DE LA JUNTA CASTELLANA DE ACTUACIÓN HISPÁNICA A LAS J. O. N. S.
AGOSTO A DICIEMBRE DE 1931
CONTRA LA HIPOCRESÍA COMUNISTA
RUSIA quiere extender a España su dictadura. Los ultracapitalistas judíos, que hacen del comunismo una gran industria para explotar al proletariado de países punteros, clavan sus garras en nuestra Patria.
Algunas docenas de hispanos traidores, asalariados por los déspotas de Moscú, se mueven con la agilidad que presta el oro ruso, al amparo de una libertad que no encuentran en país alguno de Europa.
Su misión está clara:
Crean conflictos a diario al Poder público para debilitarle. Obligando a nuestra absurda democracia a usar a cada momento los rigores de una represión cruenta, se proporcionan con la sangre de los obreros tema de escándalo para soliviantar a las masas. Reducen de intento todos los problemas nacionales a los incidentes que ellos van provocando, desvariando así la mente del obrero y agrandando siempre los conflictos.
Ellos son los principales culpables de la crisis económica, que procuran agravar para encender la desesperación en el obrero y producir el desconcierto de los Gobiernos y de la sociedad entera. Cumpliendo las órdenes enemigas transmitidas por Rusia, pintan con colores de paraíso la situación de este desdichado país, a la vez que labran la desgracia del nuestro.
Se puede conceder libertad a las ideas extremas pero la salud nacional y el honrado derecho del obrero no permiten que se difunda sistemáticamente una mentira seductora para los ignorantes, y que se emplee el dinero extranjero en disolver la Patria para ponerla al pie de unos déspotas atemperados a la barbarie rusa.
Debe ponerse silencio con violenta decisión a los que se empeñan en hundir al trabajador en la indigencia y a la sociedad en la indefensión para presentarnos como única, solución la grosera perspectiva del fracaso soviético. ¡ Jóvenes hispanos! Desplacemos del mando a la burguesía demo-liberal Que alimenta en su seno la serpiente comunista, negándose a reconocer el peligro para no temblar.
Pongámonos en pie de guerra para implantar urgentemente una política genuinamente hispánica, un radical antagonismo contra el secreto manejo de los grandes capitalistas judaicos. España debe afirmar su espiritualidad racial v salvar al mundo, en vez de sucumbir en unos años al empuje clandestino de un pueblo inferior.
¡¡Por España libre!!
¡¡Contra la dictadura de los mercenarios de Rusia!!
(Anónimo. Libertad. núm. 8, 3 de agosto de 1931,)
Van a venir dos socialistas franceses a dirigir nuestra política económica. ¿Es que somos una colonia del socialismo francés?
EL PELIGRO COMUNISTA
NUNCA ha sido virtud de nuestros Gobiernos la previsión: no esperemos que lo sea ahora, cuando todavía el nivel de aptitudes ministeriales - parecía imposible- ha descendido.
Las declaraciones de Prieto - el que contrató el petróleo ruso- negando el peligro comunista ponen en guardia a todo español conocedor del comunismo y conocedor del ministro.
Ya es proverbial la falta de tino de este señor: tan hábil se ha mostrado para alborotar en discursos "atrevidos", hasta escalar, aun sin pensarlo, el puesto que ocupa, como inexperto y alocado en sus predicciones y en su conducta ministerial: es el hombre de quien pudiera decirse que todo lo vio al revés y todo lo dijo inoportunamente.
Tenemos, por tanto, con su opinión, un voto de calidad en favor de la contraria.
Pero aunque Prieto no hubiese hablado, la marcha de las cosas harto enseña, y nosotros queremos hincar una y otra vez la pluma en las leales advertencias sobre el próximo riesgo de una cruenta dictadura obrera.
Planteamos a los que por miedo senil o por amor propio republicano cierran los ojos al peligro la siguiente pregunta: ¿qué esperáis para después del fracaso del actual régimen?..
Ni la restauración monárquica, que el pueblo no pide, ni la dictadura burguesa, que el proletariado, tarde o temprano, torpedearía con estruendo.
Hoy el problema es la incorporación del proletariado al mando del Estado: la demanda irrenunciable de poder que los obreros de todos los países tienen presentada y mantenida en la calle. La nación que acierte a dar satisfacción a esta demanda, conservando, no obstante, las funciones de las otras clases sociales, se habrá salvado del comunismo. La que no, caerá en el soviet ruso o en el soviet de tipo nacional, pero caerá, sin duda, en manos del proletariado: éste es el camino de España.
No ignoramos que muchos -la mayoría hoy: los infinitos republicanos "de orden"- niegan nuestro supuesto del fracaso de este régimen parlamentario y social-burgués. Alabemos su fe, no exenta, sin duda, de interés republicano.
Nosotros contemplamos, junto al enfurecido descontento de un gran sector de trabajadores, el empeño del régimen por complicar todos los problemas, aparte de su falta de capacidad para resolverlos.
Hay que decirlo claramente: A este régimen de masones no le interesa dar satisfacción a los obreros, sino perseguir a Cristo: la revolución hecha no es más que la guerra, contra los frailes y los templos.
Y así -está claro- le falta a la república burguesa, de un lado, la colaboración de la aristocracia y la clase media católica, y de otra parte, la gratitud y asistencia del proletariado, que se irá enrareciendo a medida que el desgobierno aumenta el hambre.
La persecución religiosa y el hambre son las dos márgenes del torrente que se precipita en la sima bolchevique.
(Anónimo. Libertad, núm. 9, 10 de Agosto de 1931.)
Muchos dicen que en España no, es posibleel Comunismo.Pero es posible, y acaso inminente, la dictadura del proletariado.
Es cuestión de nombre: ¡Defendamos la nación contra esta dictadura!...
Cierra España.
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