lunes, 23 de noviembre de 2009

Hedilla, Franco y el decreto de unificacion.7ª parte.

El 21.4 Franco envió un telegrama a las divisiones militares, para impedir desacatos al Decreto de Unificación. Pero el 22 Hedilla, presionado por otros compañeros, envió otro telegrama a los jefes provinciales de Falange, contrarrestando las órdenes del Cuartel General de Franco. Venía a reconocerse Jefe Nacional de FE de las JONS, y no miembro de la Junta Política de FET y de las JONS, como acababa de nombrarle Franco. Este telegrama surtió escaso efecto, pero la Junta Política nombrada ese mismo día por Franco no gustó mucho a los “camisas viejas” falangistas, que pidieron a Hedilla que no aceptara el cargo: lo que hizo. aunque sin oponerse a la unificación. El 25 fueron detenidos Hedilla y otros 30 falangistas (Vicente Cadenas, Gaceo, Alcázar de Velasco, Víctor de la Serna, Martín Almagro, etc), en parte porque la prensa falangista mencionaba a Hedilla Jefe Nacional del Movimiento.


El 9.5 se abrió proceso judicial contra 28 falangistas, acusados de desplazar a Franco del mando civil y político de la España Nacional, desacato y rebeldía al Decreto de Unificación, telegramas para que no se acatasen las órdenes de Franco, creación de Falange Autónoma, ocultación de fondos y armamento, etc.

Lo único cierto es que se habían manifestado a favor de Hedilla, reivindicando las aspiraciones nacionalsindicalistas, y habían enviado los telegramas. Las principales de estas manifestaciones tuvieron lugar en San Sebastián e Irún, pero en las de San Sebastián se habían dado también vivas a Franco, porque se intentó demostrar apoyo tanto a Franco como a Hedilla. Pero el auto de procesamiento contra Hedilla y otros jefes falangistas del 29.5 dio por probado maquinaciones para privar de la Jefatura del Estado a Franco, ejercer Hedilla la jefatura nacional de FE de las JONS, manifestaciones no autorizadas, ocultación de fondos y de armamento; figurando Hedilla como el máximo responsable del delito de rebelión. Por lo que el 5.6 el consejo de guerra condenó a muerte a Hedilla, Ruiz Castillejos, De los Santos y al capitán Chamorro; reclusión perpétua para López Ontiveros y Alcázar de Velasco; veinte años de reclusión para Nieto; diez para Inaraja y Rodiles y dos para Arrese. Hedilla fue condenado también a muerte por los enfrentamientos ocurridos en Salamanca los días 16 y 17 de abril.

El embajador Alemán solicitó, a título personal, la conmutación de las condenas a muerte, y se conmutaron, siendo trasladado Hedilla al Puerto de Santa María, después a Las Palmas de Gran Canaria, donde permaneció cuatro años, pues se revisó el proceso y se le disminuyó la condena. En junio de 1941 fue indultado y confinado en Palma de Mallorca hasta 1946.Ningún falangista protestó en defensa de Hedilla, y Sunday Press (15.6) calificó los sucesos de Salamanca como atentado contra Franco. El PSOE admitió gestiones de Hedilla con Negrín y Prieto para poner fin a la guerra, y el 29.5.38 Franco vino a reconocer que los hechos de Salamanca habían sido dirigidos desde la zona republicana.

El Decreto de Unificación recuerda la fusión de fascistas, nacionalistas y monárquicos en la Italia de 1923,y las funciones que se atribuyeron al secretario general debían bastante al modelo italiano.

Los tres primeros secretarios generales del Movimiento fueron López Bassas, Joaquín Miranda y Raimundo Fernández Cuesta. Los estatutos de 1939 crearon el cargo de vicesecratario, y se atribuyó al secretario general categoría de ministro. Por lo que Fernández Cuesta fue sustituido por Agustín Muñoz Grandes, con Serrano Súñer como presidente de la Junta Política. El 1941 se nombró secretario general a Arrese, en 1951 de nuevo a Fernández Cuesta y en 1956 de nuevo a Arrese.

El predominio de Falange en el Movimiento fue evidente, y el pretendiente carlista, Francisco Javier de Borbón, condenó la participación de los carlistas en el Movimiento, aunque sin éxito.

El 31.1.38 Franco nombró su primer gobierno, con Serrano Súñer como ministro de Gobernación, cinco militares, la mayoría monárquicos, y dos falangistas: Fernández Cuesta y Pedro González Bueno.

En noviembre de 1938 dio carácter oficial a la muerte de José Antonio, añadiéndose al uniforme falangista la corbata negra en señal de duelo, y el régimen conmemoró todos los 20.11 la muerte de José Antonio, creándose cátedras en Madrid y Barcelona para difundir su pensamiento, un concurso nacional en su memoria e incripciones en los muros de catedrales e iglesias.

El 1.4.39 Franco firmó el último parte de guerra, aunque Sánchez Mazas dijo que España seguiría en guerra contra sus enemigos interiores y exteriores. Y las fiestas oficiales del régimen fueron: de la Victoria, el 1 de abril; de la Unificación, el 29 de abril (apenas festejada);de la exaltación al trabajo, el 18 de julio, y del Caudillo, el 1 de octubre.

España fue consagrada el apóstol Santiago (25.7),y tanto Mussolini como Hitler ofrendaron coronas a José Antonio cuando fue enterrado oficialmente en El Escorial: aunque también asistieron a dicho funeral los embajadores del Vaticano, Estados Unidos, Italia, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Portugal, Bélgica, Perú y Brasil.

Cierra España.

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