lunes, 23 de noviembre de 2009

Hedilla, Franco y el decreto de unificacion.6ª parte.

El 16.4.37 Aznar, Dávila, Muro, Moreno y Garcerán intentaron destituir a Hedilla como presidente de la Junta de Mando Provisional, molestos por la campaña de prensa, nacional e internacional, que hacía de Hedilla un “mito obrero”,”uno de los personajes más importantes del mundo”,”Jefe de FE de las JONS”,”gran conductor de pueblos”,etc


La prensa falangista también se refería a Hedilla, muchas veces, como Jefe Nacional de FE de las JONS, y los militares estaban muy disconformes con sus declaraciones políticas, asegurando que la España de Franco sería falangista, llamando a la reconciliación entre los dos bandos, e identificando el régimen de Franco con los de Italia y Alemania.

Molestó especialmente unas declaraciones de Hedilla a L´Emancipation Nationale, (3.4.37),con fotografías de Hedilla a triple tamaño que las de Franco, en las que hablaba de reforma agraria de verdad, nacionalsindicalismo, etc. Y en una entrevista concedida al general italiano Canevari, publicada por Il Regime Fascista, tras declarar que al término de la guerra los ex combatientes falangistas se constituirían en Milicia Nacional, guardianes de la Revolución, afirmó que el programa falangista no cambiaría tras la victoria,y Falange sería el partido del Estado, como en Italia y Alemania. Y el 30.3 la Junta de Mando Provisional aprobó dirigirse por escrito a Franco, solicitando que Falange gobernara España, excepto en los ministerios de Guerra y Marina. Aunque Hedilla, en el escrito que cursó, exigió menos.

Los carlistas desaprobaban que Falange captara militantes tanto de derechas como de izquierdas, y colaboraban con los falangistas en el frente, pero competían con Falange en la retaguardia.

Como se intentaba crear un partido franquista mediante unificación, por Decreto, de FE de las JONS y la Comunión Tradicionalista, Falange se escindió entre los partidarios de su fusión con los carlistas (Yagüe), a los que se había adscrito ya el partido Nacionalista Español, tras el asesinato de Albiñana, existiendo muy buenas relaciones entre La Comunión y Renovación Española, y los que preferían una Falange Autónoma.

La mayoría de los carlistas defendía la colaboración con Franco, y la reconciliación con los monárquicos alfonsinos, por lo que se entrevistaron Sancho Dávila (falangista) y el conde de Rodezno (carlista),y el 17.2.37 falangistas y carlistas acordaron en Lisboa la instauración de la monarquía, a cambio de que los tradicionalistas aceptasen la doctrina falangista. Por su parte Gamero del Castillo ofreció a don Juan de Borbón la jefatura de falange, hasta que fuera nombrado rey.

Las negociaciones entre falangistas y carlistas no gustaban a Hedilla, porque despreciaba al carlismo, y admitía la restauración monárquica como lejana, aceptando la solución franquista, siempre que prevaleciera el ideario y programa falangista.

Algunos jefes falangistas querían a Franco como jefe nacional, por lo que Hedilla se entrevistó en abril con dos carlistas opuestos al sector navarro, acordando la fusión de carlistas y falangistas antes de que lo hiciera Franco por decreto; acordando además dimitir si Franco firmaba el decreto de Unificación anunciado, aunque siguieran colaborando en el frente.

Antonio Goicoechea disolvió Renovación Española el 8.3,y Franco recibió el 12.4 a los carlistas Martínez Berasáin y Rodezno, convocando también a Hedilla, para comunicarles la inminente unificación por decreto de todas las fuerzas políticas.

Hedilla reaccionó aspirando a la jefatura nacional de FE de las JONS, y convocó Consejo Nacional extraordinario, los días 18 y 19.4

Las dos facciones falangistas enfrentadas intentaron resolver sus diferencias a tiros, muriendo uno por cada bando, encarcelando cada falangista a los del bando opuesto y escoltando las milicias a Hedilla pare defenderlo de la facción contraria.

Hedilla convocó el 13.4 Consejo Nacional en Burgos para el día 25,a fin de disolver la Junta de Mando Provisional y elegir Jefe Nacional, hasta el regreso de José Antonio, o de Fernández Cuesta.

Aznar, Moreno, Dávila, Muro y Garcerán se reunieron en la Administración general de Falange en Salamanca el 16.4,para destituir a Hedilla por la fuerza y nombrar un triunvirato, que fuera el que convocase el Consejo Nacional. Destituyeron a Hedilla, y Aznar, Dávila y Moreno se constituyeron en triunvirato, con Garcerán de secretario. Recabaron la presencia de Sainz y Hedilla, y acusaron a Hedilla de falta de información y traición a la Junta de Mando, ineptitud manifiesta, propaganda desmedida e impropia, y resistencia, no habiendo presentado a Franco el escrito acordado en la última reunión. Por lo que le destituyeron, asumieron sus funciones de triunviros, y convocaron un Consejo Nacional en 50 días. Hedilla se retiró sin darse por destituido, Moreno retornó a Zaragoza, y el resto solicitó entrevista a Franco, que los recibió a las 16.30,mientras Hedilla era recibido por el coronel Antonio Barroso.

El Cuartel General de Franco ordenó no divulgar estos acontecimientos, pero Sainz trajo de Toledo varias decenas de milicianos, y con ayuda de sus partidarios Hedilla recuperó el control, siendo en la madrugada del 17.4 cuando murieron un falangista por cada facción, cuando Hedilla intentó detener al triunvirato.

El 18 convocó Consejo Nacional para el 19, en Salamanca, ordenando detener a más falangistas, mientras recibía el apoyo de la Falange navarra, lo que despertó el recelo de las autoridades militares.

Franco suspendió el 17.4 todos los actos convocados, ordenó que no dejaran salir a los milicianos del frente, y que se detuviera a los enlaces forasteros de Falange, con vigilancia especial para la Falange de Valladolid.

El 18.4 se celebró el último Consejo Nacional de FE de las JONS, que acordó negociar con Franco, defendiendo Hedilla su gestión y criticando al triunvirato. Se estudiaron las repercusiones del Decreto de Unificación que se esperaba, con división de opiniones, eligiéndose a Hedilla jefe nacional con 10 votos, 8 abstenciones, y un voto para Sainz, Merino, Ruiz Arenado y Muro.

A las 22.30 Franco pronunció por Radio Nacional el discurso que anunciaba el Decreto de Unificación, redactado por él con la colaboración de Giménez Caballero. Al día siguiente se difundió el Decreto de Unificación, y la prensa no falangista apenas mencionó al Consejo Nacional.

La posibilidad de un partido franquista que aglutinara a todas las fuerzas políticas de la zona nacional fue idea primero de Nicolás Franco, en el otoño de 1936.El plan fue aprobado por los representantes de Italia y Alemania, pero Franco apoyó esta idea más 1)para impedir el pronto restablecimiento de la legalidad monárquica, acordada ya por carlistas y falangistas,2)para que las disensiones de carlistas y falangistas no influyeran en la moral de combate de las milicias, y 3)por consejos de Serrano Súñer, que era ahora su consejero político, encargado de institucionalizar el nuevo Estado.

El partido franquista se llamo Falange Española Tradicionalista y de las JONS, aceptando los primeros 26 Puntos de falange, y el saludo falangista. Los falangistas aportaron la camisa azul, y los carlistas la boina roja, conforme había querido Yagüe en 1936.

La misión reglamentaria que recibió Franco fue la de comunicar al Estado el aliento del pueblo, y llevar al pueblo el pensamiento del Estado. Y sus órganos rectores fueron 1)el Jefe del Estado,2)un secretariado y Junta Política, y 3)un Consejo Nacional. Los diez miembros de la Junta Política seguían siendo nombrados cinco por el Consejo Nacional, y cinco por el Jefe del Estado. El Jefe del Estado era también Jefe de la Milicia Nacional.

El Decreto de Unificación recibió la aprobación casi unánime de la zona nacional, y hasta Gil Robles puso Acción Popular a disposición de Franco. En mayo Renovación Española se incorporó al nuevo partido.

La mayoría de los falangistas aceptó el Decreto de Unificación, con artículos elogiosos de Laín Entralgo, Eugenio Montes y Giménez Caballero.

Cierra España.

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