN diciendo chorradas (equiparar a ETA con este grupo me parece un razonamiento esquizofrénico).

Durante 30 años el separatismo vasco ha provocado la intimidación y la amenaza continuamente, diariamente, y aquí no ha pasado nada. Vergüenza les tendría que dar a los de UPN, que muchas partes de Pamplona son un auténtico mural de apoyo a ETA. ¿Algún detenido por estas pintadas?

O sea, que hacer cuatro pintadas amenazando a terroristas de verdad, a asesinos, a seres repugnantes que quieren romper nuestra Patria, a desgraciados que, estos sí, amenazan todos los días a personas indefensas, a los responsables de un millar de muertos, de miles de personas con sus vidas destrozadas o con miembros mutilados significa ser terrorista. Además, lo más seguro es que la historia de los medios de comunicación esté repleta de mentiras o verdades a medias ¿os habéis molestado en comprobarla?. No lo sé, pero en lo que os habéis apresurado es en desmentir vuestra, nuestra relación llamándo a estos españoles ¿terroristas? ¡Que vergüenza!¡Cuánta cobardía e indignidad!¡Cuánta miseria!¡Haceros perdonar por los mismos que apoyan el aborto, los matrimonios de maricas, los que engañana a nuestros hijos, o las autonomías separatistas! Y además utilizando el nombre histórico de Falange, me da igual ahora de las JONS, la Autentica o La Falange. Vosotros mismos. Sois tibios, ni fríos ni calientes y ya lo sabeis....Dios os vomitará.

También es lamentable el comentario, como queriendo quitarse el muerto, de pertenecen al “movimiento franquista”…………………lamentable. Franco murió hace 34 años. No sois mejores por ser sólo joseantonianos o franquistas. Eso ya da igual. A ellos los han encerrado por defender a ESPAÑA y por luchar contra el separatismo vasco. Lo importante es luchar por la VERDAD, por la JUSTICIA y por ESPAÑA.

Para esto si ha habido Unidad Azul.Manda huevos.

Quiero hacer mia esta frase de Blas Piñar: "“Reaccionad a tiempo antes de que España se nos muera entre las manos”.Si no lo haceis, muchos haremos nuestras esas que ha dicho hace poco Ricardo Saenz de Ynestrillas en su blog y nos vais a hacer apostatar.Estamos todos a tiempo.

Como dije al principio, me metí en un charco hasta las rodillas, pero soy asi.
 
Publicado por Alvaro Romero Ferreiro en http://laballenaalegre.blogspot.com/
 
Cierra España.

La Luftwaffe, en España (6ª parte)


LAS CIUDADES BAJO LAS BOMBAS


Esto haría que las cosas cambiaran significativamente, sobre todo en la región del País Vasco. La ofensiva comenzó el 21 de marzo sobre Bilbao, pero el golpe principal se produjo 10 días mis tarde sobre las posiciones republicanas en Orchandiano, alcanzando los bombarderos Durango y matando 250 civiles. Después, cuando las posiciones republicanas avanzaban hacia Bilbao para proteger la ciudad, sus líneas convergían en Guernica, donde las carreteras y los ferrocarriles atravesaban el río Oca.

LAS NUEVAS ARMAS


El 25 de abril, los aviones de reconocimiento informaron de un intenso tráfico militar en Guernica y al general Wolfran von Richthofen (primo del as de la primera guerra mundial conocido como "el Barón Rojo") se le autorizó a llevar a cabo un bombardeo. A última hora de la tarde del día 26 de abril, 26 bombarderos (la mayoría Ju-52) escoltados por 16 cazas, dejaron caer sobre el centro de la ciudad 46 toneladas de bombas, causando más de 1.000 muertos, la mayoría civiles, en un ataque sin precedentes contra la población civil. Probablemente, el enseñamiento del ataque, respetando sin embargo las fábricas de armas y otros objetivos estratégicos, tuvo que ver con la venganza por el asesinato de un capitán alemán de la Legión capturado por el bando republicano.


Se produjeron protestas internacionales y la fama de la Luftwaffe como fuerza devastadora creció, y aumentó el temor a la potencia alemana. Hitler aprovechó ese temor para anexionar al Reich Austria y ocupar Checoslovaquia en 1938. Mientras tanto, los pilotos de la Legión Cóndor perfeccionaron sus tácticas de ataque, por ejemplo, la conocida como "las Cadenas". Ahora que podían disponer de más cazas Bf-109, los He-51 fueron relevados de su misión como cazas, armando a cada uno con cuatro bombas de 10 Kg. más un depósito lanzable que explotaba al tocar el suelo. Operando en grupos de hasta nueve aparatos, los pilotos volaban a baja altura en busca de objetivos en tierra, descargando sus bombas a una señal del jefe de la formación y haciendo sucesivas pasadas hasta agotar su munición. Gracias a estas nuevas tácticas, los nacionales tomaron finalmente Bilbao el 19 de julio de 1937.
 

 
Cierra España.

La Luftwaffe, en España (5ª parte)

España, julio de 1936 el país queda dividido en dos bandos, con la mayor parte del norte del territorio, así como Sevilla y Cádiz controlada por los nacionalistas o rebeldes al mando del general Franco y el gobierno o los republicanos en poder de Madrid, el sur y el este, y el País Vasco.

Ambos bandos buscaron ayuda en el extranjero: los republicanos en la Unión Soviética, los nacionales en las potencias fascistas de Alemania e Italia. Hitler temía una intervención Anglo francesa, pero al poco tiempo facilitó varios Junkers Ju-52 con su correspondiente escolta de cazas, con los cuales se organizó un puente aéreo para transportar el grueso de las fuerzas nacionales que se hallaban en Tetuán (Marruecos) y trasladarlas a Sevilla.

EL PRIMER PUENTE AEREO


En la primera semana, estos aviones transportaron sólo 1.207 hombres. Mientras, en Alemania, se preparaba el grueso de las fuerzas, constituidas por nueve Ju-52, seis cazas Heinkel He-51 y 20 cañones antiaéreos Flak-30 de 20 mm, así como más de 100 hombres. El puente aéreo, uno de los primeros de la historia, continuó hasta el 11 de octubre, transportando en total unos 13.900 hombres y 274 toneladas de material.

Inicialmente, no se le permitió entrar en combate a la Luftwaffe, pero pronto se vieron comprometidos en la lucha. El 13 de agosto, dos Ju-52 reconvertidos en bombarderos, al mando de von Moreau, salieron de su base en Marruecos para atacar al acorazado republicano Jaime I; once días después aviones biplanos He-51 pilotados por alemanes escoltaron a los Ju-52 con tripulaciones españolas que llevaron a cabo un ataque contra una base aérea republicana en Getafe. Las primeras victorias en combates aire-aire fueron reivindicadas por los pilotos alemanes el 25 de agosto, haciendo que Hitler autorizara el empleo de personal alemán en misiones de combate, permitiendo a Franco hacer uso de su apoyo aéreo cuando sus tropas avanzaban desde Sevilla para ocupar Andalucía y amenazar la capital, Madrid.
 


El 27 de septiembre de 1936, Toledo se rindió a los nacionales. En el otoño de 1936 había 146 aviones alemanes desplegados en España, organizando sus propias formaciones, conocidas como Gruppe Eberhardt (con aviones He-51) y Gruppe Moreau (20 Ju-52 y 2 He-70F para reconocimiento aéreo). Hitler otorgó un status más regular a estas fuerzas que después serían conocidas como la Legión Cóndor. En esta fase, constaba de 120 aviones y unos 5.000 hombres.
 
Pero la Legión Cóndor no disfrutó de un éxito inmediato. Las primeras incursiones de bombardeo no consiguieron destruir las defensas republicanas en torno a Madrid, incluso en una ocasión alcanzaron a las unidades nacionales. Por esa época, los republicanos comenzaron a tener cierta superioridad aérea, gracias a los aviones suministrados (y pilotados) por los soviéticos, como los Polikarpov I-15 "Chato" e I-16 "Mosca", que escoltaban a los bombarderos Tupolev ANT-40 SB y "Katyuscha". Los He-51 pronto resultaron vulnerables y los Ju-52, sin escolta garantizada, cambiaron los bombardeos diurnos por los nocturnos, con los efectos inevitables sobre la precisión. En febrero de 1937, la Legión parecía muy maltrecha.
 
Pero pronto una nueva generación de aviones hizo su aparición en los cielos de España. Mientras que en Alemania se mejoraban los diseños de bombarderos que permitieron a la Legión Cóndor equiparse con los primeros ejemplares de He-111B, Dornier Do-17E y Ju-86D, que hicieron sus primeras misiones en marzo de 1937, llegaron los primeros Messerschmitt Bf-109B, un aparato completamente revolucionario, junto con algunos aviones de reconocimiento Do-17P.
 
Cierra España.