El Debate, 18 de enero de 1932
El subsecretario y los hechos
El subsecretario de Gobernación, don Carlos Esplá, ha contado a los lectores de la Hoja Oficial del Lunes los sucesos de Bilbao. La colisión entre socialistas y tradicionalistas, provocada por los primeros, aparece así: "pasaron unos cuantos socialistas, cantando algunos la Internacional; un tradicionalista hizo varios disparos...". En cambio, el intento de asalto a La Gaceta del Norte por un grupo que dejó herido, con un balazo en el pecho, al conserje del periódico, aparece como "otro choque", en el que cual dicho empleado "resultó herido". Por último, el atentado contra el convento de las Reparadoras por incendiarios bien provistos de bidones de gasolina, se cuenta de este modo: "al pasar un grupo por la plaza de Zabalburu, frente al convento de monjas, se hicieron desde el edificio varios disparos".
No hubiera el más exagerado extremista, deseoso de tergiversar en su provecho la verdad de lo ocurrido, presentando los acontecimientos en forma más inexacta y tendenciosa. Con justicia se pudiera reprochar, en todo caso, esa manera de "informar" al público. Cuando el que así procede es una autoridad, que aprovecha la salida del único periódico que el lunes aparece para envenenar el ánimo público con falsedades de tal calibre, no se encuentra calificativo bastante duro para lo que ha hecho el señor Esplá.
Misión de las autoridades que tienen conciencia de su deber, es la mesura y el texto en aquellas cosas que pueden excitar las pasiones, y un respeto exquisito he aquí un buen empleo de la palabra de moda- a la verdad de los sucesos, para no extraviar a la opinión. Todo lo contrario de lo que ha hecho el señor Esplá, procurando atizar los odios, y cubriendo con un velo protector los bidones de gasolina.
No ha podido, en cambio, la "Hoja Oficial del Lunes", informar a sus lectores del luminoso triángulo formado a las dos de la mañana de ese día por los incendios de las iglesias de Moncada, Alfara del Patriarca y Mazarrucho. El señor subsecretario debió de tener, sin embargo, noticia de esos incendios, que extinguió la buena voluntad de los vecinos. Se ha perdido la ocasión de decir que pasaban unos grupos pacíficos por delante de esos templos, y de pronto empezaron a salir de ellos unas llamaradas. De todas maneras, se le ha visto el... triángulo.
Cierra España.
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