domingo, 27 de septiembre de 2009

Españoles en la división SS valona de Léon Degrelle. 2ª parte.


La batalla de Stargard.

A finales de enero de 1945 los escasos efectivos de la Wallonie (apenas un regimiento reforzado) se desplazan por tren hacia Pomerania para detener mediante una desesperada contraofensiva el irremediable avance ruso que amenazaba con arrollar las débiles defensas alemanas al norte de Berlín. El dos de febrero desembarcan en Stettin (la actual Szcezin polaca), al norte de Stargard, donde se desarrollará una de las más sangrientas batallas de la guerra con la participación de la casi totalidad de los voluntarios europeos de las Waffen-SS. Allí se concentrarán a los holandeses, a los flamencos, a los escandinavos de la Nordland, y a los españoles y valones además de otros voluntarios europeos. Durante un mes largo combatirán codo a codo contra el Comunismo en primera línea en lo que se ha denominado la batalla de Arnswalde. (6) .

A Stettin fueron llegando nuevos contingentes de españoles hasta completar la 3ª Cia, que sería íntegramente española, e incluso una sección independiente que sería agregada a la 1ª Cia del SS-Ustuf valón Albert Steiver. Desgraciadamente los españoles llegaban sin armamento y hubo algunos con escasa preparación militar -estima este oficial que unos 20- por lo que se estimó más conveniente devolverlos a su origen. Las memorias inéditas de este oficial (bautizadas expresivamente Krüssow - 1945 “...Wallons... et espagnols!”) nos servirán para seguir los pasos de la creación de esta unidad. Dado que el SS-Hstuf Denie estaba ausente Steiver asumió el mando del batallón y la misión de organizar a los españoles debiendo hacer una larga marcha de 35 kilómetros hasta Stargard para llegar a sus posiciones.

Al frente de las tres secciones que componía la unidad estaban los SS-Oscha (Sargento 1º) La Fuente y Lorenzo Ocaña a los que no se les convalidó sus rangos de oficial en las Waffen-SS. Como comandante en funciones de la compañía estaba el SS-Oscha español Botet, al mismo tiempo jefe de la 1ª sección. Otros oficiales y suboficiales españoles en esta compañía, aunque tampoco con el rango, estaba Pedro Zabala, Cabrejas, la brigada Juan Pinar y algunos más así como Van Horembeke que reincorporó tras cumplir su misión de recogida de voluntarios. En total calcula en sus memorias Steiver que llegaron unos 260 hombres a Stettin, aunque parece ser una cifra excesiva en unos momentos en que los combatientes valones en esa zona del frente apenas si superaban el millar de hombres. Los efectivos españoles permitieron que se constituyera una cuarta sección de españoles al mando del Sargento Abel Ardoos (el propio Steiver reconoce que el apellido puede estar erróneamente escrito pudiendo ser Ardoz). Fueron equipados con ametralladoras pesadas, caza-carros, y hasta una cocina de campaña, algo muy apreciado por entonces. (7).

La cuarta sección, comandada por el ya entrado en edad Ardoos y que “poseía algunas nociones de francés y alemán” -recuerda Steiver- fue agregada como unidad de apoyo a la 1ª Cia de Steiver durante los combates de febrero-marzo en la batalla de Stargard, combatiendo en las líneas de defensa de los alrededores de la ciudad. El relato del oficial valón es revelador del coraje y bravura que mostraron los españoles en primera línea, en pleno invierno, destruyendo tanques enemigos, con patrullas temerarias, deteniendo una y otra vez a las hordas rojas:

“Las patrullas de españoles, no siempre muy discretas y sobre todo de una temeridad excesiva -solían ir más allá de las órdenes recibidas- tuvieron numerosos heridos” y las bajas se multiplicaban nos dice Steiver, “los españoles se lanzaron al asalto en la noche, creyendo que encontrarían a Iván dormido, pero éste, por el contrario, los recibió con granadas y fuego de los Kalashnikov. Resultado, dos muertos - que a duras penas pudieron traer a las líneas propias- y tres heridos graves...” En otro episodio los españoles, con los panzerfaust (bazokas) en mano, avanzaron contra un grupo de T-34 soviéticos destruyendo uno, alcanzando a otro y haciéndoles retirarse".


 Hacia Berlín.

El 4 de marzo se abandonaba Stargard, los últimos en proteger a las masas de civiles en retirada y a las tropas que se replegaban, fueron los valones y españoles. 28 días de combates, cuerpo a cuerpo, en los que los españoles estarían en determinado momentos asignados junto a la 1ª Cia a la división SS FRUNDSBERG. Las pérdidas de los españoles serían cercana al 90% en su corta estancia en el frente con la Wallonie. (Una cifra que seguramente sería similar en la 3ª Cia, la española, que estaba en la misma zona del frente. La escasa documentación que tenemos hoy sobre los voluntarios españoles no nos permite conocer los nombres de estos caídos españoles pero su número debió de ser elevado. Al mismo tiempo que el I/70 era disuelto y sus últimos hombres capaces de luchar transferidos a otras unidades de la división -que ya apenas si era un batallón reforzado- los españoles recibían la orden de abandonar a los valones.

Los mismos oficiales valones desconocen la fecha ni las razones por la que se ordenó la retirada de las secciones españolas de la división pero se materializó hacia primeros de marzo aprovechando que las unidades del III Cuerpo Germánico de las SS se replegaban hacia Berlín. De esta manera la SS Wallonie debió ceder de sus mermadas unidades a los españoles que se encaminaron hacia la capital del Reich donde participarían muchos de ellos en la última batalla defendiendo el bunker de la Cancillería, también junto a centenares de otros voluntarios europeos encuadrados en el mítico SS Einsatzgruppe Ezquerra. (9).

León Degrelle apenas si hizo mención pública de la participación de estos españoles en su unidad, y cuando lo hizo siempre intentó ensalzar su participación, incluso si ello no fuera absolutamente correcto desde un punto de vista histórico. Una de estas ocasiones la encontramos en una entrevista concedida en 1969 al Diario madrileño “Arriba” donde ante la pregunta sobre si tuvo españoles bajo su mando respondió: “Mandé un grupo al final de la guerra. Unos mil. Hice un batallón y les mandé hasta el último día de la guerra. El día que se acabó la guerra les mandé en dirección a los americanos, siguiendo el curso del río Wesser. No se que fue de ellos. Algunos se debieron perder en la bifurcación a Berlín. Lo que sí sé es que el día que murió Hitler había españoles en el búnker.” (10).

No todos los españoles de la Wallonie fueron apartados de la unidad, algunos desperdigados en los pelotones de la misma combatirían hasta el final, en mayo, bajo las banderas de los borgoñones. Con ellos finalizaba una epopeya que merece constar en los anales de la historia militar española y que nos muestra una vez más la hermandad de armas entre españoles y valones, el vínculo de sangre que unía a Degrelle con España. Cuando todos traicionaban sus ideales unos pocos combatían contra unas fuerzas superiores, como Degrelle y sus borgoñones España también estuvo presente en este combate final por la Libertad de Europa. Su divisa, como la del cerca del medio millón de voluntarios europeos de las Waffen-SS, fue: ¡Nuestro Honor se llama fidelidad! .

Notas del autor:

(1) Existe escasa documentación sobre los españoles en las Waffen-SS en general, a excepción de los trabajos de investigación del profesor Carlos Caballero, El batallón fantasma. Españoles en la Wehrmacht y Waffen-SS 1944-45, Alicante, C.E.H.R.E., 1987, necesitada de una completa ampliación y corrección. Lo que se propuso con su artículo “Los últimos de los últimos. El Batallón fantasma”, en Defensa, extra nº 53, mayo 1999. Con documentación, pero un estilo menos académico, a cargo del conocido historiador divisionario Luis Vadillo, Los irreductibles, Madrid, 1998. Las memorias de Ocaña, oficial en la Wallonie, transcritas por Moisés Puente en Yo muerto en Rusia. Memorias del Alférez Ocaña, Madrid, 1954, no contienen información precisa sobre su paso por esta unidad dedicándole más al periodo de cautividad en la URSS.

2) Ficha militar de Luis García Valdajos, Consejo de Guerra en España, marzo 1947 y Expediente militar en las SS del SS-Ostuf García Valdajos, NARA (Washington) A3343-RS-B5052. Hemos tenido acceso por primera vez a este expediente que nos ayudará a reconstruir la historia de este desconocido e importante a la vez oficial español de las Waffen-SS.

3) Memoires Van Horembeke, p. 3, inédito, Archivo Eddy De Bruyne. En castellano y no completas.

4) Memorias de Hellebaut sobre las campañas de Estonia y Pomerania, cit. en un informe sobre las memorias de Albert Steiver, Correspondencia Abel Delannoy 7-X-1988. Copia en poder del autor.

5) Legión Belge Wallonie. Historique, p. 104, “Les Editions du Téméraire” aunque se trata de un manuscrito mecanografiado por veteranos de la unidad, no editado públicamente. No es correcto, pues, lo que narra Van Horembeke en sus memorias cuando dice que “al causar alta en la División Valona recuperaron la graduación que habían tenido en la División Azul.”, p. 3, op.cit. La muerte de Rudi Bal nos ha privado, desgraciadamente, de más información sobre la participación de los españoles.

6) Degrelle apenas si puede dar datos precisos en sus memorias (La Campaña de Rusia, Barcelona, Luis de Caralt, 1951) de este primer periodo pues estuvo alejado del frente durante varias jornadas decisivas. El mejor relato de esta batalla: Jean Mabire, División Wallonie sur le Baltique 1944-1945, París, Les Presses de la cité, 1989.

7) Correspondencia Van Leeuw-Steiver, agosto 1985. Copia en poder del autor. Algunos oficiales de la unidad ponen en duda que se alcanzara los efectivos estimados por Steiver. Así Abel Delannoy, jefe de sección en el I/70, estima que fueron alrededor del centenar y que ya estaban con ellos en Hannover como 3ª Cia. Correspondencia Delannoy-Van Leeuw, 29-03-1989, en poder del autor.

Estimación de Steiver, correspondencia Van Leeuw-Steiver, agosto 1985. Copia en poder del autor.

9) las memorias de este oficial español son las más conocidas por el público en general, Berlín a vida o muerte, la última edición a cargo de Ediciones García Hispán, Alicante, 1997.

10) Entrevista a Léon Degrelle realizada por Pedro Rodríguez, ARRIBA 10-XII-1969, Repr. En REX, nº 3, 1999, p.26.

Erik Norling.


Cierra España.

3 comentarios:

  1. Llevo varios días visitando tu blog y la verdad es que no tiene desperdicio.

    Muchos deberían visitarlo y leer toda esa biblioteca histórica que tienes editada.

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  2. Gracias, es lo que buenamente intento, aunque tambien existen articulos, que no son ni de mi agrado, ni de los que su ideal sean igual que el mio, pero la historia es asi, y ni quiero, ni deseo, ni puedo cambiarla, solo aprender de ella, para no cometer los mismos errores y sobre todo, no olvidarla.Gracias nuevamente por tus palabras.

    cierra españa.

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  3. hola,muy buen blog,pero hay algo que no esta bien:“los españoles se lanzaron al asalto en la noche, creyendo que encontrarían a Iván dormido, pero éste, por el contrario, los recibió con granadas y fuego de los Kalashnikov."

    el kalashnikov se diseño en 1942 pero no entro en sevicio hasta el año 1947,ya terminada la guerra.

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